4 cuentas bancarias que le servirán para ordenar sus finanzas personales

Algunos bancos ofrecen la posibilidad de dividir el dinero en mecanismos como sobres

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En medio del alto nivel de endeudamiento de los costarricenses y con la proximidad del aguinaldo que llegará en diciembre, mantener unas finanzas personales ordenadas cobra más importancia.

Más allá de una medida temporal, manejar las finanzas personales de forma inteligente debe ser parte del estilo de vida de cualquier persona.

EF conversó con Roberto Olivas, asesor financiero, quien recomienda usar cuatro cuentas bancarias con objetivos específicos para tener una finanzas personales sanas.

Los gastos

Esta es una cuenta en la que queda el presupuesto destino a todos los gastos que se proyectan tener en la quincena o el mes, una vez recibido el salario o cualquier ingreso.

Los gastos dependerán de cada persona y su estilo de vida. Aquí irá todo lo relacionado con gastos del hogar, estudio, entretenimiento, pago de deudas y otras categorías.

“Todo lo que se quede en la cuenta de gastos se gasta. La idea es que solo quede lo que mi presupuesto dice que voy a gastar en ese mes”, explicó Olivas.

Hay gastos fijos que se repiten cada mes o cada quincena, pero otros como paseos planeados o salidas a comer pueden ir fluctuando de un mes a otro.

Las provisiones

Esta cuenta tiene que ver con aquellos gastos que se repiten cada año o cada semestre y que se pueden prever. Por ejemplo, regalos de días festivos como el Día de la Madre o cumpleaños, la entrada a clases de los hijos, el marchamo, regalos de Navidad, entre otros.

La recomendación es sumar cuánto será el gasto anual en todas estas actividades, dividirlo entre 12, y así obtendrá el monto mensual que debe apartar para cubrir tales salidas de dinero.

Cuando llegue el momento de hacer un gasto previsto, podrá acudir a esta cuenta y no desequilibrar su estabilidad del momento.

El ahorro y la inversión

“Primero me pago a mí y luego gasto”, mencionó el asesor en referencia a la prioridad del ahorro.

La recomendación es ahorrar al menos un 10% de los ingresos, algo que se debe apartar en el momento en que se reciben las entradas de dinero, así se elimina la práctica de primero gastar y luego ahorrar lo que queda. El problema es que con frecuencia no queda nada.

El ahorro puede evolucionar a la inversión si se trata del largo plazo a través de diversos instrumentos, con base en las metas y el perfil de inversionista de cada persona.

No obstante, la capacidad de ahorro e inversión depende de la situación de cada persona. Si se tienen deudas que superan el 30% de lo ingresos, lo cual se considera el umbral máximo de equilibrio, debería priorizarse el pago de estas.

Las emergencias

Se aconseja tener un fondo de emergencia para saldar situaciones imprevistas como una urgencia médica o un accidente de tránsito. Un cálculo estándar es que los fondos de esta cuenta deben poder cubrir de tres a seis meses de gastos o, al menos, un equivalente a $1.000 si se está endeudado.

Una vez que se llega a ese umbral, no es necesario seguir alimentando este fondo todos los meses.

La cantidad de meses varía según las obligaciones de cada persona. Si se es padre o madre con hijos que mantener serán necesarios más meses de fondo de emergencia que un profesional soltero, por ejemplo.

Entonces, en un caso de una persona con un ingreso neto de ¢1 millón, este podría ser el escenario: ¢700.000 se quedan en la cuenta de gastos y los otros ¢300.000 se dividen en tres para cada una de las otras tres cuentas.

Otro punto es que no necesariamente deben ser cuentas, pues algunos bancos ofrecen la posibilidad de dividir el dinero en mecanismos como sobres.

Malos hábitos

La Oficina del Consumidor Financiero (OFC) comentó que existe poca información sobre el manejo de cuentas que hacen los usuarios bancarios costarricenses. Los datos los suelen generar las entidades financieras.

No obstante, la entidad observa que existe alto acceso a cuentas bancarias en la población, aunque un reto es aumentar ese nivel aún más.

“Las cuentas en sí mismas no mejoran nuestro bienestar financiero, es el uso que les demos”, aseguró Danilo Montero, director general de la OFC.

Montero comentó que no revisar el estado de cuenta y carecer de un presupuesto son dos errores comunes. También lo es no tomar decisiones sobre los gastos hormiga, aquellos pequeños gastos que se dan casi a diario y que, en el fondo, son innecesarios.

Olivas agregó que un error frecuente que nota en sus consultas es que los asalariados e incluso emprendedores manejan todo en una sola cuenta, lo que obstaculiza tener un orden financiero y abre la puerta a gastarlo todo.

EF consultó al Banco Nacional y a BAC Credomatic, los dos principales emisores de tarjetas bancarias personales, pero ninguno respondió a las consultas al cierre de esta nota.