Todo empezó cuando iban a hacer las compras de alimento, medicamentos y otros productos para sus mascotas.
Se dieron cuenta de que debían recorrer varias tiendas para armar su paquete mensual y conseguir los mejores precios posibles en el mercado.
Arlene Raventós, una periodista y relacionista pública amante de los perros, le contó su complicado periplo mensual a Diego Matarrita, un fotógrafo, diseñador gráfico y filólogo.
Ambos arrancaron hace dos años y medio un blog llamado The Dogfluencers, dedicado a todas esas personas que quieren construir un mundo mejor para los animales.
Fue entonces cuando identificaron una oportunidad de negocio: crear una tienda en línea en el que los dueños de perros y gatos puedan armar sus propios paquetes de productos para que se les entregue en la puerta de su casa o trabajo.
Era una idea tan innovadora que en la Secretaría Nacional de Salud Animal (Senasa) les dijeron que no existía regulación para este tipo de comercios en el país.
Luego de dos meses de trámites, esta dependencia gubernamental les dio el aval para continuar.
“Lo más difícil fue convencer a las personas", recuerda Arlene. "Al inicio nos decían que era una mala idea de negocio, que en Costa Rica no había mucho mercado para lo que queríamos hacer. Sin embargo, nos enfocamos en lo que nos apasiona para levantar el proyecto”.
Luego vino la etapa de convencer a los proveedores para que ofrecieran sus productos en línea.
Marcas como Nestlé, con sus alimentos Purina, y Bayer, con sus medicamentos, se sumaron a la idea de la tienda en línea.
Las puertas también se abrieron para la llegada de emprendedores que ofrecen diferentes tipos de alimentos y productos para las mascotas.
Un ejemplo es Miguitas Bakery, un pequeño negocio dedicado a la fabricación de galletas para perros.
Durante seis meses digitalizaron los catálogos de productos que estaban únicamente en físico, compraron los dominios para páginas web, adquirieron complementos o plug-ins y completaron varios detalles.
Finalmente, el pasado 21 de noviembre, lanzaron The Paw Market.
“Los clientes pueden suscribirse de forma gratuita en dos planes, de un mes y de tres meses, la idea es que armen sus propias PawBags (paquetes) con sólo seleccionar lo productos que les interesan de nuestro catálogo”, explica Arlene.
Los paquetes se entregan cada mes en la casa o el trabajo de los clientes y van con el nombre del perro o el gato.
El servicio está disponible para toda la Gran Área Metropolitana (GAM).
Actualmente el servicio de entrega lo hacen entre Arlene, Diego y un mensajero, pero conforme aumente la demanda, esperan ampliar la cadena de distribución.
En el catálogo hay más de 2.000 productos que van desde alimento para perros y gatos, hasta medicamentos, arena y otros artículos.
"Esperamos aumentar la variedad en los próximos meses, ya se nos acercaron nuevos proveedores interesados”, indica Arlene.
Esta emprendedora comparte sus días con dos perros, Maximiliano y Philippe, aunque los conocen como Max y Pipe.
Pipe fue rescatado por la fundación Fuerza Animalia luego de recibir un ataque con un machete y ser abandonado en un río. Había perdido uno de sus ojos, pero se recuperó.
Actualmente se motiva a los clientes de The Paw Market a hacer donaciones de entre $5 y $20 al mes para apoyar la labor que realiza la fundación.
“Estamos en un proceso de educar a la gente para que entienda cómo funciona este sistema de compras en línea con entregas a domicilio. Es un servicio que puede ayudarle a ganar tiempo de vida cada mes”, dice Arlene.