El presidente de la Refinadora Costarricense de Recope (Recope), Juan Manuel Quesada, ordenó desmantelar por completo la infraestructura de la antigua refinería de la institución en Moín, Limón. El proceso debería culminar en lo que resta de este año, según la empresa estatal.
“Dadas las malas condiciones en que se encuentra la vieja refinería, de forma decidida, he girado instrucciones claras y precisas de remover por completo esa infraestructura, habiendo concluido que es lo más conveniente para la empresa y el país”, indicó Quesada en un comunicado de prensa.
Recope se encuentra actualmente en un proceso de diagnóstico para su reestructuración y el desmantelamiento de su vieja refinería es un paso dentro de la misma.
La institución aseguró que con ello se buscan prevenir riesgos de accidentes y un eventual colapso de la infraestructura, al tiempo que se despeja el terreno. La entidad no precisó la extensión del espacio físico; sin embargo, señaló que podría ser utilizado para “futuros proyectos que contribuyan a la competitividad de la empresa y del país”.
Recope también señaló que se guardarán y se reutilizarán las partes de la infraestructura que estén en buen estado como bombas, compresores, válvulas, turbinas, recipientes y motores. Todo el material restante que no se pueda reutilizar porque no se necesita o porque está en mal estado (chatarra) se pondrá a la venta para generar posible ingresos adicionales a la institución.
11 años sin refinar
Recope acumula ya 11 años sin refinar petróleo, a pesar del peso que tiene esa palabra en su propio nombre.
Desde 2011, Recope realiza la compra, el almacenamiento, la distribución y la comercialización de combustibles que importa ya refinados al país. Según la entidad, su personal se ha reducido en un 12% desde entonces.