¿Quiere un emprendimiento financieramente sano? Tres tips para lograrlo

Si tiene malos hábitos en su economía personal, nunca los lleve hasta su negocio

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Las finanzas son un punto medular en cualquier empresa y bien manejado es uno de los componentes que puede consolidar el éxito de una operación.

Los números son el área más propensa a fallar, a contaminar y a crear problemas en el crecimiento de un emprendimiento, por lo que requieren cautela y visión.

Al igual que los seres humanos, las empresas tienen un ciclo de desarrollo y es en la introducción donde la empresa da sus primeros pasos, inicia contactos comerciales, relaciones con proveedores y consigue sus primeros clientes.

"Es en esta etapa donde la empresa muy probablemente requerirá constante inyección de capital para seguir operando", recuerda Manuel Montero, director general de Propyme.

En la etapa siguiente, de crecimiento, la empresa hace ajustes de precio, de valoración y adaptación del producto, de estrategias de promoción, y de reinversión de sus utilidades en publicidad y eficiencia, entre otras.

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Cuando se llega finalmente a la madurez, es cuando la empresa cuenta con una cartera de clientes estable, ventas predecibles, crecimiento moderado y es autosostenible.

Aquí requiere innovación y desarrollo. De lo contrario pasará a la declinación, o sea el decrecimiento en ventas y ganancias que paulatinamente lleva a la empresa a la quiebra.

Teniendo en cuenta estas etapas: ¿cuáles pasos debe seguir para que el desempeño financiero de su negocio sea sano?

1. No exceda sus posibilidades

Algunos empresarios esperan que la empresa les dé un buen salario y beneficios desde el día uno, cuando en realidad son los dueños quienes deben luchar los primeros meses o hasta años para llevar a su empresa a los niveles de desarrollo y madurez.

"Es común ver cómo en cuanto la empresa recupera la inversión y comienza a generar flujos de efectivo positivos, ciertos socios empiezan a sacar dinero del banco para atender necesidades o 'gustos' personales sin que la empresa esté preparada para ello", advierte Montero.

La recomendación para un emprendedor es entender que una empresa nueva es como un árbol frutal.

Los primeros meses o años habrá que cuidar mucho de la planta, protegerla de posibles plagas o peligros. Luego se podrá disfrutar de la cosecha. Pero tenga en cuenta que al árbol hay que seguirlo regando, abonando y protegiendo.

2. Defina un presupuesto

Es de suma importancia que un proyecto nuevo o ya establecido cuente con un presupuesto.

Será a partir de la proyección de ingresos, la determinación del costo de ventas, gastos de planilla y egresos generales que se pronosticarán las utilidades del periodo que permitirán a la empresa crecer y sostenerse en el tiempo.

"Si un empresario o gerente no tiene claro cuánto puede gastar en cada rubro de egreso, la empresa podría entrar en problemas de liquidez y rentabilidad", dijo Montero.

El especialista señaló que si no se registran las variaciones interanuales de las ventas, no se podrán fijar metas de crecimiento o anticipar decrementos.

3. Use las tarjetas de crédito con cautela

Lamentablemente hasta las personas más conocedoras de finanzas suelen endeudarse con tarjetas de crédito hasta el punto de destinar un gran porcentaje de sus ingresos al pago mínimo.

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A veces en el mundo empresarial se toman en cuenta como herramientas para financiar el capital de trabajo o instrumentos de inversión, cuando en realidad su función es fungir como un mero instrumento de apoyo al flujo de caja personal.

Si un empresario requiere cubrir sus necesidades de capital de trabajo o inversión en activos de largo plazo, debería acudir a créditos con bajas tasas de interés y largos periodos de pago. "No a tarjetas de crédito", afirmó Montero.

En el caso individual las tarjetas de crédito deberían utilizarse únicamente si la persona proyecta y administra su propio flujo de caja, o sea saber cuándo entra y sale su dinero cada quincena o mes.

Hay que tener presente que no se debe nunca gastar más de lo que va a ingresar y siempre cancelar el pago de contado en cada corte del estado de cuenta para evitar el pago de intereses.

También es relevante contemplar la tasa de interés real que cobra la entidad bancaria de esa tarjeta de crédito, así como el plazo para pagar y los años de financiamiento, ya que en el mercado hay muchas opciones.