Caminar solos no siempre les conviene a todos los empresarios que establecen un negocio. Muchos de ellos requieren acudir a socios para aligerar las cargas de trabajo y para distribuir mejor los gastos, lo cual genera una mayor estabilidad.
Menores niveles de estrés y de desgaste son otras de las ventajas. Además, en ocasiones, “dos cabezas piensan mejor que una”.
La elección de un socio para su empresa es un asunto que se debe meditar muy bien.
El contar con un socio es como estar dentro de una relación de matrimonio: se va a tener que compartir mucho con esa persona y será necesario entenderla y confiar en ella para que el negocio marche por un buen rumbo.
Este es el criterio de los expertos consultados sobre el asunto, quienes ofrecieron los siguientes consejos:
Conozca a la persona
Marcelo Lebendiker, presidente de la incubadora de negocios Parque Tec, expresó que entre los socios debe haber mucha química y deben tener una visión común de lo que quieren para la empresa.
Por ello, es importante conocer bien a la persona y no dejarse llevar por las apariencias. A veces se cree conocer a alguien, pero en realidad se sabe poco de esa persona.
Según Lebendiker, tiene que existir un conocimiento previo antes de entrar en sociedad.
Juan Carlos Leiva, profesor catedrático de la Escuela de Administración de Empresas del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC), advirtió que ese buen conocimiento que se debe tener de la otra persona no siempre implica que los mejores amigos o los esposos deban convertirse en socios.
Tiende a creerse que eso es suficiente. Pero, mezclar la amistad con los negocios en ciertos casos puede resultar nocivo, por lo que se debe proceder con cuidado.
“No es lo mismo que yo sea compañero tuyo de salidas, de juerga, a que seamos socios. Cuando somos socios, lo que debe imperar es lo que sea más beneficioso para la empresa”, afirmó Leiva.
Que sea alguien con habilidades distintas
El hecho de que se tenga una empresa no significa que los socios deban tener la misma profesión o las mismas habilidades. Por el contrario, las diferencias en ese ámbito pueden resultar muy enriquecedoras.
“Es importante analizar las competencias que tiene cada socio para que cada quien se dedique a lo que mejor desempeñe y así sacar más provecho de estas habilidades”, indicó May Portuguez, directora de la empresa AP Corporate Training.
Por ejemplo, un chef y un experto en finanzas podrían aliarse para crear un restaurante. El chef se dedicará a hacer la mejor comida y el experto en finanzas se asegurará de que el negocio se administre bien y que no se endeude.
En las pymes suele haber poco personal, por lo que fijar qué trabajo efectúa cada socio, derivará en un aumento de la productividad, dijo Portuguez.
Leiva manifestó que los socios deben complementarse, no necesariamente deben compartir la misma forma de ser.
Por ejemplo, un socio puede ser más introvertido, el otro más extrovertido, lo cual no debe verse como un problema. Aunque sí es importante que coincidan en los valores fundamentales de la empresa: por ejemplo, que tengan la misma ética empresarial, dijo.
Responsable y transparente
Zaida Vargas, subdirectora de la Escuela de Administración de Negocios de la Universidad de Costa Rica (UCR), recomendó escoger a una persona transparente, comprometida, que no le huya a las responsabilidades.
Además, que esté dispuesta a instruirse, a capacitarse y a innovar.
“Debe ser abierto, bueno para escuchar y atender recomendaciones que favorecen a la pyme y con deseos de sumar y empoderarse de lo que se hace”, manifestó Vargas.
Dedicado y que no le tema a invertir
Para que una empresa alcance éxito se debe dedicar mucho tiempo, muchas atenciones, como sucede con un recién nacido.
Por ello, busque a alguien que esté dispuesto a ello.
El invertir también es un asunto fundamental. Lo ideal es encontrar a alguien que no tema a invertir su capital para que el negocio fructifique.
Pero, es necesario llevar un control de qué inversión hace cada socio y consignar esa información por escrito.
“Hay que tomar en cuenta los porcentajes de participación en las utilidades y, en caso de una disolución de la sociedad, las medidas por seguir. Una sociedad puede disolverse por lo que debemos proteger nuestros intereses y nuestra inversión”, recomendó Portuguez, de AP Corporate Training.
Portuguez también mencionó que existe una figura que algunos negocios usan, conocida como co-branding. Esto consiste en que dos marcas se alían para lanzar un producto en conjunto, que contenga características que atraigan a los clientes.
“Esto puede ser muy provechoso para las pymes, pues implica que se puede ampliar la marca sin necesidad de hacer una gran inversión y ambas empresas se pueden beneficiar. Lo que hay que tomar en cuenta es la calidad de lo que ofrecen ambas marcas y obtener un producto que genere un valor agregado al usuario final”, dijo la administradora de empresas.
Capacidad de trabajar en equipo
Otro aspecto que resulta relevante es que la persona que se elija tenga la capacidad de trabajar en equipo y que esté anuente a escuchar las ideas de otros y no cerrarse en que solo esta tiene la razón.
Piense con la cabeza fría
Antes de tomar la decisión final de si decide aliarse con alguien, es necesario meditar muy bien, consultarlo con la almohada el tiempo que sea necesario.
“No hay que dejarse llevar debido a que surge una oportunidad o por un entusiasmo compartido. Hay que tener la cabeza fría, cuestionarse si realmente esa es la mejor opción”, alegó el catedrático del TEC, Juan Carlos Leiva.
Leiva recordó que a veces es mejor estar solo que mal acompañado, por lo que se debe hacer un análisis profundo de la situación.