El agricultor Luis Fernando Calvo tenía la costumbre desde hace varios años de guardar todas las monedas que iba generando en un cajoncito, especialmente las de ¢100 y ¢500. Al final de año, constataba que había almacenado montos de hasta ¢300.000, que le servían para asumir algún gasto familiar y lo "salvaban".
Hace como dos años, se enteró de la existencia de la herramienta de ahorro programado, que le permite fijar un monto para que se lo rebajen de su cuenta cada cierto tiempo y ganar intereses.
Por aproximadamente dos años, le hicieron rebajos quincenales y así logró acumular más de ¢2 millones para comprarse un carro. El resto lo financió con un crédito.
Se trata de una camioneta, que hoy usa para hacer mandados y salir con su familia. Su otro vehículo, "más viejito", lo usa para trabajar.
Con determinación y motivado por el progreso que iba viendo, no se rindió, siguió ahorrando, hasta que cumplió su meta.
Hoy se mantiene ahorrando para otros propósitos y le rebajan ¢20.000 por semana en su plan de ahorro automático.
Luis Fernando también es presidente del Centro Agrícola Cantonal de Santo Domingo (en Heredia) y, de las dietas que recibe cuando participa en alguna sesión, la mitad ya tiene un destino: ahorrar.
En dicho Centro ha promovido que los miembros de la junta directiva y el personal incorporen este hábito, pues ha sido testigo en su vida de los buenos resultados que se consiguen por medio de él.
Gracias a ello, algunos de los personeros han podido guardar para pagar sus marchamos y asumir otras necesidades. La idea es extender esta costumbre entre los demás afiliados.
Uno de los ingredientes esenciales para verdaderamente alcanzar las metas de ahorro y no perderse en el camino es ser constante, persistente, hasta necio.
De lo contrario, en medio de tantas ‘tentaciones’ que muchas veces se presentan de gastar el dinero, caerá en ellas y se le dificultará más.
¿Cómo ejercitar la constancia y tratar de recortar la mayor cantidad de gastos, así como generar dinero extra?
1-Deje las excusas y arranque
“No es posible ahorrar”, “solo los ricos pueden hacerlo”, “Costa Rica es muy cara, con estos precios es imposible ahorrar”, “empiezo a ahorrar cuando me paguen el aguinaldo”, “si me aumentan el salario, ahorro”.
Estas son tan solo algunas excusas que ha escuchado la coach ejecutiva y mentora financiera Tania Jiménez al asesorar a sus clientes.
Por eso, ella recomienda a las personas analizar cuál es la creencia que se tiene relacionada con el ahorro.
¿Es positiva o negativa? Si es negativa, cámbiela y entienda que por medio de él podrá afianzar sus proyectos.
“El ahorro sí es para todos, es posible. Implica un solo paso, que es decidirlo”, enfatizó Jiménez.
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2-Comprométase con usted mismo
Establezca un plan de ahorro: usted lo define, dentro de sus posibilidades.
Como hemos mencionado en otras de nuestras publicaciones sobre este tema, lo ideal es ahorrar entre un 10% y un 20% de sus ingresos.
Sin embargo, si piensa que eso es mucho dinero, vaya guardando lo que pueda.
Veamos un ejemplo: si guarda ¢10.000 al mes desde este mes de marzo, en diciembre tendrá ¢100.000 que le pueden servir para solventar alguna necesidad o para darse un gustito a fin de año.
Karoní Ocampo, propietaria de Krece Coaching Financiero, sugirió crear una “hoja de compromiso” y firmarla, en la que la persona defina un plan para reducir costos y en el que fije sus objetivos de ahorro.
La idea de firmarla es darle una mayor formalidad al tema y obligarse a cumplir con su propia palabra.
"Yo Karoní Ocampo me comprometo a reducir mis gastos de la siguiente forma y los enlisto. Por ejemplo, voy a reducir el consumo de gasolina en ¢5.000, voy a reducir las salidas a comer de cinco a tres y voy a disminuir las idas al cine", ilustró la coach.
Ocampo también aconsejó crear elementos visuales de lo que desea para no perder el enfoque.
Por ejemplo, si su meta de ahorro es viajar a Europa, haga una especie de collage con imágenes de los lugares que quiere visitar, coloque una foto suya y de un avión. Péguelo en un lugar visible, al que acceda constantemente, como su cuarto o baño.
Así se motivará más y mantendrá sus ojos en su plan.
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3-Vuelva a los ‘chanchitos’
Ahorrar no tiene que ser algo aburrido. Un instrumento muy útil para hacerlo son las alcancías.
Hoy día muchos emprendedores se dedican a este tipo de negocios y crean alcancías llenas de colores y de elementos creativos, dentro de ellos Los Chanchos de Meli, Oink, Mis Chanchitos, Alcancías Personalizadas.
Conviértase en un recolector de monedas y almacénelas en estos chanchitos.
A final del año o unos meses después, verá cómo el ahorro en monedas puede ser bastante significativo.
Otro truco es ahorrar los vueltos que recibe cuando hace una compra en efectivo.
Haga la prueba en un mes o dos meses y su motivación crecerá, pues se dará cuenta de que sí es factible ahorrar.
4-¿Qué tal si vende lo que no necesita?
Hay personas que tienen un armario repleto de ropa, incluso hasta tienen varios, pero solo usan unas cuantas prendas, sus favoritas.
A todos nos ha pasado: compramos algo que nos gustó en la tienda, pero luego al llegar a casa nos damos cuenta de que no nos queda nada bien.
Sin embargo, lleva en el clóset años y está en perfecto estado.
O también puede que guardemos ropa que ya no nos queda, con la esperanza de volverla a usar algún día si logramos bajar esos kilos de más.
¿No sería mejor hacer espacio en el armario y vender aquello que definitivamente no usamos?
Lo mismo aplica para otros artículos que quizás ya ni vuelve a ver, como juegos electrónicos (porque ya tiene una mejor versión), bolsos, jarrones, cortinas u otros bienes.
Aquí es donde se vuelve atractivo organizar una venta de garaje o algo similar e invitar a sus conocidos, vecinos y amigos.
Establezca precios razonables (tiene que estar dispuesto a ceder), de acuerdo con la calidad del bien. Recuerde que la idea es deshacerse del artículo, organizar mejor su vivienda y obtener ingresos extra.
Igualmente, puede subastar los bienes o venderlos en sitios como Ebay.
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5-Busque formas de obtener ingresos extra
Ya sea que trabaje como profesional independiente o que tenga un empleo, siempre hay alternativas de obtener ingresos extra.
¿Tiene algún talento especial? Póngalo a disposición de alguien más y cree un pequeño emprendimiento a partir de ello.
¿Es bueno tocando guitarra, piano o algún instrumento, o sabe algún idioma? Haga anuncios y péguelos en sitios concurridos y empiece a dar clases los fines de semana.
¿Posee un área ociosa o un espacio que pueda servir para que alguien labore en él? Acondiciónelo y póngalo en alquiler.
¿Es bueno cocinando pasteles o haciendo helados? Haga una prueba un día: prepárelos e intente venderlos entre sus vecinos y amigos. Si tiene éxito, ya encontró una manera de generar un dinerito extra.
¿Tiene talento escribiendo? Pruebe suerte con un blog, que eventualmente puede generarle ingresos, o participe en algún concurso de escritura que otorgue algún premio.
Otra opción puede ser preguntarle a su jefe si le puede asignar tareas adicionales y así mejorar su salario.
También puede buscar algún trabajo los fines de semana, como pasear perros, cuidar niños o atender mesas en un restaurante.
6-Aproveche los instrumentos bancarios
Hoy día es muy común que las personas posean una cuenta bancaria. No obstante, si por algún motivo ese no es su caso, es recomendable abrir una, lo cual le brindará mayor seguridad y le permitirá ganar intereses.
Usualmente, los intereses no son muy altos, pero es mejor que no ganar nada, ¿no cree?
En algunos casos, existen cuentas de ahorro en las que los usuarios reciben intereses mayores a una cuenta común, especialmente cuando sus saldos son altos.
Por otro lado, como contamos en nuestra historia inicial (del agricultor Luis Fernando Calvo), usted puede emplear los ahorros programados o automáticos.
BN Ahorro Programado, del Banco Nacional, le permite guardar dinero para viajar, adquirir un vehículo, estudiar, ajustar la prima de su casa o lote, crear un fondo de emergencias o cualquier deseo que tenga.
Usted determina cuánto quiere que le rebajen, cada cuánto (semanal, quincenal o mensual) y por cuánto tiempo.
Esto le ayudará a ejercitar la constancia y de obligarse aún más a cumplir con sus designios.
Luis Roberto Méndez, director académico de la Escuela de Administración de Negocios de la Universidad Latina, aconsejó, dentro de lo posible, privilegiar el ahorro a largo plazo.
“Para tener éxito en el ahorro y tener esa constancia de largo plazo, tenemos que pensar en mínimo un ahorro de 12 meses. Ese es el inicio fundamental.
"No (dice alguna gente), voy a guardar dinero a un mes y después lo disfruto y lo consumo. Bueno, eso se vuelve un ahorro de contado, no hay realmente un efecto de capitalización y de acumulación del dinero en el tiempo”, reflexionó Méndez, quien enfatizó que se debe ahorrar siempre con un objetivo en mente y elaborar un presupuesto.
7-Cree su propio huerto
En cuanto a formas de recortar gastos, una alternativa puede ser empezar a sembrar sus propios cultivos, ya sea directamente en la tierra o aprender hidroponía.
Tomates, lechuga, apio, plantas medicinales son algunas opciones de lo que puede cosechar, especialmente si suele consumir mucho estos productos.
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De esta forma, no solo habrá hallado un nuevo pasatiempo, sino que también puede ahorrar y directamente controlar cómo se cultiva lo que come.
Muchas veces se adquieren productos, pero no se sabe qué químicos se les añadieron.
En Costa Rica, existen diversas empresas que le pueden capacitar u ofrecerle los productos, como Huertas Donde Sea, Cultura Hidropónica, TecFarmer, entre otros.
Puede que al inicio tenga que invertir un poco. Sin embargo, una vez que gane experiencia será más sencillo y habrá valido la pena.
8-Dígale adiós a los gastos innecesarios
¿Al inicio de este año se propuso ser una persona más saludable, se inscribió al gimnasio y todos los meses le rebajan la cuota, pero ni siquiera se aparece?
Es momento de revisar ese tipo de gastos y tomar una decisión.
Haga un análisis. Tal vez el ejercicio a través del gimnasio no sea lo suyo y por eso le rehúye. Busque otra opción que le llame más la atención y elimine esa suscripción que le está generando un costo.
Si está afiliado a servicios de cable o de streaming y no los está usando, valore prescindir de ellos y así usar ese dinero para ahorrar.
Si come mucho algún producto que resulta más oneroso, como ciertas carnes o hasta golosinas, reduzca su consumo y sustitúyalo por algo más económico y nutritivo, como frutas o ensaladas.
Si tiene algún mal hábito que también le afecta a su bolsillo, motívese, busque ayuda (si es necesario) y deséchelo.
Por ejemplo, si fuma, ¿ha examinado cuánto invierte al mes en la compra de las cajetillas de cigarrillos? ¿Qué pasaría si ahorrara ese dinero? ¿Cuánto tendría en su cuenta?
Si le obsesionan las compras y gasta un alto porcentaje de su salario en adquirir cosas que realmente no requiere, piense cuánto habría ahorrado.
Empiece desde ya a cambiar su perspectiva y a destinar ese dinero a proyectos que le aseguren un mejor futuro.