CCSS inicia proceso para cerrar Yanber debido a deuda pendiente que supera los ¢460 millones

Hubo acercamientos entre ambas entidades para llegar a un arreglo de pago, sin llegar a un proceso formal

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La Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) inició el trámite para proceder al cierre de la Corporación Yanber S.A, empresa que le adeuda ¢460 millones, por concepto de cuotas obrero-patronales.

Este pendiente data de noviembre del 2017, a la fecha, y ubica a la compañía entre los mayores morosos activos.

Entre el total de empresas activas que adeudan dinero a la Caja, Yanber tiene la séptima deuda más grande. Además, es el tercer mayor deudor con impago, en el segmento de la industria manufacturera, explicó José Rojas, jefe del Área Control de Morosidad de la Dirección de Cobros de la CCSS.

De acuerdo con el artículo 48 de la Ley Constitutiva de la Caja, la sanción de cierre sería por un periodo de cinco días, prorrogable por otro periodo igual en caso de que la deuda permanezca, dijo Rojas.

La Caja cuenta con un reglamento que abre las puertas para formalizar acuerdos de pago con patronos en estado de morosidad.

“La empresa (Yanber) ha tenido acercamientos con la CCSS y se le ha brindado la información sobre opciones que la institución establece en su normativa”, añadió Rojas.

Ante la consulta de si la Caja estaría dispuesta a negociar un arreglo de pago con Yanber, la respuesta fue sí. Sin embargo, a la fecha no existe ninguna solicitud formal.

Desde inicios de julio, Francis Durman, actual propietario y presidente de Yanber, confirmó a EF que buscaba el apoyo de diferentes instituciones públicas para renegociar deudas y mantener las operaciones de la empresa costarricense.

Entre las instituciones con las que negociaba una readecuación de las deudas estaban los bancos públicos y con la Caja buscaba un arreglo de pago.

Durman explicó que la planta de Yanber en Costa Rica seguía fabricando plásticos y resinas para vender a clientes dentro del país y exportar a otros mercados como Perú, Colombia y Centroamérica.

“Seguimos produciendo y seguimos vendiendo de forma importante”, apuntó Durman. Lo que el empresario busca es “poder salir de esta etapa de restructuración para comenzar a crecer nuevamente”.

Las opciones para un arreglo de pago con la Caja

Dentro de los caminos que permite tomar el reglamento de la CCSS está la posibilidad de formalizar un convenio de pago, que es un acuerdo donde el deudor realiza un pago inicial, mientras el resto de la deuda se paga en cuotas mensuales.

Esas mensualidades incluyen amortización e intereses sobre saldos, a un plazo de tres años.

Otra de las vías, es la formalización de arreglos de pago. Al igual que en los convenios, se realiza un pago inicial y por el resto de la deuda se pagan cuotas mensuales. Sin embargo, en este caso se solicita una garantía, por ejemplo, hipotecas en primer o segundo grado, cédulas hipotecarias, títulos valores, garantías de cumplimiento, entre otras.

El plazo máximo del arreglo de pago varía según el tipo de garantía, pero puede ser de 7 a 12 años.

¿Cómo procede la CCSS ante impago?

En caso de atraso, la Caja inicia el cobro administrativo. Este es el paso en el que se realizan llamadas, se notifican avisos de cobro y hasta puede iniciar el procedimiento para el cierre del negocio; que fue lo que ocurrió con Yanber.

Además, en última instancia, y en caso de existir elementos para el cobro judicial, se presentan las demandas judiciales en los Tribunales de Justicia.

El caso Yanber

Tras una serie de errores administrativos, mal manejo de las finanzas y un alto nivel de endeudamiento, Yanber, que estaba bajo el mando del empresario Samuel Yankelewitz, fue otorgada como pago a los bancos, que designaron a Durman como el encargado de salvar la compañía.

Yanber se acogió a un convenio preventivo en mayo del 2015 para renegociar deudas por $62 millones con 41 acreedores con el visto bueno del Juzgado Concursal del I Circuito Judicial de San José.

Una presentación que se titula “En la encrucijada final” desnudó, entre otras cosas, una serie de problemas en la gestión de Yanber. Su autor es Ronald Soto, exgerente general de la empresa, quien alertó a Yankelewitz en enero del 2012 de la crítica situación que enfrentaba la compañía, desde entonces al filo de la quiebra.

El tiempo y las investigaciones revelaron que Yankelewitz presuntamente utilizó estados financieros maquillados para conseguir dinero de los bancos, aunque supuestamente sabía que la empresa estaba mal. Lo mismo se alertó en enero del 2012 ese informe del cual EF tiene copia.

Durman y su socio Allan Rodríguez adquirieron Yanber en noviembre del 2016. Casi dos años después la compañía continúa la lucha contra la desconfianza que ha generado su caso y trata de levantarse en un mar de deudas.