
Si hay una silla caliente en el Gobierno Central, es la del jerarca del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT).
En promedio, desde la administración de Miguel Ángel Rodríguez (1998-2002), Costa Rica cambia su jerarca del MOPT cada año y siete meses (1,6 años).
Con la renuncia del jerarca Carlos Villalta, presentada y admitida este lunes 12 de junio, la administración Solís Rivera, no es la excepción.
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El presente Gobierno suma su segunda baja en el máximo cargo del ministerio en un periodo de un año y cuatro meses.
Al mismo tiempo, Villalta se convierte en el ministro número doce de Costa Rica en dirigir esa cartera en las últimas cinco administraciones. Solo tres de ellos (Pedro Castro, Randall Quirós y Mario Fernández) dejaron su cargo por el cambio de la administración.
La silla caliente
Villalta deja su cargo a poco más de un año de haber ocupado la dirección del ministerio (en febrero del 2016), en una cartera habituada a fuertes temblores internos.
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Con Villalta, el MOPT ya ha perdido, al menos, a cuatro de sus figuras claves, incluyendo a Carlos Segnini (anterior jerarca que renunció al año y nueve meses de trabajo), Sebastián Urbina (viceministro que renunció tras fuertes disidencias con el sector de los autobuseros) y Ana Luisa Elizondo (viceministra de infraestructura, que renunció a tres días de que comenzara el gobierno).
Sin embargo, esos movimientos no son nada infrecuentes para una cartera acostumbrada al cambio.
Laura Chinchilla, por ejemplo, contó con la participación de tres ministros en el campo (Francisco Jiménez -quien renunció por denuncias de supuestos actos de corrupción en la trocha fronteriza-, Luis Lach -quien dejó su cargo por razones de salud- y Pedro Castro).
Aunque Óscar Arias logró mantener a sus ministros más tiempo, el ministerio tampoco estuvo exento de polémicas.
La ministra que más se ha mantenido en la cartera fue Karla González, de la administración Arias Sánchez, quien se mantuvo en el MOPT por tres años y cinco meses. González, sin embargo, tuvo que dejar el ministerio tras la tragedia en puente sobre el río Grande de Tárcoles, en Turrubares, que cobró la vida de cinco personas.
Marco Antonio Vargas sustituyó temporalmente a González durante menos de un año, hasta que el cargo fuera asumido por Francisco Jiménez.
En detalle
La salida de Villalta se da luego de que Solís solicitara la renuncia al ahora ex jerarca, tras conocerse una denuncia por violencia doméstica.
"El Gobierno mantiene un absoluto respeto a las leyes contra la violencia doméstica y la Administración no puede quedar en entredicho en medio de un conflicto en esta materia, el cual debe ser resuelto en las instancias correspondientes", trascendió en un comunicado oficial de parte del Ejecutivo.
De acuerdo con jerarca, este reconoce que "las tareas que desempeña como ministro del MOPT requieren absoluta concentración" y coincidió en la necesidad de dejar su posición para no comprometer la agenda en obras públicas y transportes que desarrolla el Gobierno y para elaborar su defensa ante la denuncia interpuesta.
Villalta estuvo al frente de obras como la reparación de puentes como el Yolanda Oreamuno y el Alfredo González Flores, conocido como el puento de "la platina".
En esta obra, el exjerarca había asegurado que respondería con su puesto de no llegar a cumplirse los plazos establecidos. Sin embargo, algunos meses de atraso en la entrega de la obra no perjudicaron sus funciones.
Villalta, además, debió hacerle frente a las críticas que giraron en torno a la construcción de la ruta 257, que une la ruta 32 con la Terminal de Contenedores de Moín.
Ante el error de cálculo en la construcción de la obra de acceso al megapuerto, en cadena nacional, Villalta llegó a manifestar que la desviación de unos 80 metros entre el punto donde finaliza el acceso provisional y el ingreso real del puerto, era un problema heredado de la administración pasada.