La Contralora General de la República (CGR), Marta Acosta, advirtió a los diputados que los ingresos corrientes caerán en el 2015, lo cual podría afectar el presupuesto ordinario para el año 2016.
En la primera comparecencia de un jerarca de la CGR ante el plenario del Congreso, Acosta indicó que la reducción en la actividad económica durante el 2015 se ha dado en actividades representativas para la recaudación de impuestos.
Entre esas actividades que se han desacelerado la contralora citó el comercio, la industria manufacturera, electricidad y agua, sensibles para la recaudación del impuesto sobre las ventas, principal fuente de recursos ordinarios del Presupuesto Nacional.
PIB a la baja
Acosta sostuvo que esa escasa dinámica de la producción se suma a la revisión a la baja del PIB para el 2015, que el Banco Central de Costa Rica reajustó en ¢959.000 millones en su Programa Macroeconómico 2015-2016.
El Ministerio de Hacienda presentará el 1.° de setiembre entrante el Presupuesto Ordinario de la República para el 2016. Sin embargo, el proceso de construcción de ese plan de gastos empezó desde abril pasado.
La Contralora reiteró ante el plenario que para evitar una profundización de la crisis fiscal que vive el país es necesario tomar acciones ya para frenar la dinámica del gasto corriente y buscar mecanismos para contener y garantizar la eficiencia del gasto público.
El ministro de Hacienda, Helio Fallas, dijo en una entrevista que concedió a EF que el próximo presupuesto ordinario será planteado con base de crecimiento cero y se planeará el gasto conforme a objetivos fijados previa negociación con cada ministerio.
Agregó Fallas que, en el presupuesto del año entrante, se verá el congelamiento de algunas transferencias.
Presupuesto en varios escenarios ante crisis
En el caso de que el Parlamento no apruebe este año una reforma fiscal, que aumentaría en un 2% del PIB (unos ¢600.000 millones) adicionales por año la recaudación fiscal, Fallas afirmó que Hacienda presentará al Congreso en setiembre un presupuesto planteado en varios escenarios para que los diputados sean los que propongan el déficit para el año entrante.
Para el 2015 el Gobierno del presidente Luis Guillermo Solís propuso un presupuesto ordinario de ¢7,9 billones y que presentó un crecimiento de un 19% con respecto al del 2014.
Durante el debate de ese presupuesto, la contralora Marta Acosta se sumó a las voces de varios diputados que propusieron recortes de hasta ¢300.000 millones en el conjunto de partidas.
Al final, el recorte al presupuesto que aprobaron los diputados hace dos semanas fue de poco más de ¢42.000 millones, pese a que el Gobierno planteó una contracción del presupuesto por ¢62.000 millones.
El financiamiento de gastos corrientes con endeudamiento alcanzó ¢1 billón en el 2014, hecho que resaltó la contralora durante su comparecencia ante el plenario.