El Gobierno no es ciego al nivel actual del Índice de Confianza del Consumidor (ICC) y es falso, como lo pretende hacer ver el editorial de EF, que se haya quedado con los brazos cruzados con el motor externo de la economía nacional, como lo enseña el dinamismo de las carteras de Relaciones Exteriores y Comercio Exterior.
Tampoco es ciego el Gobierno de la República al motor interno de la economía nacional como lo muestran las gestiones de los ministerios de Economía y Agricultura mediante la continuidad de políticas públicas en favor del sector privado costarricense.
También son pruebas de acción concreta: el diálogo institucionalizado para el incremento de la productividad de la economía nacional, el uso de los instrumentos comerciales para equilibrar a nuestros sectores productores agrícolas ante prácticas desleales o para incrementar la competencia en sectores oligopólicos de la economía o las políticas públicas dirigidas a fortalecer la economía social solidaria y con ello, pero no exclusivamente, el ofrecer también alternativas al desarrollo local.
Puede ser que las medidas citadas sean políticas públicas que no gusten a ciertos sectores, pero el editorialista no puede pretender invisibilizarlas, mucho menos mediante lo que él mismo reconoce es su sencilla “opinión”, sin prueba alguna.
Al hacerlo, transforma esta opinión, irresponsablemente y por el mero juego de palabras, en una sentencia definitiva sobre la supuesta ausencia en el Poder Ejecutivo de “liderazgo en la ejecución de la acción pública o en la definición de las políticas públicas”.