La utopía de concluir la ampliación de la ruta 32 en tres años

El reproceso de los diseños y la historia sin fin de las expropiaciones, auguran una inminente extensión del plazo de la obra que estaba programada para concluir en setiembre de 2020

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La ampliación de la ruta 32 representa la esencia de la burocracia costarricense. Experimenta un avance aletargado, lleno de reprocesos y, para concluir las obras, el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) deberá buscar un préstamo adicional por $65 millones.

Aún así la administración Alvarado Quesada se impuso una meta utópica: concretar la ampliación de los cuatro carriles que van desde el cruce de Río Frío hasta el centro de Limón en este cuatrienio. Así consta en el Plan Nacional de Desarrollo y de Inversiones Públicas del Bicentenario 2019-2022.

A enero del 2019 la ampliación de la carretera, una obra que es urgente para la provincia y más aún con la entrada de operaciones de la nueva Terminal de Contenedores de Moín (TCM), solo tenía un avance del 5%.

El principal desafío que enfrenta el proyecto son los rediseños de las obras que son prioritarias para la seguridad y el desarrollo de las comunidades aledañas, pero que no fueron contempladas en el plano original.

Además, las expropiaciones se convierten en un obstáculo más para el avance.

El reproceso de los diseños y la historia sin fin de las expropiaciones auguran una inminente extensión del plazo de la obra que estaba programada para concluir en setiembre de 2020.

Avance marginal

Los avances a lo largo de los 107 kilómetros de ampliación de la carretera Braulio Carillo son medianamente perceptibles, pues las tareas constan de limpieza, corta de árboles y cortes del relleno en la carpeta asfáltica.

También se avanza con la construcción de 15 puentes nuevos, en localidades como Río Blanco y Río Corinto, cuyo avance general es del 8%.

Nombre del puentePorcentaje de avance
Río Corinto  15% 
Río Blanco  21% 
Río Danta 20% 
Río Toro Amarillo 7% 
Río Molinos 20% 
Río Guácimo 18% 
Río Guacimito  7% 
Río Parismina  25% 
Río Barbilla  15% 
Quebrada Calderón 24% 
Río Aguas Claras  20% 
Río San Miguel  20% 
Río Cuba  7% 
Río Rojo  20% 
Río Toro  8% 

Fuente: Conavi

Todas esas tareas suman un progreso global del 5% y para este año la meta sería llegar al 20%, según indicó Kenneth Solano, ingeniero del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) a cargo del proyecto.

El aletargado proceso no es el único problema, a esto se le suman las obras adicionales que se deberán edificar para garantizar el desarrollo y la seguridad de las comunidades aledañas a los 107 kilómetros de ampliación.

En este punto el proyecto se atasca, pues enfrenta una seguidilla de obstáculos que encarecerán y retardarán aún más su avance.

El reproceso costaría $2 millones –solo en los rediseños– y se necesitarían cerca de $65 millones más para construir las obras que no estaban contempladas originalmente, según indicó Solano a EF.

Lo que se prevé construir son pasos sobre vía, intercambios pequeños, puentes peatonales, bahías de autobús, ciclovías y marginales.

Para el imprevisto, el Conavi financiará de su presupuesto los planos nuevos, no obstante, disponer del dinero no es garantía de agilidad. A enero la institución dependía de “un cambio administrativo” para poder realizar las modificaciones de los diseños.

Mientras que para las obras nuevas “el Gobierno está valorando algunas alternativas, todas de créditos externos”, según manifestó Rodolfo Méndez Mata, ministro de Obras Públicas y Transportes, a EF.

Recurrir a un crédito internacional implica un desafío, ya que requiere de la aprobación por parte de la Asamblea Legislativa.

Al trámite legislativo se sumaría una tarea más, solicitar una adenda a la Contraloría General de la República (CGR).

En el pasado el incremento en el costo del reforzamiento del puente de la platina –bautizado en el 2017 como Puente Alfredo González Flores– requirió de una autorización por parte del ente contralor.

Inminente extensión del plazo

Desde un inicio, se estableció que el proceso constructivo tardaría 34 meses, por lo que el proyecto debería concluir en setiembre del 2020. Sin embargo, esa meta cada vez es más lejana.

La idea del jerarca de extender el plazo está en la misma frecuencia de Zhou Jingxiong, director de la empresa China Harbour Engineering Company (CHEC), quien afirmó a La Nación que inevitablemente tendrán que pedir una prórroga.

Entre las razones que brinda para tomar en cuenta esta posibilidad es el perfeccionamiento del diseño y que cuando se dio la orden de inicio la administración no había arrancado con las 1.400 expropiaciones.

Este tema sigue generando atrasos, ya que aún existen 86 expedientes pendientes de expropiación. Solano comentó a EF que, ante este panorama, se está realizando una revisión del diseño para ajustarlo al derecho de vía, lo cual reduce la cantidad de expropiaciones en 60%.

Una vez que se determina la necesidad de expropiar se elabora un plano de catastro y se realiza el trámite de inscripción ante el Registro de la Propiedad.

La ampliacion de la carretera Braulio Carrillo tiene un costo de $465 millones, $396 millones provienen de un empréstito con el Eximbank y $69 millones corresponden a una contrapartida nacional.