Uno de cada tres hijos (31%) se reconoce insatisfecho o muy insatisfecho del rol que ocupó su padre en la crianza.
Esta es una de las conclusiones de la Encuesta Nacional Bicentenario 2014, elaborada por la U. Católica y GfK Adimark.
La encuesta, que abordó diversos temas asociados a la familia, hizo este año un especial foco en el rol paterno en la crianza y la opinión que padres e hijos de ambos sexos tienen al respecto.
La mayor brecha se da entre el 91% de padres que se sienten satisfechos con el apoyo emocional que le ofrecieron a su hijo, opinión que comparten solo el 59% de los hijos.
“Esta visión particularmente crítica indica una imagen convencional de la paternidad como la que provee seguridad económica y transmite valores y normas, pero no ofrece el tiempo necesario para la comunicación y el apoyo en las decisiones que toman los hijos”, explicó el sociólogo Eduardo Valenzuela, decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la UC y parte del equipo que realizó la encuesta.
“Esa evaluación crítica de los hijos no es del todo mala, porque habla de una mayor conciencia de parte de los hijos de sus necesidades emocionales”, apuntó Pamela Soto, académica de la facultad de Psicología de la Universidad Diego Portales.
Para el sicólogo Francisco Aguayo, director de la consultora EME (Masculinidades y Equidad de Género), hay factores culturales y sociales que explicarían la brecha entre las percepciones de padres, madres e hijos.
“Lo que hemos visto en otros estudios es que los padres juegan un rato con los hijos o hacen algunas tareas de crianza y sienten que cumplieron su cuota. Esto responde a que muchos se siguen viendo como proveedores económicos”, dijo Aguayo.
A juicio de José Olavarría, sociólogo e investigador en masculinidad, género y familia, al analizar la trama detrás de la insatisfacción que reportan madres e hijos sobre el rol del padre en la crianza, se observa que, crecientemente, hay menos configuraciones familiares donde viven juntos madre, padre e hijo. Así, muchos de los hijos encuestados están hablando de un padre con el que no vivió o vivió muy poco.
Paso del tiempo
¿Qué pasaría si la misma encuesta se hace dentro de 20 o 30 años? ¿Evaluarían mejor los hijos e hijas el rol de sus padres en la crianza?
Para Olavarría, las respuestas van a ser las mismas si no cambian las condiciones del mercado. Esto porque, por más que traten de ejercer su paternidad, muchos hombres están limitados por factores ajenos a su voluntad, como su horario de trabajo, su ingreso y la sustentabilidad de su empleo.
“Como su rol principal sigue siendo de proveedor, él va a tratar de asegurar su trabajo y lo demás dependerá de que lo logre”, agregó.
Para favorecer una paternidad más activa, se necesitan cambios estructurales y culturales.
“Para que los padres tengan más espacio en la crianza, se requiere mayor participación de la mujer en el mercado laboral e igualdad de salarios, de manera que exista la opción de decidir libremente quién se queda en la casa a cuidar a los hijos”, añadió.