Poesía, un respiro para usted

Cuando el cerebro entra en modo automático, toma esfuerzo cambiar. Reconectar con la poesía podría ser un recurso.

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Muchos seres humanos vivimos con una sobre-exposición a gran cantidad de información. El proceso de auto-observarnos, auto-gestionarnos y no perder el rumbo en este mar de información no es fácil.

Lo anterior a mi parecer nos impacta de muchas formas: la gente con la que interactuamos diariamente por trabajo, vida social o alguna otra razón, cada vez dedica menos tiempo a le lectura, la comprensión de lectura en general se ha deteriorado.

Vamos rápido, distraídos, desenfocados, sacando tareas de la lista cometiendo errores en el proceso.

Trabajo con gente, paso mi día intencionalmente teniendo conversaciones con propósito, con personas que, en su mayoría, pertenecen a una organización, y noto, que es común para todos, entrar en la inercia de las conversaciones transaccionales para salir de un punto de los muchos pendientes, no siempre conscientes del sentido de urgencia.

A veces, si no soy muy consciente, caigo en esto. Sin embargo, tengo el privilegio de que por mi trabajo debo detenerme y detener de esta autopista a algunos.

Creo que una vez que nuestra mente, nuestro cerebro entra en modo default, toma gran esfuerzo cambiar.

¿Qué requerimos para hacerlo? He mencionado anteriormente en otros blogs, algunos recursos, hacer pausas conscientes en el día, no acumular vacaciones, respetar los tiempos de comida, tener clara la higiene del sueño.

Esta semana reconecté con la poesía. Y la poesía me hizo detenerme en seco, sentir y pensar.

Hoy compartiré algunos pedacitos que pueden ayudarles a pausar y pensar.

–Maya Angelou, sobre el poder de la empatía que integrado a los procesos de entrenamiento es bastante potente: “He aprendido que la gente olvida lo que le dices, lo que haces, pero nunca olvida lo que le hiciste sentir”.

–Toni Morrison, sobre la disciplina de resolver los temas complejos a través de la escritura: “Escribir es realmente una forma de pensar, no solo sentir, sino pens ar encosas disparatadas, no resueltas, misteriosas, problemáticas o simplemente dulces”.

–Rupi Kaur, sobre la resiliencia: “Esta es la receta de la vida, dijo mi mamá, mientras me sostenía en sus brazos y yo lloraba. Piensa en las flores que siembras en el jardín cada año, ellas te enseñarán que las personas también: se marchitan, se caen, se levantan para florecer”.