El fútbol es una industria llena de pasiones, recibe la atención mediática mundial, reúne figuras de todas las diferentes latitudes del planeta; pero sobre todas las cosas … es un gran negocio.
La noticia más relevante en el fútbol es sin lugar a duda la salida de Lionel Messi del FC Barcelona y su reciente incorporación al Paris Saint Germain, provocando la desolación en la afición culé y la algarabía en la hinchada parisina.
Toda esta conmoción generada alrededor de uno de los principales exponentes del fútbol en el orbe trae consigo adicionalmente reacciones en el mundo financiero.
Valor de marca, patrocinadores, fans tokens y venta de camisetas son claros indicadores para evaluar como el fútbol no solamente se resume a un balón.
En épocas donde la información es inmediata y las consecuencias de una decisión tienen su consecuencia con la misma rapidez, no era extraño ver de primera mano, como con solo el rumor de la posible llegada del argentino a París, los fans tokens (artículos casi de souvenir) subían de valor en el club francés y bajaban en la entidad catalana.
Primera gran lección financiera gracias a la noticia futbolística: los activos financieros podrían subir de precio por la emoción que genera la llegada de Messi al club, aún sin que estos tokens le dieran un beneficio adicional al que se recibía antes que se diera la noticia.
Acá nos queda igual señalar la experiencia mediática que se genera cuando el club francés, aprovecha toda esta euforia para ligar su nueva estrella a su fan token y publicitar la venta de los mismos como medio para generar ingresos.
También debemos advertir que esa misma idea surgió de algunos estafadores, que en diversas redes sociales “vendían” sus criptotokens con la máscara del PSG, sin serlos.
Hasta en términos educativos es bueno señalar que Messi no le pagan con criptomonedas, ni los fans tokens del PSG son criptos, aunque si es bueno identificar uno de los usos que se le da a la tecnología blockchain hasta para generar ingresos en el mundo deportivo.
El segundo golpe financiero tiene que ver más al valor o la pérdida del mismo en las ligas, equipos y marcas involucradas con el jugador. Las estimaciones de pérdida de valor del FC Barcelona al dejar salir a su máximo referente no dejan espacio a dudas, expectativas de venta menores en camisetas, posibilidad de renegociar a la baja contratos con la marca deportiva asociada e incluso la posibilidad de menores ingresos en la taquilla, llevan a valoraciones hasta de 137 millones de euros menos para el equipo español.
En el Parque de los Príncipes, nuevo estadio donde jugará el suramericano, en contraposición, la “Messi locura” ya genera réditos y las camisetas con el 30 en el dorsal generan ingresos suficientes para que sonrían los dueños del club, incluso hasta Michael Jordan, quien también recibe un porcentaje de cada camiseta con el logotipo de Air Jordan del PSG.
Pero el análisis económico aún tiene más dinámicas por resolver, la apuesta deportiva y la consecución de resultados podrían confirmar en París o en Barcelona; si el efecto Messi provocara aún más beneficios al PSG o si la vida post Messi pueda mostrar el camino para un Barcelona que no tiene una situación económica sencilla de resolver.
De momento Lionel Messi, sigue siendo en términos de marketing, al igual que en lo fútbolístico, el producto estrella; generando ingresos y expectativas deportivas en un club que añora su gloria en la Champions League, la máxima competición de Europa y quizás del mundo para un club.
Es claro que sus goles y sus regates no solo impactan en la cancha, el efecto se magnifica en el ámbito financiero, en una industria que necesita de estos ídolos para adornar el espectáculo comercial y para mejorar los ingresos de las empresas en la periferia del fútbol.
De momento la jugada Messi se limita a los números financieros, esperaremos como deleitarnos en la cancha de las destrezas de esta y las demás estrellas en la gran carpa del fútbol mundial.