Aunque la mayoría de la gente las descarta como ocurrencias sin importancia, la verdad es que las manifestaciones recientes de algunos legisladores son preocupantes.
Un solo diputado ha dicho:
a) Que Guanacaste podría aspirar pronto a ser independiente, haciéndole el juego al régimen de Managua que en agosto de 2013 amenazó con solicitar ante el tribunal de La Haya el territorio de esta rica provincia.
b) Que hay mucho que admirar y aprender de Venezuela; una nación que ha destrozado su capacidad productiva, su libertad de prensa; que ha diezmado a la sociedad civil organizada y encarcelado a los líderes de la oposición, entre muchos ejemplos de su carácter e ideología.
c) Que se deben fortalecer las relaciones con Rusia, con lo que un régimen expansionista como el de Putin incrementaría su presencia e influencia en el país.
Otro diputado ha propuesto eliminar del presupuesto nacional la partida que Procomer destina a su alianza con Cinde cada año, para apoyar la atracción de inversión extranjera al país. No habrá pensado que al hacerlo se disminuyen:
-La inversión extranjera en el país.
-Los ingresos de capital extranjero.
-La creación de empleos de calidad.
-La diversificación de la producción y las exportaciones.
-El acceso a nuevos mercados y segmentos de exportación.
-La transferencia de tecnologías y nuevos métodos de producción.
-La creación de empresas suplidoras locales.
-Las ventas de electricidad y otros servicios.
Y si Comex o Procomer trataran de sustituir el trabajo de Cinde, muy pronto se vería que necesitarán mas recursos para lograr lo mismo.
Las de los diputados no son ocurrencias, son planes para acercar el país a la izquierda internacional y para empezar a crear un ambiente en que el populismo, la dádiva y el comunismo se apoyan frente a una democracia en crisis.