
La sustitución de empleos por máquinas y robots es una realidad más cercana.
Según McKinsey & Co. casi la mitad de los servicios pueden ser automatizados. Así en el 60% de las ocupaciones se puede robotizar el 30% o más de las tareas.
¿Cuáles trabajos? McKinsey analizó más de 2.000 actividades en 800 ocupaciones con datos de la Oficina de Trabajo de Estados Unidos.
Donde hay más posibilidades de automatización es en las ocupaciones con más actividad física: manufactura (59% de las tareas), alimentos y alojamiento (73%) y venta en tiendas (53%). Ya hay una máquina que puede cocinar y armar 360 hamburguesas por hora. Contabilidad y auditoría pueden ser automatizadas en 86%.
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Un poco menos El grupo de actividades con mediano potencial de automatización abarca recolección y procesamiento de datos, administración (nóminas, facturas y suministros), agricultura, silvicultura y construcción, operación de grúas y máquinas y recolección de basura.
En el sector financiero y de seguros el 50% de las ocupaciones pueden ser automatizadas. Hacer camas en hoteles o recoger materiales de escolares en un aula son menos predecibles y menos proclives a la automatización.
Las más difíciles de sustituir por máquinas son las que tienen que ver con gestión de personas (9%) o aplicación de conocimientos para la toma de decisiones, la planificación o la creatividad (18%). Aquí se incluye desarrollo de software y publicidad. Pero en salud se podría automatizar 36% de las tareas: depende de si es enfermera (30%) o dentista (13%). En educación se puede automatizar el 27% de las actividades.
Paralelamente se requerirá más personal en todas las áreas que dominen datos.
El antídoto: cambie su chip y vuélvase digital.