Por más que quiera implementar una política cero papel, tener una impresora todavía es necesario. Elegir la que se adecúa mejor a sus necesidades, implica más que ver el precio.
“Lo primero que el comprador debe tomar en cuenta es el propósito y la frecuencia de impresión de documentos”, aconseja Andrea Solano, gerenta de imagen e impresión de HP Costa Rica.
Esto por cuanto los equipos de inyección de tinta están diseñados para un volumen de impresión mensual que no supere las 7.000 páginas, mientras los láser tienen capacidad para 10.000 o más
Aunque un equipo láser suele requerir una inversión inicial mayor, en el largo plazo podría ayudarle a la empresa a reducir costos.
“Si bien el tóner tiene un precio un poco más alto que el de los cartuchos de tinta, generalmente permiten imprimir cinco veces más, de manera que el costo por hoja es menor”, explica Ricardo Garita, gerente de territorio de Lexmark para Costa Rica y Centroamérica Sur. Además, imprimen más hojas en menos tiempo.
Ojo con los cartuchos
Si se decide por una impresora de inyección de tinta, lo mejor será que elija una que funcione con cartuchos de color individuales.
Si bien estas podrían parecer más costosas (requieren tres cartuchos en lugar de uno), se desperdicia menos tinta, pues solo se debe reemplazar el color gastado.
También será mejor adquirir una cuyos cabezales no sean parte de los cartuchos, de forma que estos deban reemplazarse solo cuando se desgastan y no cada vez que se necesita más tinta.
Aunque el uso de cartuchos genéricos puede resultar una tentación, lo mejor será hacer caso omiso de ella.
No solo porque ese tipo de suministros imprime una cantidad menor de páginas que los originales, sino porque el fabricante únicamente puede garantizar la confiabilidad de los cartuchos que elabora.
Los cabezales están creados para funcionar con una formulación química específica, pero las tintas genéricas utilizan la misma para todas las máquinas, lo que puede llegar a forzar el equipo, explica Erick Meléndez, especialista en productos de mercadeo de la división de impresoras de inyección de tinta Canon Latin America.
“Las impurezas de esas tintas obstruyen los filtros que purifican el sistema interno del cabezal, lo que puede dañar al equipo”, añade Mauricio Rivera, especialista de producto Epson.
Además, estos cartuchos pueden tener fugas que afectarán los resultados finales de la impresión.
En el caso de las tintas para rellenar cartuchos, hay un riesgo de que estas salpiquen y dañen el equipo. Aún cuando eso no suceda al principio, el fallo puede ocurrir después.
Los fabricantes explican que las piezas internas sufren desgaste producto del uso normal y que, si se rellenan en lugar de reemplazarse, se producen derrames que, al impregnar las piezas móviles de tinta, hacen que dejen de funcionar.
Todos para una...
Existen equipos multifuncionales que incluyen fax, escáner, fotocopiadora y otros, además de la impresora. Si el presupuesto es limitado, y no son funciones que requiera habitualmente, lo mejor será obviarlas y adquirir un equipo dedicado a la impresión.
También hay equipos que se pueden conectar vía cables o inalámbricamente a las redes de la propiedad, para que diversas máquinas puedan editar ahí mismo.
Otros también reciben órdenes de impresión desde dispositivos móviles.
En cualquier caso, y antes de hacer la compra, lo mejor será corroborar que el equipo funcionará con el sistema operativo desde el cual enviarán los archivos a imprimir.
¿Cómo funciona?
Los equipos pueden ser:
Láser: Se transporta energía hacia a un tambor fotosensible y un haz láser se descarga exactamente en los lugares por imprimir. Luego, el tóner se adhiere a esos lugares y un rodillo de alta temperatura ejerce presión para derretir el tóner al papel. Esta tecnología no permite resoluciones muy altas ni más colores de los que pueden ser reproducidos por los cuatro tóneres. Además, debido a la alta temperatura a la que trabajan sus rodillos de fusión, pueden usarse pocos tipos de papel.
Inyección de tinta: Son equipos de impresión térmica donde se dan impulsos de voltaje hacia el cabezal para llenar sus boquillas y luego expulsar esa tinta al documento. Las gotas diminutas pueden imprimirse sobre múltiples tipos de papel y las resoluciones llegan hasta los 5.760 puntos por pulgada cuadrada.
Fuente empresas consultadas.