Conectar hoy para cosechar mañana. Esa es la premisa que persiguen las cooperativas de electrificación rural.
Este grupo enlazará las escuelas de las comunidades donde operan a Internet, de manera gratuita, en un periodo de dos años. Además, facilitará la adquisición de computadoras por parte de los estudiantes bajo un esquema de subsidio, incluyendo a los centros educativos del movimiento.
El objetivo de las cooperativas es elevar las capacidades de aprendizaje de los escolares e integrarlos al mundo digital. La idea es que los pequeños, a su vez, transfieran “esa nueva manera de hacer las cosas” a sus familias y comunidades, que empezarán a percibir Internet como un servicio básico.
El proyecto es impulsado por el Centro de Estudios y Capacitación Cooperativa (Cenecoop), con apoyo de la Fundación Quirós y Tanzi.
La primera fase se desarrollará en el Valle de Los Santos e involucrará a Coopesantos, Coopetarrazú, Coopedota, Coope San Marcos y Coope Llano Bonito, e iniciará con el curso lectivo 2013. De esta manera, 41 escuelas de la zona tendrán acceso a Internet de manera gratuita y a un ancho de banda de 1 Mbps, con posibilidad de ampliarse de acuerdo con la necesidad de los centros.
Hoy un poco más de la mitad de estos centros ya participan en un plan piloto de conectividad que ha mostrado ser eficaz.
En total, se verán beneficiados 3.000 escolares que recibirían una computadora del programa la iniciativa One Laptop Per Child (OLPC, ‘Una laptop por niño’) creada por el especialista Nicolás Negroponte mientras laboraba en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (EE. UU.).
Los equipos tienen un valor de $200 y serán adquiridos por los padres de familia a través de un esquema con diferentes niveles de subsidio. El plan de financiamiento, que está en fase de evaluación, contemplaría la capacidad de pago de las familias y daría un tratamiento especial a aquellas de muy bajo ingreso.
Este modelo de adquisición de computadoras también se aplicará a las centros educativos cooperativos (de primaria y secundaria) con 1.500 alumnos.
“En la medida que los niños se involucren con el uso de Internet y computadoras, van a adquirir nuevas habilidades que los integrarán al nuevo mundo laboral y les permitirá desarrollar cualidades para crear negocios propios e innovadores en sus comunidades a largo plazo”, señaló Elías Calderón, gerente de Coopesantos.
“A futuro, esto podría reducir la migración hacia el Valle Central y Estados Unidos”, añadió.
La segunda etapa del proyecto de conectividad está prevista para iniciar en el 2014 e incluirá a las escuelas de Guanacaste y San Carlos que se ubiquen en el campo de acción de las cooperativas eléctricas de la zona.
En el 2011, Costa Rica alcanzó un nivel de brecha digital medio (3,2), según el más reciente índice elaborado sobre esta materia por el Viceministerio de Telecomunicaciones.
De hecho, la brecha digital se ha reducido en un 18,4% en el país en los últimos dos años. Una tendencia que coincide con el ingreso de nuevos actores y una mayor oferta de Internet fijo y móvil.
Este es caso de las cooperativas eléctricas, que aprovecharon el sistema de postería y una cartera de clientes madura para añadir el servicio de Internet fijo y cable módem a su cartera de servicios.
Ampliar el horizonte
El proyecto saca provecho de la inversión que las cooperativas eléctricas han realizado en los últimos años en infraestructura, cuya capacidad no ha sido explotada en su totalidad,
“Las cooperativas tienen capacidad para atender más clientes, pero eso tienen que estimular el uso de Internet entre la población”, señaló Rodolfo Navas, presidente de Cenecoop.
Coopesantos, por ejemplo, invirtió ¢1.500 millones en una red de 200 kilómetros de fibra óptima que terminó de construirse el año pasado. Esta red se conecta a la red de Internet de Radiográfica Costarricenses (Racsa) en dos puntos de acceso ubicados en Copalchí, Cartago, y en Guayabo de Mora, San José.
A la red Coopesantos se conectan a su vez Coopetarrazú, Coopedota, Coope San Marcos y Coope Llano Bonito para comercializar Internet y televisión por cable.
“Las cooperativas somos entes de desarrollo. En la medida en que exista desarrollo en una región hay progreso y al llegar a una escuela también estaremos llegando, por ejemplo, a los comercios aledaños”, comentó Calderón.
Generar cultura
El movimiento cooperativo es consciente de que sin capacitación a los estudiantes, maestros y padres de familia, no se sacará provecho al proyecto y la cultura digital no calará en la gente.
Por ello, la iniciativa de conectividad se acompaña de módulos de capacitación a los docentes y acompañamiento a los estudiantes y las familias por parte de la Fundación Quirós Tanzi y el Ministerio de Educación (MEP).
Daniel Castro, director de la fundación, explicó que se tienen buenas experiencias retando a los estudiantes a buscar información en Internet sobre los temas por tratar en clase y a crear enfoques propios, previo a la intervención del maestro.
También se estimuló a los chicos para desarrollar proyectos informáticos vinculados con el quehacer de las comunidades.
Otra medida que ha resultado positiva es el uso de la computadora como medio de comunicación entre el maestro y los padres de familia, en vez de usar el tradicional cuaderno de recados.
Rowland Espinoza, viceministro de Telecomunicaciones, opinó que la propuesta de las cooperativas adelanta y allana el camino a proyectos que se están analizando para desarrollar la zona rural. Por ejemplo, está en análisis una estrategia público-académica para crear un polo empresarial en cerca de la zona de Los Santos.
La idea, que está en papel, aprovecha la cercanía del Instituto Tecnológico (TEC) y el manejo del idioma inglés de la gente de la comunidad, debido a las ráfagas de migración hacia Estados Unidos que experimenta la región.
Para las cooperativas, se trata de una inversión que dará rentabiliad en un mediano plazo.