EE. UU. otorga a Intel incentivos por unos $20.000 millones para desarrollo de microchips

Gracias a estas inversiones, se espera la creación de cerca de 30.000 empleos directos y “el mantenimiento a decenas de miles de puestos de trabajo indirectos”

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La Casa Blanca anunció este miércoles un paquete de ayuda financiera y subvenciones por casi $20.000 millones para que el gigante estadounidense Intel aumente su producción de semiconductores, componentes tecnológicos esenciales en el desarrollo de la expansiva tecnología de la Inteligencia Artificial (IA).

Es la mayor cantidad de asistencia financiera anunciada hasta la fecha por la administración del presidente demócrata Joe Biden para hacer frente al poder de China en ese sector, ahora crucial en el avance firme de la IA.

“El Departamento de Comercio ha llegado a un acuerdo preliminar con Intel para proporcionar hasta $8.500 millones en financiación directa y $11.000 millones en créditos al amparo de la Ley de Chips y Ciencia”, informó la Casa Blanca en un comunicado.

Esta ley, que data de 2022, prevé $52.700 millones para impulsar la producción de chips informáticos en Estados Unidos.

El mandatario decidió hacer este anuncio en Arizona (sur) durante un viaje enmarcado en su campaña electoral de cara a los comicios de noviembre, en los que busca su reelección, tratando de apuntalar su imagen en estados que probablemente serán decisivos para su revancha ante el expresidente republicano Donald Trump (2017-2021), que pretende con fuerza volver a la Casa Blanca.

El estado del suroeste fue escenario de una de las contiendas electorales más reñidas de los comicios de 2020 y Biden le ganó allí a Trump por apenas 10.457 votos.

La financiación anunciada por Biden este miércoles se utilizará “para construir y ampliar la infraestructura de Intel en Arizona, Ohio, Nuevo México y Oregón”, precisó el gobierno.

Gracias a estas inversiones, se espera la creación de cerca de 30.000 empleos directos y “el mantenimiento a decenas de miles de puestos de trabajo indirectos”.

La mayoría de esos puestos estarán destinados a Ohio y Arizona, considerados estados “bisagra” para volcar su apoyo a los demócratas o republicanos en las presidenciales del 5 de noviembre. De ahí el interés del gobierno Biden por el anuncio.

Problema de seguridad

La secretaria de Comercio, Gina Raimondo, declaró a los periodistas antes del anuncio oficial que Intel tiene previsto invertir más de $100.000 millones en el desarrollo de esa industria.

Según la funcionaria, es una de las mayores inyecciones jamás realizadas en la industria de semiconductores del país.

La iniciativa acercará a Estados Unidos a su objetivo de producir el 20% de los chips más modernos del mundo en 2030 partiendo del nivel cero actual, detalló Raimondo.

“Dependemos de un número muy reducido de fábricas en Asia para todos nuestros microprocesadores más sofisticados. Esto es insostenible e inaceptable”, comentó la secretaria.

“Es un problema de seguridad económica. También es un problema de seguridad nacional. Y vamos a cambiar eso”, añadió.

El “regreso” de EE. UU.

La Casa Blanca reveló también que Intel tiene la intención de acogerse a una desgravación fiscal por inversión de hasta el 25% sobre algunos gastos de capital, lo que podría aumentar significativamente el apoyo financiero que reciba del gobierno estadounidense.

Ese mecanismo de crédito fiscal está vinculado a una política separada de la administración Biden, también adoptada en 2022, llamada Ley de Reducción de la Inflación.

“La inversión de Intel es una parte emocionante de la historia del regreso de Estados Unidos, con la fabricación de semiconductores de vanguardia volviendo al país por primera vez en 40 años”, dijo a los periodistas la asesora económica nacional de Biden, Lael Brainard, en el mismo anuncio.

“Con el apoyo de la Ley CHIPS, la inversión de $100.000 millones de Intel está cumpliendo la promesa del presidente Biden de construir el futuro de la industria de los semiconductores aquí mismo en Estados Unidos, con trabajadores estadounidenses”, añadió.