Italia parece tener el viento a favor para dejar atrás la crisis económica fruto de la pandemia

Empresas recuperan el optimismo, el desempleo baja y el crecimiento económico supera el 5%

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Italia quiere dejar atrás los desastres económicos provocados por la pandemia de coronavirus y parece tener el viento a favor, en un momento en que las empresas recuperan el optimismo, el desempleo baja y el crecimiento económico supera el 5%.

Un ambiente de optimismo parece reinar en el mini-Davos que ha organizado The European House-Ambrosetti en Cernobbio, a orillas del lago Como, donde se reúne hasta el domingo lo más granado de la industria italiana y representantes internacionales del mundo de las finanzas.

"Hace 20 años que Italia no ha conocido unas tasas de crecimiento así", declaró entusiasmado el presidente del banco Intesa Sanpaolo, Gian Maria Gros-Pietro.

"Este año, esperamos un nuevo aire de cambio y de recuperación", apuntó por su parte el ministro de Administraciones Públicas, Renato Brunetta.

Nadie discute que hay un "efecto Draghi", el expresidente del Banco Central Europeo (BCE) al que se le atribuye la salvación de la zona euro en 2012, en plena crisis de la deuda, y cuyo nombramiento en febrero al frente de un gobierno de unidad nacional fue muy bien acogido por los mercados.

"Los empresarios lo ven como un elemento de estabilidad, competencia y credibilidad internacional", dijo a la AFP Giovanni Bossi, presidente del grupo financiero italiano Cherry 106.

Esto hace que el ánimo de los empresarios se fortalezca, “lo que los lleva a afrontar el futuro con optimismo y a invertir, algo clave en el crecimiento económico”, explicó Bossi.

Otro factor decisivo ha sido que Italia ha heredado la mayor parte del enorme plan europeo de reactivación económica, dotado con 750.000 millones de euros ($890.000 millones), y podrá gastar 191.500 millones ($227.000 millones) provenientes de las arcas de Bruselas.

Victorias

Sin embargo, Mario Draghi quiso mostrarse más cauteloso. “La economía continúa creciendo más de lo previsto, pero no hay que dormirse en los laureles. Hay que conseguir mantener una tasa de crecimiento más alta que la de antes de la pandemia”, advirtió el jueves 2 de setiembre.

No quiso olvidar que Italia había registrado una caída histórica del 8,9% de su PIB en 2020, su peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial, lo cual explicaría el efecto rebote.

El ánimo de los italianos también creció por el triunfo de la Squadra Azzurra en la Eurocopa de fútbol, que debería tener consecuencias en la economía del país, y el número récord de medallas ganadas en los Juegos Olímpicos de Tokio, además de su victoria en el tradicional festival de la canción Eurovisión.

La península también parece estar cerca de cumplir con su plan de vacunar contra COVID-19 al 80% de la población para finales de setiembre, lo que le evitaría tener que someterse de nuevo a unos confinamientos que entorpecerían la recuperación, calificada de “pequeño milagro económico” por Carlo Bonomi, presidente de Confindustria, la principal patronal del país.

¿Volverá la extrema derecha?

¿Revivirá Italia un renacer económico como el de las décadas de los 1950 y 1960?

"No estamos en esas. Veremos si la tasa de crecimiento actual se confirma en 2022 y 2023", matizó Bossi.

En los últimos años, Italia ha estado a menudo a la cola en términos de crecimiento en la eurozona: entre 1999 y 2019, su PIB solo subió un 7,9%, mucho menos que los de otros países como Alemania (30,2%), Francia (32,4%) y España (43,6%).

Este año, "el aumento del PIB italiano podría alcanzar hasta el 6%, mucho más de lo que preveía el gobierno en abril (4,5%), esperemos que no haya nuevos confinamientos", declaró a la AFP el economista Carlo Cottarelli.

“El PIB debería recuperar su nivel de antes de la pandemia en el primer trimestre de 2022”, vaticinó Cottarelli.

Aún así, sigue existiendo una "incertidumbre política" de peso que le preocupa: si Mario Draghi "permanecerá suficiente tiempo en el cargo como para poner en marcha las reformas" previstas en el plan de recuperación.

Quizá podría verse inclinado a presentarse a la presidencia italiana cuando Sergio Mattarella termine su mandato, en enero de 2022, lo cual abriría la vía a que la extrema derecha de Matteo Salvini llegue al poder.