La Casa Blanca ve “ventajas y oportunidades” en el dólar digital

La idea nació ante el auge mundial de criptomonedas como el bitcóin y el creciente uso de los pagos digitales

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La administración de Joe Biden dijo este viernes 16 de setiembre que ve muchas ventajas y oportunidades en el proyecto de dólar digital que lanzó en marzo, pero que la iniciativa debe garantizar el “desarrollo responsable” de esa moneda para reducir sus riesgos.

"El desarrollo responsable de los activos digitales es vital para los intereses estadounidenses", dijo el principal asesor económico de la Casa Blanca, Brian Deese, en una conferencia de prensa telefónica.

Destacó, sin embargo, riesgos vinculados a la protección de consumidores e inversionistas, así como a la seguridad y estabilidad del sistema financiero y para el “liderazgo financiero y tecnológico (de Estados Unidos) en el mundo”.

Ante el auge mundial de criptomonedas como el bitcóin y el creciente uso de los pagos digitales, Biden firmó en marzo un decreto solicitando al Departamento del Tesoro que le presente en un plazo de seis meses un informe sobre “el futuro del dinero”.

Recibió nueve propuestas, que recomiendan continuar trabajando en el tema, aunque sin especificar ningún plazo, según detalló la Casa Blanca.

Estos informes "proporcionan una base sólida para los formuladores de políticas, mientras seguimos trabajando para comprender los beneficios potenciales de los activos digitales y para mitigar y minimizar los riesgos", dijo la secretaria del Tesoro, Janet Yellen.

“La innovación es una de las características de un sistema financiero dinámico”, pero requiere una “regulación adecuada”, agregó. “Si se mitigan esos riesgos, los activos digitales y otras tecnologías emergentes podrían ofrecer oportunidades significativas”.

El banco central estadounidense (Reserva Federal, Fed), que trabaja sobre este tema desde hace años, fue alentada a continuar en esa línea, con el apoyo de un grupo específico que estaría liderado por el Tesoro.

Alondra Nelson, directora de la oficina de política científica y tecnológica, señaló a su vez que también deben ser consideradas las consecuencias ambientales del desarrollo de una criptomoneda.

“Descubrimos que los criptoactivos consumen anualmente entre el 1 y el 2% de la electricidad de Estados Unidos” y producen “entre el 0,4 y el 0,8% de las emisiones generadas por la producción de hierro y acero en Estados Unidos”, destacó.

La iniciativa estadounidense no es única entre los bancos centrales del mundo. Según un estudio del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés), publicado en enero del 2021, el 86% de los bancos centrales encuestados estaban activamente trabajando en algún proyecto de moneda virtual, lo que se traduce en 56 instituciones.

Bahamas o China era otros dos países que ya estaban poniendo en marcha o planeando versiones virtuales de sus monedas. Costa Rica no fue incluida en el estudio.