Esta nota fue publicada originalmente el 10 de junio del 2017.
En un mes, el Banco Central de Costa Rica (BCCR) le reducirá oxígeno al Mercado de Monedas Extranjeras (Monex) y lo dejará como un medio para negociar montos pequeños de dólares.
Con el fin de satisfacer las necesidades de los intermediarios cambiarios, habilitará subastas para comprar o vender divisas, que operarán de forma separada a los mercados que funcionan en la actualidad y que atenderán más que todo a grandes participantes.
La implementación de este mecanismo surge como medida del Central para mejorar la formación de precios en el mercado cambiario y forma parte de un paquete de cambios aplicados para normalizar el tipo de cambio, que ha sido objeto de presiones al alza en este 2017.
La medida reducirá el volumen de las transacciones que se ejecuten en el Monex, pero este será útil para otros participantes o para necesidades que se presenten fuera del horario de subastas.
Además, la activación de estas subastas es un manifiesto de la intención del Central de evitar las fluctuaciones del tipo de cambio y mantenerlo en un nivel de equilibrio, lo que a consideración del mercado estaría desapegado de su esquema de flotación administrada.
Los especialistas cuestionan el nuevo mecanismo, pues aseguran que el Central ahora quiere tener una mayor influencia sobre el dólar, dado quees un gran participante dentro del mercado.
Nuevo mecanismoe impacto
Monex-Subasta es el nombre de este nuevo servicio que será activado a partir del 12 de julio de este año y que busca reducir las operaciones del Monex (en adelantedenominado Monex-Continuo).
En este nuevo espacio, participará el Banco Central y los intermediarios cambiarios afiliados al Sistema Nacional de Pagos Electrónicos (Sinpe), los que tendrán un periodo de negociación de entre 20 y 25 minutos cada día.
Lo más probable es que el horario de apertura de estas subastas sea a eso de las 9:10 a. m. de modo que abra y cierre, antes de que arranque el Monex-Continuo.
Al término de cada subasta, se dará a conocer un monto total de negociación y un tipo de cambio que servirá de referencia.

El objetivo de la autoridad monetaria con el nuevo servicio es aumentar la coincidencia de oferentes y demandantes de divisas, en un periodo más corto de tiempo que el del Monex-Continuo (que se mantiene abierto por tres horas), de modo quemejore la formación de precios.
Si la medida tiene éxito, revelaría mejor la información de escasez o abundancia, lo que no necesariamente tranquilizará a los deudores en dólares, explicó el economista Melvin Garita.
En las subastas, el intermediario podrá vender o comprar divisas, pero en una sola sesión no podrá ejecutar ambas. Es decir, si hoy vendió dólares en Monex-Subasta, deberá esperar a mañana para comprar.
“Hoy en día, en Monex-Continuo, un mismo participante puede poner ofertas en ambos lados. Entonces no es claro su demanda o su posición. Ahora, usted como intermediario cambiario, tendrá que hacer muy bien pronóstico de cómo va a estar la clientela, para determinar si va a venir a comprar o a vender en las subastas”, explicó Bernardita Redondo, directora de la división de activos y pasivos del BCCR.
Para que los intermediarios utilicen las subastas, se ofrecerán incentivos. Primero, en principio, seránmás baratas.
Según Redondo, también se dispondrá un monto máximo de negociación en Monex-Continuo, que seríade $1 millón, yse asignará dos semanas después de que estén activadas las subastas. Esta será una forma adicional para “obligarlos (a los intermediarios) a ir a la subasta”.
Al restarle fuerza al Monex, el Central “vuelve a admitir que el mercado cambiario no es profundo ni líquido”, por lo que la decisión se convierte en un intento más de mejorar un mercado que es difícil llegar a pensar que logre algún día alcanzar esas condiciones de liquidez y profundidad, explicó Garita.
Por otro lado, la participación del BCCRgenera ciertas dudas.
Al ser un participante del mercado, puede influir en el tipo de cambio, y la pregunta es si quiere definirlo y abandonar el esquema de metas de inflación, o si quiere ser congruente con la política de los últimos años, afirmó el economista José Luis Arce.
El 30 de enero de 2015, la junta directiva del BCCR eliminó la banda cambiaria y adoptó la flotación administrada.
En este esquema, el tipo de cambio se mueve de forma más libre y el Central se guarda el derecho de intervenir para estabilizar el precio cuando haya movimientosabruptos.
“El BCCR insiste mucho en su cálculo de tipo de cambio real de equilibrio, pero se le olvidaque ese nivel puede cambiar con el tiempo y, además, parece que olvidó que en una economía abierta y bimoneda, hay una relación entre tasas en colones y dólares”, añadió Arce.
Las expectativas de variación cambiaria han atentado contra la meta inflacionaria, lo que ha motivado el alza de la Tasa de Política Monetaria cuatro veces este año.
Esa meta está establecida entre 2% y 4%, pero la inflación se mantiene por debajo de ese rango. Sin embargo, una mayor devaluación podría ubicarla en el límitepor encima de este.
La intención de contener la subida del dólar también se ve reflejada en otras medidas adoptadas por el BCCR.
Se incluye la aprobación de la nueva metodología de cálculo del tipo de cambio para la compra y venta del dólar. Este corresponderá al promedio ponderado de los tipos de cambio efectivos de las transacciones de los intermediarios cambiarios con el público, entre las 10a. m. y las 4p. m.
También está la eliminación del límite del 8% del saldo promedio de las reservas internacionales que podía utilizar el Central para venderle directamente al sector público (SPNB).
La demanda del SPNB es fundamentalmente una demanda derivada de la demanda del sector privado, especialmente en lo que concierne a Recope.
Al sacarla del mercado y atenderla con las reservas, sin establecer parámetros para esa intervención, se evita que la presión de esa demanda se refleje en el tipo de cambio, según comentó Francisco de Paula Gutiérrez, economista y expresidente del Banco Central.

María Fernanda Cisneros
María Fernanda Cisneros es periodista de la sección de finanzas para El Financiero.
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