Por más pequeño que sea, su hijo también puede ser un emprendedor

Sin importar la edad, el género o la clase socioeconómica, el único requisito que se necesita para comenzar a desarrollar un negocio es tener una idea innovadora.

Por ello, si alguna vez escucha a su hijo expresar que desea vender un producto u ofrecer un servicio, no lo subestime pues podría tratarse del comienzo de una pequeña empresa exitosa.

El hecho de que el pequeño tenga contacto con el mundo empresarial desde temprana edad le ayudará a desarrollar competencias conductuales que le serán útiles para el resto de su vida, tales como liderazgo, responsabilidad y pasión.

Entonces, ¿Cómo puede apoyar a su hijo a emprender? El primer paso es creer en la vocación del niño, escuchar sus sueños y buscar como puede mejorar su talento.

Para este último consejo existen instituciones con profesionales que se especializan en el emprendedurismo infantil. Estos los guían y preparan para el desarrollo del negocio de la forma más independiente posible.

“Si los niños emprenden con sus padres, éstos se vuelven su techo y les costará descubrir su máximo potencial”, expresa Fernando Naranjo, director de BusinessKids, una empresa que se encarga de ofrecer una educación alternativa y de innovación para estimular la creatividad, confianza y liderazgo ​de los niños que desean iniciar una empresa.

En el caso de los padres de familia, estos podrán estar involucrados dentro del negocio pero su papel principal será de representantes legales.

Businesskids trabaja con niños mayores de cuatro años y como parte de su técnica de enseñanza utiliza diversos juegos y dinámicas. Los ejes de aprendizaje que se trabajan en la institución son: inteligencia emocional, inteligencia social, educación financiera, liderazgo y desarrollo emprendedor.

“El acompañamiento inicia con el fortalecimiento de la confianza del niño, ayudándole a creer en sí mismo y en sus talentos. Luego, continúa trabajando la creatividad y la escogencia de una idea viable. Posteriormente se le enseñan habilidades sociales para mejorar su nivel de interacción y termina con la presentación de su idea de negocio en nuestra feria nacional de niños y jóvenes emprendedores en noviembre de cada año”, dice Naranjo.

Lo ideal es que el niño participe en ferias ya que son parte de la formación emprendedora profesional, por el tema de la atención al cliente y el manejo de las críticas.

Educación financiera

Por lo general, en la primera etapa del emprendimiento son los padres quienes aportan la inversión inicial para fomentar el proyecto de sus hijos; sin embargo, es recomendable que el niño, una vez que empiece a obtener ganancias, comience a pagar ese préstamo, de esta manera aprenderá el valor del dinero.

Es importante que el joven lleve una educación financiera para que sepa reinvertir las ganancias en su propio negocio, y así hacerlo crecer.

Consejos para ayudar a su hijo a crear un negocio propio:

• Ayúdele a pensar en un nombre original para su negocio que diga algo sobre lo que vende. Tiene que se un nombre divertido y que llame la atención. No se preocupe si no se le ocurre a la primera, las ideas llegan cuando menos se lo esperan.
• Invítelo a compartir su idea con familiares cercanos y que esté dispuesto a recibir consejos.
• Ayúdele a escribir un breve plan de negocio: ¿Qué va a vender? ¿Dónde? ¿A quién? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Cuánto va a costar? ¿Con qué dinero va a comenzar? ¿Serán sus ahorros? ¿Se lo pedirá a un familiar? ¿Puede ser una sociedad con amigos?
• Ayudelo a encontrar clientes que se interesen por su negocio y que les cuente sobre él.
• Apoyelo cada vez que le digan que “no”, dígale que eso significa que está más cerca de que le digan que “sí”.
• Cuando se desanime, recuérdele lo bien que se va a sentir cuando tenga su propio dinero para cumplir sus metas (un viaje, un videojuego, un regalo…)
• Enséñele a dividir el dinero que gana, especialmente a reinvertir una parte para hacer crecer el negocio.