A solo dos días de que la Asamblea Legislativa deba votar para elegir a la persona que ocupará su presidencia en la legislatura 2024-2025, el actual jerarca del Congreso, Rodrigo Arias, parece haber amarrado los votos suficientes para lograr una segunda reelección consecutiva sin necesidad de sumar en su cuenta los votos nulos en un eventual desempate.
Si ningún diputado cambia de criterio de última hora, el legislador y exministro de la Presidencia del Partido Liberación Nacional (PLN) empezará su tercer año al mando en Cuesta de Moras a partir de este 1.° de mayo.
Arias alcanzó el respaldo de 30 congresistas con el apoyo recién anunciado de los diputados del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), Vanessa Castro y Carlos Felipe García; quienes se terminaron decantando por el liberacionista en detrimento de la candidatura que lanzó su propio partido para la elección del exalcalde de Belén, Horacio Alvarado.
Castro, al igual que Alvarado, había manifestado su deseo de optar por la presidencia del Congreso, mientras que García también se había postulado para el cargo de jefe de fracción de su bancada; pero ninguno tuvo éxito.
La legisladora tenía la intención de aspirar a la presidencia legislativa desde inicios de año, pero el 7 de marzo indicó que “el gobierno, a través de doña Pilar Cisneros, manifestó que estaba vetada” para el cargo y que así se lo hizo ver su fracción, sin ninguna reticencia.
Cisneros había rechazado el supuesto veto por parte del Ejecutivo, aunque admitió que Castro no despertaba simpatía entre el oficialismo.
Gilbert Jiménez, el único diputado del PLN que seguía sin respaldar la candidatura de Arias, también anunció que cambió de criterio. Él consideró inicialmente que la figura de Arias estaba desgastada como presidente del Congreso y se presentó como posible alternativa, pero finalmente respaldará a su compañero de bancada.
Rodrigo Arias ya sumaba el respaldo seguro de 27 legisladores: 18 de los 19 de la fracción liberacionista (ante la indecisión de su compañero Gilbert Jiménez, quien también planteó su intención de aspirar al cargo), los siete que componen la fracción del Partido Nueva República (que dieron su adhesión al verdiblanco el 23 de abril pasado) y las diputadas Luz Mary Alpízar y María Marta Padilla, quienes ingresaron al Congreso por medio del mismo partido que llevó al presidente Rodrigo Chaves al poder, pero ya no se definen como parte del oficialismo.
Para acceder a la presidencia del Congreso se requieren los votos de al menos la mitad más uno de los legisladores presentes en el momento de la votación. Si en la sesión se encuentran los 57 posibles, el número mínimo de diputaciones requerido es de 29.