Con débil cobertura 4G, nuevo jerarca del Micitt sueña con zonas 5G en Costa Rica

Luis Adrián Salazar quiere que el ministerio tome un rol de ente rector para apoyar la incorporación del país a la economía digital

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El nuevo jerarca del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt), Luis Adrián Salazar, es un hombre que a menos de un mes de haber asumido el puesto tiene como misión darle a la institución un rol protagónico que responda a las necesidades de Costa Rica en plena era digital.

Los objetivos del nuevo ministro se resumen en gobierno electrónico, llevar la ciencia y la tecnología a zonas vulnerables, incentivar la innovación, promulgar la equidad de género, fortalecer la investigación y el desarrollo en la academia, así como robustecer la infraestructura de telecomunicaciones.

Para enfocar los esfuerzos, Salazar necesita de la unión en una entidad que se ha visto maltratada por las divisiones. La tendencia que ha marcado a la institución es la ciencia por un lado y las telecomunicaciones por el otro.

El equipo del Micitt que acompaña a Salazar está compuesto por Paola Vega, viceministra de ciencia y tecnología; y Edwin Estrada, viceministro de telecomunicaciones, quienes recibieron a El Financiero en la institución ubicada en Zapote.

Ellos tienen como meta darle al Micitt la posición de rector que apoya al Gobierno, instituciones y ciudadanos para construir una economía del conocimiento. Esto conlleva enfrentar el bajo presupuesto que se le asigna a la institución, las lentas velocidades de Internet, la inequidad de género en la industria y la brecha digital que aún padece el país.

La ruta del conocimiento

Salazar asumió su puesto el 8 de mayo anterior y tan solo cinco días después lo recibió un ataque informático que vulneró los sitios web de cuatro municipalidades.

Él lo narra como una experiencia que lo obligó a actuar de la forma más rápida y que le demostró la necesidad de reforzar la seguridad digital del país, así como que todas las personas vean a la tecnología como un factor disruptor que está transformando el rumbo de todas las industrias.

Una de las piedras en el zapato del Micitt ha sido su bajo presupuesto. El monto ha sido blanco de críticas de otros jerarcas que le achacan a la escasez de recursos la imposibilidad de desarrollar más proyectos.

Para Salazar esta no es su principal preocupación. Considera que "tenemos que ser más eficientes, para lograr mayor credibilidad y así obtener más recursos. Si somos capaces de producir más, dar más resultados, tener más impacto en la política nacional, así podremos escalar en el presupuesto".

Actualmente el país destina el 0,47% del Producto Interno Bruto (PIB) en investigación y desarrollo. Esta es una cifra que se queda corta en comparación con los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), los cuales superan el 1%.

El nuevo jerarca considera que es cierto que hace falta más presupuesto, pero toda la administración debe ser consciente que existe una situación fiscal complicada y no se puede ser ajeno a ello. "Tenemos que hacer más con lo que tenemos", acotó.

La clave para el funcionario está en articular todo el ecosistema para así lograr que la sequía de fondos en ciencia y tecnología no los dañe. Aquí entra a jugar otra meta del ministro: incentivar la innovación.

Para Salazar, la innovación tiene sentido si da un rédito económico e intelectual, por lo que en su administración se comprometió a hacer que el ecosistema se vuelva más efectivo al contar con la participación pública, privada y académica.

"Cada dedo de la mano es capaz de hacer algo. Toda la mano puede mover cualquier palanca", dijo el jerarca.

Datos del VIII Informe de Indicadores Nacionales en Ciencia, Tecnología e Innovación, muestran que Costa Rica invirtió $1.186,7 millones en actividades científicas y tecnológicas durante el 2016 (cifra más reciente que ofrece el Micitt). Esto epresenta un crecimiento de 4,7% con respecto al año anterior. El punto es que la distribución de estos fondos no son los deseados, pues la parte privada lleva un bajo peso en la inversión.

Del total, $712,7 millones fueron invertidos por el sector académico; $385,4 millones por el sector público; $85,7 millones por el sector empresarial y $3,0 millones por los organismos sin fines de lucro.

La realidad de los países que están a la vanguardia en tecnología, es que la mayor parte del capital proviene del sector privado; las empresas estimulan la inversión, el conocimiento y la creación de empleo.

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El sueño de una Costa Rica con banda ancha

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Al pensar en tecnología, uno de los temas, por no decir que el principal, es el sueño que de alcanzar la banda ancha. Una meta que nos elude.

Salazar se muestra ambicioso y no solo promete que trabajará porque exista una infraestructura de telecomunicaciones decente, sino que también mira con esperanza al 5G.

"Queremos estar lo más actualizados posible. Nos ilusiona tener zonas 5G en este país, por lo menos un proyecto incipiente donde podamos empezar. Para trabajar sobre el Internet de las Cosas (IoT) tenemos que ser más eficientes y para tener estos avances necesitamos de una banda ancha de mayor capacidad", aseveró Salazar.

La urgencia de una mayor conectividad de banda ancha, va más allá del deseo de ver películas por streaming sin que se peguen. La competitividad de un país está estrechamente vinculada con su nivel de Internet.

Los jerarcas que han pasado por el Micitt han anunciado varios proyectos ambiciosos para darle a Costa Rica banda ancha. Sin embargo, los altos costos han trabado los avances, y los anuncios con bombo y platillo de ultravelocidades se han quedado en promesas.

Mientras que en Costa Rica se define como banda ancha 2 Mbps, en Estados Unidos, la Federal Communications Commission (FCC) definió que las velocidades mínimas de Internet de banda ancha son de 25 Mbps para descargar datos y 3 Mbps para subir.

"Si queremos que la ciencia y la tecnología llegue a las ciudades, tenemos que tener telecomunicaciones decentes", afrmó el nuevo jerarca.

Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el incremento de un 10% en la penetración de banda ancha para Latinoamérica y el Caribe lleva asociado un crecimiento del 3,19% del PIB y de un 2,61% en la productividad.

Las herramientas que ven Salazar y Estrada para mejorar las telecomunicaciones del país están en reorganizar el espectro, contar con televisión digital en agosto del año entrante y una fomentar el Plan Nacional de Telecomunicaciones para que se fortalezca el músculo de las velocidades de Internet.

Estrada, afirmó que entre sus objetivos están trabajar para que los operadores mejoren su infraestructura y que usen su concesión para brindar un servicio de calidad.

Ciencia y tecnología para todos

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El jerarca también tiene su mirada puesta en las personas que viven en zonas vulnerables y en las mujeres, con el fin de que logren una participación activa en el sector.

"Queremos hacer llegar la tecnología a las personas con mayores carencias, no se trata solo de dar Internet, sino también en promover el conocimiento con robótica, ciencia, matemática, ingeniería, tecnología... Crear capacidades que vayan de la mano del desarrollo productivo", afirmó Salazar.

La tasa de crecimiento de mujeres profesionales en Costa Rica, en las áreas científicas y tecnológicas formadas en los últimos 15 años, es más dinámica que la de los hombres. Pero a pesar del avance en la formación de mujeres, persiste la inequidad de género en los sectores con mayor demanda laboral.

El Programa Estado de la Nación estima que las graduaciones femeninas en ciencia y tecnología tienen una tasa de crecimiento promedio anual del 11,8%, mientras que para los hombres es de 7,9%.

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Con respecto al acceso a la tecnología para las personas que viven en zonas vulnerables, Salazar afirmó que seguirán fortaleciendo los programas del Fondo Nacional de Telecomunicaciones (Fonatel) con el fin de eliminar la brecha digital.

Aunque la tarea es grande, pues en mayo del 2017 Fonatel, anunció el concurso para su programa “Espacios públicos conectados” y al finalizar el año no se había instalado ni una sola de las 515 zonas digitales de conexión gratuita a Internet.

Este no es el único proyecto que quedó pendiente para este año. Hasta octubre del año anterior sólo se había ejecutado el 55% de los $29,4 millones planificados para proyectos del Fondo. Entre ese mes y diciembre anteriores el avance esperado era apenas del 2%.

Para este 2018, el presupuesto estimado para programas y proyectos aumentó a $49,8 millones.

Salazar enfatizó que trabajará por el ministerio en conjunto porque "la ciencia, la tecnología y las telecomunicaciones, los tres elementos juntos, son los que nos dan la llave para entrar en acertivamente a la cuarta revolución industrial".