¿Cuáles productores fueron los convocados al Mundial? ¿Cuántas pymes han clasificado a Río 2016? ¿Vamos a competir o solo a participar? El sur abre sus brazos al mundo pero los costarricenses parecen no tener interés en devolver la cortesía. Brasil albergará el mundial mayor de fútbol este año y en 2016 los juegos olímpicos de verano, pero los productores nacionales se limitan a ser espectadores y no quieren participar en las fiestas deportivas.
Este tipo de eventos siempre han funcionado para impulsar la economía de los países sede y, a pesar de ello, parece que a los costarricenses se les olvidó que al Mundial y a las Olimpiadas no solo se va a competir deportivamente, también se va a cerrar negocios y abrir oportunidades, aspecto que se debería priorizar.
Según datos del Ministerio de Comercio Exterior, en 2013, Costa Rica solo logró exportar a Brasil $33 millones, lo que representó el 0,3% del total nacional.
Antes, Brasil invertía poco en suelo nacional, alcanzando un promedio que rondaba entre los $3 y $5 millones, incluso reportando números negativos para los inversionistas.
Sin embargo, parece que los brasileños aún no son tan atractivos e importantes para la industria nacional y nos hemos olvidado de que en esas latitudes también hay nichos de mercado atractivos y accesibles.
¿Acaso tener una población de casi 200 millones de personas con una capacidad de consumo (importación) de $240.000 millones no es suficiente atractivo para girar la brújula comercial hacía el sur del continente?
Mercado atractivo
Si Costa Rica tuviera la visión progresista y emprendedora de incursionar en un mercado olvidado, notaría que solo los bienes de consumo corresponden a una importación que supera los $40.000 millones y que actualmente operan en dicho territorio 44.069 empresas dedicadas a esta actividad. Pero los nacionales parecen no saber cuáles productos ofrecer, no saben cómo llegar o no entienden la oportunidad que se están perdiendo.
¿No es la especialización tecnológica un insumo suficiente para llegar a Brasil? El insumo tecnológico permite ofrecer productos de calidad a un país que está dispuesto a consumir. No es una receta mágica, es solo aprovechar las oportunidades que brinda el mercado, es entender que llegar al puerto de Santos en Brasil es más barato que llegar a Miami, Róterdam o Shanghái (según logística de exportación de Procomer), es colocar productos de gran valor agregado que compitan abiertamente y que potencien el crecimiento del pequeño y mediano productor nacional.
Brasil es un mercado muy atractivo y con alta capacidad de consumo, por eso dentro de las coyunturas venideras es importante que los costarricenses replanteen qué tipo de relación quieren tener con los suramericanos. Solo falta que Costa Rica haga la lectura correcta del juego.