Opinión

Editorial: Un plan modesto

La pregunta es si debemos conformarnos con tan poco o si, más bien, es hora de reconocer la imperiosa necesidad de entrarle de lleno a reformas profundas que dinamicen el sector productivo e incentiven la inversión nacional y extranjera

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El pasado 11 de diciembre, el Presidente de la República y su ministra de Planificación y Desarrollo Económico dieron a conocer el Plan Nacional de Desarrollo y de Inversión Pública 2019-2022 (PNDIP); es decir, la hoja de ruta a la que el Gobierno echará mano en los próximos cuatro años para “generar un crecimiento económico inclusivo a nivel nacional y regional, en armonía con el ambiente, generando empleos de calidad, reduciendo la pobreza y la desigualdad”. Para ello, propone metas en los siguientes cinco indicadores: crecimiento económico, reducción del desempleo, reducción de la pobreza multidimensional, contención de la desigualdad y descarbonización.








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