Quedar desempleadas hace casi una década, producto de la situación económica que atravesaba por entonces el país, hizo que dos profesionales del área de Recursos Humanos le dieran un giro a su vida profesional y que con los años terminaran haciendo algo que no se empeñaron en buscar: tener su propio restaurante de comida mexicana.
Este es el caso de las emprendedoras Jessica Ortiz y Krissya Maykall, quienes hace ocho meses inauguraron el restaurante La Hacienda Mexicana, ubicado en San Pedro de Montes de Oca.
Si bien, es cierto, el ambiente de los restaurantes y hotelería no les era completamente ajeno, pues ambas mujeres habían trabajado antes en empresas afines, ellas comenzaron a recorrer juntas un camino completamente nuevo al montar su propio negocio. Fue así como unieron esfuerzos para dar asesorías a otras pymes en el área de administración de Recursos Humanos.
Gracias a una ayuda de capital semilla que en aquel momento les brindó el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), la cual usaron para comprar equipo tecnológico y otros artículos, estas dos mujeres comenzaron a trazar su camino.
Como parte de estas asesorías, les llegó una oportunidad de brindar soporte en Recursos Humanos a una cadena de restaurantes mexicanos que se instaló en el país. Gracias a esto fue como surgió la oportunidad de comprar su propia franquicia de un restaurante, según explican las empresarias.
Toda la experiencia que habían acumulado de su trabajo anterior en el tema de procedimientos, administración, servicio al cliente y manejo de negocios de comidas les resultó en ese momento muy útil para emprender este nuevo proyecto.
“Fue una gran oportunidad, pues ambas soñábamos con tener un negocio propio que nos permitiera hacer crecer a otras familias. Simplemente se dio, sin buscarlo, y decidimos aventurarnos”, explica Jessica Ortiz.
Sin embargo, las cosas no se quedaron ahí, ya que posteriormente decidieron independizarse de dicho modelo comercial y crear así su propia marca de comida mexicana, con recetas originales incluidas. Así surge La Hacienda Mexicana.
El proceso no ha sido sencillo, ya que como mujeres empresarias enfrentan muchas situaciones. “Hemos experimentado muchos retos, primero que todo, luchar siendo madres solteras. Otro reto ha sido la inversión en cuanto a tiempo, que se traduce en jornadas diarias de 14 horas al día”, añade, por su parte Krissya Maykall.
¿Qué hace la diferencia en su negocio? En sus palabras, todo se trata del amor por las cosas que hacen.
Sin embargo, hay otros factores que también marcan la pauta, y es que por ejemplo, coordinan para que una de ellas siempre esté en el restaurante, involucrada de lleno en el área operativa. Además, afirman que se esfuerzan por atender personalmente a su clientela, ya que el buen servicio es su prioridad.
“Nos esmeramos además por producir a diario la materia prima, asegurándonos de brindar frescura en cada platillo. Seleccionamos personalmente los ingredientes de cada receta, teniendo como prioridad la utilización de productos naturales”, añade Ortiz.
El reto de darse a conocer
Uno de los retos más grandes que naturalmente afronta cualquier negocio es precisamente darse a conocer. Por eso, ambas empresarias han luchado por abrirse un lugar en el competitivo mercado gastronómico.
Con el fin de dar a conocer sus platillos, en el 2018 fueron patrocinadoras del XVIII Festival de la Poesía, organizado por la Embajada de México y el Instituto Cultural de México en Costa Rica, del cual recibieron un reconocimiento por su participación.
Además, han participado en diferentes actividades culturales organizadas por el Instituto Cultural de México en Costa Rica.
Para abrirse paso entre la clientela, no solo cuentan con la alternativa de ir a comer al restaurante, si no que también envían los pedidos vía express.
Por ejemplo, tienen habilitadas líneas telefónicas para recibir pedidos express enviados directamente desde el restaurante y adicionalmente trabajan con plataformas como UberEats.
Finalmente, estas empresarias apuntan que el sueño de tener su propio negocio ha sido una aventura que han emprendido de la mano de un grupo de colaboradores leales y comprometidos con su trabajo, quienes también se esfuerzan por hacer crecer el negocio.