LuisFallas
La administración pública requiere de una mejora en los procedimientos y mecanismos en atención a una situación presupuestaria actual caracterizada por el rigor en la programación del gasto, con el fin de buscar soluciones a las debilidades metodológicas en la rendición de cuentas, compromisos presupuestarios instituidos, desarticulación de programas institucionales y asignación de los recursos públicos desvinculados de las prioridades nacionales.
Ante esta situación, la administración Solís Rivera percibe la necesidad de diseñar en el sector público una orientación presupuestaria emplazada hacia una gestión para resultados, con el propósito de mejorar la programación institucional y la efectividad en el uso racional de los recursos públicos, priorizando las demandas y necesidades ciudadanas a lo ancho y largo del país, en función de la prestación de bienes y servicios de calidad.
Por lo anterior, el Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica (Mideplan) y el Ministerio de Hacienda establecen los “Lineamientos Técnicos y Metodológicos de Planificación y Presupuesto en el sector público para el año 2016”, como herramienta que integra los diferentes procesos de programación, asignación presupuestaria, y seguimiento y evaluación, en busca de la articulación de la planificación y presupuesto. Esto es parte de una relación lógica plan–presupuesto requerida para enfatizar en el uso racional de los recursos públicos, en función de las prioridades nacionales y territoriales, y a la vez establecer condiciones para una adecuada rendición de cuentas, transparencia y eficiencia de la gestión pública, que permita un estilo de trabajo que mejore la gestión para resultados.
Esta herramienta tiene el propósito de inducir en las instituciones del sector público el reforzamiento de las acciones de planeamiento prospectivo y programación presupuestaria, definiendo los programas y proyectos estratégicos ante la necesidad de atender las prioridades nacionales, redimensionado y refrescando las actividades y procesos de conformidad con las funciones definidas en los marcos constitucionales. Esto permite paralelamente impulsar la modernización o reorganización de las entidades, dada la necesidad implícita de adaptar sus estructuras organizativas y los recursos en función de los requerimientos y metas establecidas de acuerdo con la estrategia desarrollo nacional.
Mecanismo de gestión
Los lineamientos técnicos y metodológicos sobre planificación y presupuesto requieren ser implementados y complementados con mecanismos de gestión estratégicos por las instituciones como: la identificación e implementación de proyectos de inversión de calidad, el mejoramiento de los procesos y los productos (bienes y servicios) institucionales, la revisión de las estructuras programáticas presupuestarias en las instituciones y la simplificación de trámites en función de los ciudadanos, preferiblemente con una mayor participación de los sectores.
La articulación plan–presupuesto orientada a la gestión para resultados, permite redimensionar las capacidades existentes del Estado, lo cual integra la necesidad en las instituciones de alcanzar sus objetivos de servicios y crecimiento con el apoyo de las autoridades y funcionarios públicos. Este mecanismo se caracteriza por la adecuación flexible de los recursos públicos, sistemas de gestión y estructura de responsabilidades; también resuelve problemas administrativos como duplicidad de informes que deben elaborar las Unidades de Planificación Institucionales (UPI) y las Unidades de Presupuesto a la Dirección Nacional de Presupuesto del Ministerio de Hacienda, la Contraloría General de La República (CGR) y Mideplan, como parte de las funciones presupuestarias y contraloras.
La contribución al desarrollo nacional que se espera alcanzar en la aplicación de estas medidas, requiere indudablemente de una gran dosis de especialización de los recursos humanos existentes y el fomento de mecanismos y procedimientos de gestión en la ejecución de lo programado, asentando un papel primordial en las actividades de seguimiento y evaluación, para garantizar el cumplimiento de lo establecido.
Los resultados esperados son la búsqueda de una mayor eficiencia administrativa centrada en potenciar las capacidades institucionales para establecer una programación a mediano y largo plazo, fortalecer el rol de coordinación y dirección institucional por los rectores sectoriales, orientar la asignación presupuestaria hacia presupuestos multianuales e impulsar la rendición de cuentas mediante el seguimiento y la evaluación de la gestión del Estado, acción que se complementa con una Agenda Nacional de Evaluaciones como lo establece el Plan Nacional de Desarrollo 2015-2018 Alberto Cañas Escalante.
La mejora continua y el compromiso de alcanzar la eficiencia administrativa, es parte de la estrategia que impulsa la actual administración, para atender las demandas de los diferentes sectores en la realización de obras y el mejoramiento de los servicios públicos, a pesar de las condiciones limitadas de operación ante las implicaciones y efectos del alto déficit fiscal existente en el Gobierno Central.