Pareja ‘fiebre’ por los viajes diseña artículos especiales para viajeros

La Fiebre de Viajar ofrece mapas, libretas, álbumes, portapasaportes y otros productos para quienes exploran Costa Rica y el mundo

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Antes de conocerse, a la diseñadora publicitaria María Fernanda Quirós y al geólogo Alfonso Villalobos les encantaba explorar los rincones de Costa Rica y del mundo.

Después de que sus caminos se cruzaron y de hacerse novios hace tres años, emprendieron juntos aventuras a Europa, Guatemala, Argentina, Puerto Viejo de Limón y La Fortuna de San Carlos.

Ahora viven la odisea de tener su propia empresa, la cual diseña e importa artículos para personas como ellos, quienes disfrutan conocer otros destinos.

La idea del negocio surgió justamente de las necesidades que se iban dando cuando realizaban sus travesías.

“Tal vez este producto nos habría facilitado el viaje”, pensaban todo el tiempo.

Por ejemplo, no todos los países emplean el mismo tipo de enchufe para conectar aparatos eléctricos, por lo que llevar un adaptador universal habría hecho las cosas más sencillas.

Oportunidad

Ellos también detectaron que, si bien en el país se comercializan productos para realizar viajes, no encontraban un lugar que los reuniera todos, sino que había que adquirir las cosas por separado en distintos sitios.

Así fue que, mientras almorzaban en una “sodita” en Tibás el 27 de diciembre del año anterior, se plantearon que sería bonito tener una tienda especializada en productos para viajeros.

De una vez María Fernanda propuso que se llamara La Fiebre de Viajar. El nombre del negocio no podía ser otro, tenía que reflejar su entusiasmo por este tema.

A Alfonso le “encantó” y empezaron a trabajar.

Esa misma semana María Fernanda hizo un logo “chivísima” de la empresa y abrieron una página en Facebook y una cuenta en Instagram a través de las cuales realizan sus ventas.

Los artículos con los que iniciaron eran importados: ofrecían portapasaportes y un mapa raspable del mundo.

Más o menos dos meses después crearon su primer producto original: libretas de viaje.

En ellas, el viajero puede colocar sus datos, hacer listas de compras, escribir aquello que no puede olvidar llevar, plasmar con tinta los lugares que quiere visitar y otras tareas.

Desde mayo de este año empezaron a diseñar entre los dos un mapa raspable de Costa Rica. Lo lanzaron en noviembre y es uno de sus favoritos.

Geólogo y diseñadora

Para realizar esta labor, María Fernanda y Alfonso resultaron la combinación perfecta, dados los conocimientos que él tiene sobre la estructura y geografía del país y ella de cómo crear productos con un buen diseño.

“Alfonso se encargaba de que todo fuera correcto, de que todo estuviera en su lugar y yo de que se viera bonito. Yo decía: ¿esto no se puede correr un poquito? Él decía: no, ahí va el volcán, no lo mueva”, recordó María Fernanda.

Con este mapa buscan que las personas descubran Costa Rica, pues en él se reflejan los parques nacionales, los volcanes, las playas y los sitios históricos, entre otros.

A medida que se visita un lugar, se va raspando y va cambiando de color.

La empresa también crea libros físicos personalizados (como un álbum), el cual contiene fotos.

Los interesados les envían las fotografías de sus viajes más memorables y algunas frases claves y ellos se encargan de diseñarlo. En total se pueden colocar 50 fotos.

Según los emprendedores ha sido un producto muy gustado que sus clientes suelen obsequiarles a los amigos o pareja.

También venden bolsos de tela con frases personalizadas.

Entre tanto, importan relojes del globo terráqueo, adaptadores universales, portapasaportes, cinturones de viaje para guardar dinero, estuches plegables, identificadores de maletas, entre otros.

Para el próximo año, la empresa lanzará su sitio web, a través del cual se podrán realizar compras.

Además, planea distribuir sus productos por todo el país e incluso fuera de él.

Su meta también es ampliar su oferta de diseños originales.

Aunque no cumple un año, la empresa ha ido creciendo.

Los jóvenes vivieron la experiencia de participar hace unos meses en su primera ‘Expoviajes’ (una feria nacional), en la cual hubo una respuesta positiva del público, tanto que hacían fila para comprar sus artículos.

Hoy, cada viaje que los emprendedores realizan es una oportunidad para generar ese crecimiento.

Por eso es que a Alfonso ya no le da pereza esperar a María Fernanda cuando ella decide tomar muchas fotos de los lugares que visitan y, más bien, la motiva.

“Antes le decía: ya, vamos, no tome tantas fotos. Lo importante es recordarse uno”, contó el geólogo.

Ahora cada una de esas fotos sirve para alimentar los perfiles de su empresa, brindarles consejos a sus clientes y potenciales clientes y motivar a los que ya se contagiaron con ‘La Fiebre de Viajar’.