El pronóstico del tiempo es claro: las playas estarán soleadas y ventosas, particularmente en el Pacífico Norte. Este panorama representa un riesgo para los viajeros: si quiere levantarse tarde y luego disfrutar del sol, puede poner en riesgo su piel, sus ojos y a toda su familia.
De acuerdo con Katherine Rodríguez, médico general, aunque los principales daños inmediatos de la exposición al sol en piel son las quemaduras de primero y segundo grado, los ojos también pueden verse muy afectados. "La exposición al sol causa irritación, lagrimeo, ojo rojo y su exposición constante a largo plazo puede llevar a cataratas, tumores oculares, formación de pterigion, degeneración macular y hasta ceguera", advierte la experta.
El riesgo aumenta con la cantidad de días que se quede en la playa, pues con forme nos exponemos con mayor intensidad a los rayos del sol, hay mayor posibilidad de quemaduras y lesiones oculares.Jorge Cortés, director médico del Hospital Clínica Bíblica, advierte que la dosis de radiación ultravioleta es acumulativa "favoreciendo la posibilidad de cáncer de piel, la irritación y la exposición continua a los elementos puede conllevar la profundización de las quemaduras".
Cortés señala además que el viento "produce resequedad del epitelio, lo que favorece la aparición de lesiones ulceradas en labios, conjuntivas y otras zonas sensibles".
Sin defensas
La doctora Rodríguez comenta que el exceso de sol "tambiénpuede inhibir el funcionamiento normal del sistema inmunitario del cuerpo y las defensas naturales de la piel", lo que facilita la aparición de otras enfermedades, no relacionadas con la radiación.
En el caso de familias con niños pequeños, se aconseja que los menores de seis meses no sean expuestos al sol por más de 10 minutos, "debido a que carecende la capacidad natural de la piel para defenderse del sol, desarrollando quemaduras graves. Tampoco se aconseja el uso de bloqueadores a menores de seis meses por el riesgo de alergias en la piel al contacto de estos productos químicos.", subraya Rodríguez.
En niños mayores de seis meses se aconseja el uso de protectores solares que contengan un factor de protección alto, que sea resistente al agua y que se aplique como mínimo cada hora.
Para el doctor Cortés, el riesgo es permanente, por lo que se recomienda protección extra en los niños. "Deben protegerse con gorro, camisas largas, bloqueador solar y estar al tanto de estar usándolo frecuentemente, no exponerlos al sol del mediodía sino más bien en las primeras horas de la mañana o las ultimas de la tarde".
Con estos cuidados, el buen rato en los días libres será pleno y no tendrá que arrepentirse después.