¿El vehículo es el machete de su pyme? Seis medidas para mantenerlo en buen estado

Las empresas, emprendedores y quienes trabajan por cuenta propia deben adoptar varias prácticas para no quedarse varados

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Con las entregas a domicilio el vehículo se convirtió en el machete de trabajo más importante para quienes realizan servicios de delivery y para empresas que brindan express, más de lo que era antes de la pandemia. También lo es para los profesionales y trabajadores independientes que deben trasladarse hasta los clientes.

“La inversión en el vehículo más bien debe generar productividad”, dijo José Andrés Acosta, gerente del Car Club Firestone, de la firma Bridgestone.

Por esa razón las pymes, emprendedores y quienes trabajan por cuenta propia deben adoptar varias prácticas diarias y rutinarias para no quedarse varados ni con el vehículo ni con el negocio.

En todos los casos tenga en cuenta los servicios de mantenimiento a domicilio, como los del Car Club Firestone o AutoPits, que cuentan con unidades móviles y cuyo uso se incrementó desde el 2020 por la pandemia.

“Básicamente son servicios de mecánica rápida”, explicó Evans Monge, experto técnico de AutoPits, quien agregó que en aquellos casos donde se requiere un trabajo mayor el vehículo es trasladado a la sucursal más cercana y se devuelve una vez realizada la reparación. Los servicios más solicitados son los de mantenimiento básico, cambio de aceite, líquidos y baterías que son más rápidos y ágiles de realizar.

1. Revise el gasto

Lleve un control de gastos de sus vehículos, así como de su kilometraje y su rendimiento, establezca indicadores de alerta y esté monitoreando constantemente la productividad, la eficiencia y la rentabilidad de su administración.

“Si crecen los gastos de reparación de un vehículo hay que prestarle atención”, advirtió Acosta.

Un vehículo que debe llevarse al taller constantemente produce gastos por reparación y repuestos, así como puede obligar a la empresa a alquilar otro vehículo o la contratación de alguien que realice las entregas o la logística de insumos.

Recuerde que un vehículo en el cual el gasto de mantenimiento supere la relación 70/30 (70% en mantenimiento preventivo y 30% en correctivo) debe ser sustituido. Asimismo, si tiene más de tres años y más de 50.000 kilómetros aumenta los gastos, pues empieza a requerir de una mayor sustitución de piezas, más gastos de reparación y riesgos de calentamiento o más.

Superados esos niveles, la empresa o la persona debe valorar las opciones de financiamiento (en especial el arrendamiento) y otras facilidades de las empresas comercializadoras de vehículos.

2. Revise rutas y uso

Claro está que el rendimiento y la rentabilidad de un vehículo dependen de la marca o la calidad de fabricación, de los años de operación (especialmente si lo adquirió usado) y otros factores propios. Pero hay factores externos que deben tomarse en cuenta y que pueden ameritar cambios en la operación y decisiones administrativas.

Por ejemplo, se debe ver el tipo de vehículo y en cuáles caminos se utiliza, ya que si debe atravesar rutas con dificultades (caminos de lastre e incluso de tierra), cruzar acequias o ríos, o carreteras con problemas de asfalto es probable que amerite una revisión más constante y mayor cantidad de reparaciones.

Aquí debe analizar si puede optimizar las rutas para reducir gastos de combustible y aceite, así como de repuestos y reparaciones, o para evitar los caminos en mal estado.

Otra situación es, cuando hay varios vehículos, si uno de las unidades se utiliza más debido a disminuciones en las ventas y entregas. En este caso, el mayor uso de una unidad implica que deberá aumentar su mantenimiento preventivo. Pero ponga atención también a las unidades que salen menos, pues la inactividad de la máquina o el motor pasa factura con el deterioro paulatino.

3. Seguridad y eficiencia

El principio fundamental en la gestión de las unidades debe ser la seguridad: del operador o conductor, de las personas acompañantes y de las otras personas, tanto las que van en otros vehículos como los peatones.

El segundo principio es la eficiencia. “Un vehículo en buen estado garantiza el buen funcionamiento y las entregas, especialmente en la actualidad que se trabaja con entregas a domicilio”, recalcó Acosta.

4. Revisión diaria

Cada día Usted o el encargado del vehículo (si tiene una persona colaboradora que lo conduce para llevar materias primas o realizar entregas de compras) deben realizar la revisión diaria.

¿Ha escuchado de conductores que se quedan varados por falta de combustible en el vehículo? El mito urbano es una realidad y se debe a que se incumple esta elemental acción.

¿Qué debe revisar todos los días? Acosta indica que los chóferes de vehículos de entregas, agentes de ventas, maquinaria y propietarios deben revisar las llantas en primer lugar (que no tengan cortes o rasguños ni estén bajas de aire).

El estado de los neumáticos —aparte de la posibilidad de un incidente e incluso un accidente— puede generar aumento de gastos por combustible y otros insumos, ya que obliga al vehículo a un mayor esfuerzo por arrastre.

La revisión debe cubrir, también, el estado de las luces del vehículo (que no estén quebradas y que funcionen), el estado de los cinturones, frenos y combustible.

5. Mantenimiento preventivo

La revisión diaria es indispensable tanto como el mantenimiento preventivo, cuando se cumple el kilometraje o tiempo de operación mínimo, considerando las rutas que se toman.

Todas las personas propietarias de vehículos saben cuándo deben llevarlos para una revisión o chequeo de rutina. Pero no siempre se recuerda o se cumple.

El mantenimiento preventivo se asocia con cambio de aceite cada 5.000 kilómetros o seis meses y en vehículos de ruteo puede ser cada tres meses o incluso un mes.

La revisión preventiva empieza con el motor, particularmente la revisión y cambio de aceite, filtros de aire, bujías, refrigerante y frenos, entre otros, a partir del kilometraje o el tiempo recomendado.

En el caso de los frenos se debe evaluar el estado de las pastillas y de los discos, que no existan fugas. También se revisa la suspensión, que las piezas no estén dañadas o flojas. Hay que evaluar el estado de los compensadores y que no derrame aceite.

Las llantas también deben ser incluidas en cada revisión preventiva: presión de aire, rotación, balanceo y tramado o alienado, que son los “principales ladrones del kilometraje” de los neumáticos.

Los cambios del juego de llantas son aproximadamente cada 10.000 kilómetros o cada seis meses. La rotación, que implica cambiar de posición las llantas, mejora la eficiencia en su uso, lo que además permite duplicar el tiempo de reemplazo.

“El principio es el mismo: si se cuida, se mejora”, recordó Acosta.

La carrocería también debe estar incluida en este chequeo, desde el funcionamiento de las luces, espejos, cinturones, cabeceras (bien colocadas y en funcionamiento en asientos delanteros y traseros) y puertas hasta que no existan vidrios quebrados o con piquetes.

6. Mantenimiento correctivo

Una reparación puede ser obligada por un accidente o puede ser que algunas reparaciones sean menores.

Cuando un vehículo empieza a requerir más gasto por servicios de reparación y sustitución de piezas se debe hacer una análisis comparativo del gasto de reparación versus el costo de un activo (adquirido al contado, con financiamiento o con arrendamiento).

En todos los casos de sustitución de piezas la recomendación es usar repuestos originales, con garantía del fabricante. Es elemental, pero algunas personas suelen recurrir a otras opciones (desde repuestos de dudosa procedencia, usados e incluso hechizos) que pueden afectar al vehículo, en especial en la actualidad que se usan más componentes electrónicos. Al final podrían incrementar los gastos.

Recuerde que no se debe dejar ningún vehículo sin reparar. Al adquirir un vehículo cerciorarse de la disponibilidad de repuestos en el país, pues del contrario podría tener que tenerlo mucho tiempo sin operar mientras se importa la pieza. En el 2020 a nivel global, durante la fase más fuerte del confinamiento, se presentaron problemas de logística para el transporte de mercaderías, materias primas y otros insumos desde Asia y desde Europa.

Pero sobre todo recuerde: si el vehículo amerita más gastos en reparaciones o correcciones debe valorar ese costo versus adquirir vehículos nuevos.