Costa Rica procura lograr mejor movilidad con trenes y sectorización

La meta del Gobierno es que el tren eléctrico de carga reemplace el existente en Limón que funciona condicionado al deterioro de las antiguas locomotoras de ‘diesel’

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El tren eléctrico urbano de pasajeros, la sectorización y el más reciente tren eléctrico limonense de carga, son tres proyectos que el Gobierno presentó en el nuevo Plan Nacional de Desarrollo 2019-2022. El objetivo es mejorar el ordenamiento territorial y mejorar la movilidad en espacios urbanos y rurales.

Los dos primeros son desafíos de larga data en el país.

Mientras la sectorización parece el sueño de opio del ordenamiento vial de San José, el tren eléctrico figura como el proyecto estrella de la administración de Carlos Alvarado. Una obra con más de 30 años de planeamiento y atraso en Costa Rica.

El tren eléctrico limonense de carga es el más nuevo –y desconocido– de estos proyectos. Surge como seguimiento del tren de carga que recorre la provincia caribeña hoy y que pretende descongestionar la ruta 32.

Tren eléctrico urbano de pasajeros

El tren eléctrico urbano de pasajeros es un proyecto complejo y consecuentemente extenso.

El nuevo ferrocarril promete solucionar –al menos en parte– el caos vial que se vive en la Gran Área Metropolitana. En el 2017 se estimaba que el funcionamiento del tren urbano representaría un 30% menos de presas de acuerdo con datos del Incofer. Además, es un proyecto que trabajará en convergencia con otras obras viales.

Además de ser eléctrico, tendrá 42 estaciones, frecuencias de tres a cinco minutos y once nodos intermodales. Son cuatro etapas con un costo total de $1.400 millones.

El Plan Nacional de Desarrollo ubica a este proyecto apenas en fase de preinversión. Para el 2019, el Gobierno prevé el cierre de la etapa de factibilidad. El 2020 completará la viabilidad ambiental y en el 2021 estará listo el diseño final.

Esta fase de preinversión será financiado con una donación de $1 millón del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) más $300.000 del Incofer.

El país ya cuenta con cinco ofertas de empresas consultoras para realizar la etapa de preinversión y elaborar el cartel licitatorio del tren eléctrico. El avance está “a tiempo”, según lo programado por el Gobierno.

Sectorización

El proceso de modernización del transporte público en la GAM se fundamenta en la sectorización, rutas intersectoriales, troncalización, integración de servicios y priorización del transporte público.

Implementar la sectorización y el cobro electrónico son las primeras medidas que implementará el Gobierno para incentivar la mejora de la movilidad urbana. Así lo consigna el Plan Nacional de Desarrollo.

La sectorización es básicamente el agrupamiento de rutas urbanas de autobuses, en sectores geográficos. La idea de ejecutarlo en San José existe desde el 2000. En los 18 años posteriores el proceso avanzó pero lentamente entre múltiples obstáculos.

El objetivo del Gobierno es ejecutar al 100% la implementación de ocho rutas troncales, en los cuatro años que incluye el plan.

En el 2019 se avanzará un 50% con la región Central. Para el 2020, se concluirán las troncales de Tibás-Santo Domingo, Moravia-Paracito, San Pedro-Curridabat, Curridabat-Tres Ríos y Hatillo-Alajuelita. Finalmente el plan incluye trabajos en las troncales de Pavas, Escazú-Santa Ana, San Francisco y Desamparados.

Tren eléctrico limonense de carga

El más reciente de los proyectos de movilidad y ordenamiento vial anunciado por el Gobierno es el tren eléctrico limonense de carga. La idea central es un tren que reemplace el existente, encargado de transportar diversos materiales –desde metal hasta fruta– que funciona diariamente, condicionado al deterioro de las antiguas locomotoras de diesel.

El nuevo tren no solo será eléctrico y, por ende, cero emisiones, sino que ampliará la ruta del actual. Recorrerá Valle de la Estrella-Limón-Río Frío y se ampliará hasta Chilamate, con el objetivo de crear un nuevo corredor logístico en unión con los puertos operados por Japdeva y APM Terminals, según explicó Elizabeth Briceño, presidenta Ejecutiva del Incofer.

El estudio de prefactibilidad estará listo a finales del 2019, mientras que las obras deberían iniciar en el segundo semestre de 2020. El costo total de la obra es de $450 millones.

Este es uno de los proyectos potenciales que se podría financiar con el canon de Japdeva, tras la entrada de la Terminal de Contenedores de Moín (TCM). Los primeros $750.000 fueron otorgados por el BCIE para financiar la etapa de factibilidad. Mientras tanto, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) asumirá la construcción de la catenaria.

Aunque es un proyecto exclusivamente para el trasiego de mercancías, uno de los objetivos es descongestionar la ruta 32, a raíz de la necesidad de menos camiones. Además de dinamizar la economía de la Región Atlántica.