El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) abortó, por segunda vez, su intención de implementar el voto electrónico en unas elecciones en Costa Rica.
Los magistrados consideran que, por ahora, el voto electrónico no es una prioridad para el TSE, sino un complemento.
"Ya el sistema actual está blindado en transparencia y es lo suficientemente seguro", explicó el magistrado Max Esquivel.
"No lo descartamos del todo, pero el proceso tomará su tiempo", agregó la magistrada Luz María Retana.
A los jerarcas de la institución también les preocupa el avance acelerado de la tecnología y cómo se financiaría el cambio de equipo tecnológico cada dos años, así como la implementación de barreras suficientes para que el sistema no esté vulnerable a intrusos electrónicos.
El programa de software se desarrollaba en el departamento de ingeniería de la Dirección de Estrategia Tecnológica del TSE y ya se había atrasado un año, pues el plan inicial era implementarlo como un piloto en las elecciones presidenciales del 2014.