El principal arma del Gobierno de cara a la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) es el impuesto a las transacciones bancarias. Con este nuevo tributo el Ejecutivo espera recaudar la mital de la meta que presentarán ante el fondo para poder acceder a un préstamos de $1.750 millones para sanear las finanzas públicas
El nuevo gravamen reprentaría en el 2021 y 2022 un 3% por año, el Producto Interno Bruto (PIB) y en los dos años siguientes, un 2% en cada uno. El impuesto es de 0,3% para los dos primeros años y de 0,2% para los siguentes.
Sin embargo, la propuesta de gravar las transacciones bancarias deja dudas. ¿Qué pasa, por ejemplo, cuando la transferencia que se realiza es el pago de las cuotas de los trabajadores en sus cuentas de pensión complementaria? El presidente del Banco Central de Costa Rica (BCCR), lo explica en el siguente video: