Una pequeña E en el panel superior del teléfono inteligente puede amargarle el dulce momento de navegación a cualquiera. La letra indica que el acceso a Internet es limitado. O, más bien, más limitado que de costumbre.
La Superintendencia de Telecomunicaciones quiso aplacar el sufrimiento de usuarios y operadores con un plan para incluir un modelo de cobro por descarga dentro del ecosistema tarifario, pero terminó transitando por un camino de espinas.
Con esta estrategia, presentada en junio de este año para ser sometida a audiencia pública, mitigaría el problema de congestión de la red y mejoraría la experiencia de los consumidores.
Sin embargo, la desactualización de los datos utilizados en el documento y la falta de información provista por el ente regulador a la población han atrasado el proceso cuatro meses... y el reloj sigue contando.
La Sala Constitucional lo aplazó durante otro periodo igual hasta que la Sutel modifique y actualice el documento.
Mientras tanto, los usuarios continúan a la deriva. ¿Era determinante adicionar un esquema de tasación por transferencia de datos al ecosistema tarifario para descongestionar la red?
En su “Informe sobre audiencia de Sutel para fijación de tarifa por descarga por Kb en telefonía móvil”, el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt) presentó tres propuestas alternativas para mejorar la experiencia de los clientes de Internet móvil.
La primera propuesta consiste en establecer puntos de acceso público a Internet en los sitios de mayor concentración.
El proyecto pretende poner en marcha un proceso para identificar los espacios y horarios donde existe mayor demanda del servicio (buses, trenes, parques, centros comerciales, etcétera).
En tres meses, la Sutel debería presentarle una propuesta al Poder Ejecutivo, según el cronograma preliminar propuesto por el Ministerio.
En la necesidad de contar con hotspots en zonas de mayor densidad poblacional han coincidido los especialistas en telecomunicaciones e Internet.
“El sistema de conexión en Inglaterra pasa de una red 3 G a una local sin que el usuario siquiera lo perciba”, comentó Guy de Téramond, miembro de la Academia Nacional de las Ciencias.
El Ministerio también insistió en la necesidad de segmentar los públicos consumidores de Internet móvil por sus características.
Perfilarlos por nivel socioeconómico y región geográfica facilitaría la labor de reducir la brecha digital, pues la Sutel debería impulsar la adopción de nuevos paquetes diferenciados para quienes no tienen las mínimas posibilidades de acceso.
“Las tarifas diferenciadas (canastas y programas de subsidio) debían aplicarse, como máximo, desde mayo del 2012”, constata el informe.
Para ello, el Gobierno considerará si el Fondo Nacional de Telecomunicaciones puede subsidiar estas alternativas según las necesidades de los segmentos.
Otros especialistas en telecomunicaciones insisten en la necesidad de que se declaren las condiciones para la competencia efectiva en el mercado de Internet.
Para ello, la Superintendencia realizaría un proceso de medición del mercado para determinar si cuenta con condiciones que aseguren, básicamente, que el operador dominante carece del poder suficiente para definir las tarifas.
Superada la declaración, la Sutel no tendría que fijar los precios máximos. Las operadoras serían libres de establecer sus propios paquetes, sin la necesidad de pasar por audiencias públicas ni críticas de todos los sectores.
El calvario
El camino de espinas por el que transita ahora la Sutel es el resultado de una confusa propuesta de cobro por descarga para el servicio de Internet móvil pospago.
Términos poco claros, cifras del 2012, datos de un solo operador y estimaciones tarifarias que todavía causan dudas son parte de las críticas que han dejado sobre la mesa los diversos actores que resultaron implicados en el proceso por interés propio o por designación de la Sala IV.
Al plantear la nueva modalidad como una tarifa “universal”, la propuesta confundió incluso a los más expertos en el tema, quienes la interpretaron como un cambio rotundo y no como una más de las opciones.
Los medios de comunicación lo consignaron así en sus notas, los expertos escribieron largos artículos de opinión para oponerse a un cambio en el modelo de cobro y en los usuarios la duda quedó sembrada.
El mismo Ejecutivo se cuestiona ahora, en el análisis de la propuesta del cobro, si la ampliación del actual esquema tarifario establecerá un sistema híbrido o si serán las mismas operadoras las que definan cuál de las posibilidades ofrecerán.
“Nadie está en contra de la diversidad de tarifas”, dice ahora Guy de Téramond, uno de los principales críticos del plan inicial, para resumir cuatro meses de contradicciones.
Simpatía persiste
A pesar del calvario que ha significado el proceso para el regulador y las operadoras, ambos insisten en defender la idea.
Maryleana Méndez, presidenta del Consejo de la Sutel, aclaró que, aunque la tarifa no venga a solventar, por sí misma, el problema de la saturación de las redes, sí será una de las soluciones.
Según Méndez, la nueva tarifa flexibilizaría el esquema actual, que es únicamente por velocidad contratada.
Con ello, el operador podrá ofrecer mejores paquetes y rentabilizar su inversión.
Cuando eso suceda, los operadores deberán reinvertir en conexiones y en su desempeño.
“Si no, el riesgo que se corre es que, ante el consumo creciente, las redes no soporten el consumo”, adujo la ingeniera.
Los operadores entrantes defienden la necesidad de contar con modalidades adicionales de tarifas para los usuarios.
“Le ha permitido a miles de usuarios de prepago que antes se encontraban excluidos del acceso a las conexiones de alta velocidad, optar por diversas alternativas”, argumentó Carolina Sánchez, vocera de Claro.
“Contar con una tarifa por descarga defiende la calidad del servicio que se brinda a todos los usuarios”, aseguró José Pablo Rivera, gerente de Regulación de Telefónica.
Resumen de alternativas
Hotspots: La Sutel deberá presentar una propuesta de desarrollo de puntos de acceso público a Internet en tres meses al Poder Ejecutivo.
Tarifas diferenciadas: la entidad deberá establecer paquetes acordes a las necesidades de usuarios con problemas de accesibilidad.
Segmentación de usuarios: el regulador tendrá a cargo perfilar a los consumidores para ofrecerles paquetes diferenciados.
Alternativas el Ejecutivo sugiere a la Sutel analizar otras medidas que puedan solucionar el problema del congestionamiento de las redes.
Fuente: Micitt.