36.000 personas más estuvieron desempleadas entre julio y setiembre del 2019 en comparación con un año antes

La tasa de desempleo se ubicó en 11,4% para el tercer trimestre de este año, la cifra representa un aumento de 1,2 puntos porcentuales con respecto a mismo periodo del 2018

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La cifra de desempleados en Costa Rica aumentó de 242.228 personas en el tercer trimestre del 2018 a 278.108 en el mismo periodo de este año. Lo que quiere decir que 35.880 personas estuvieron sin trabajo en la comparación interanual.

Las cifras forman parte de los resultados de la Encuesta Continua de Empleo (ECE) del tercer trimestre del 2019, publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), la mañana de este jueves.

La tasa de desempleo creció del 10,2% en 2018 al 11,4% este año, lo que representa un aumento de 1,2 puntos porcentuales. Mientras que en la comparación contra el trimestre anterior, el indicador mostró una leve reducción al pasar del 11,9% al 11,4%.

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Aunque la variación entre trimestres no es estadísticamente significativa, cabe mencionar que la cantidad de personas sin trabajo se redujo de 295.580 entre abril y junio de este año, a 278.108 para el periodo comprendido entre julio y setiembre también en 2019. Una reducción de 17.472 desempleados.

La caída en la cantidad de personas desempleadas entre el segundo y el tercer trimestre del año no significa únicamente que se generaron más puestos laborales, sino que se relaciona con que menos personas optan por una plaza.

La ECE mide un grupo de la población al que llama desalentados que son personas con interés de trabajar pero que no tienen dinero para buscar empleo; se cansaron de hacerlo; no les dan un puesto por edad, sexo, raza, discapacidad; o bien, porque saben que no hay trabajo en la zona o durante una estacionalidad.

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Esta población desalentada tuvo un leve aumento de 48.785 en el segundo trimestre del año a 49.605 para el tercero (una diferencia de 820 personas).

Mientras que la cantidad de personas que tienen empleo, pero buscan cambiar –y por ende presionan al mercado laboral– se redujo de 223.003 en el segundo trimestre a 219.665 en el tercero (3.338 personas menos). Esto se tradujo en una caída en la tasa de presión general que pasó del 20,9% al 20,4% entre ambos trimestres.

La tasa de presión general es un indicador que muestra el porcentaje de la población ocupada que busca cambiar de trabajo y la desempleada con respecto a la fuerza de trabajo.

Golpe a las mujeres

La tasa de desempleo para las mujeres mostró una variación estadísticamente significativa. El indicador aumentó del 12,7% entre julio y setiembre del 2018 al 15,4% para el mismo periodo de este año.

En términos absolutos significa que 34.549 mujeres más estuvieron sin empleo en la comparación interanual.

En el caso de los hombres la tasa de desempleo creció de 8,5% a 8,7%, lo que se tradujo en un aumento de apenas 1.331 personas en esta condición.

De los 278.108 desempleados del tercer trimestre del año, 152.753 eran mujeres y 125.355 hombres.

Informalidad y subempleo

El 46,3% de las personas ocupadas en el país se mantienen en la informalidad, la tasa era del 45% en el tercer trimestre del 2018. Este indicador no muestra ninguna variación significativa.

Quiere decir que casi un millón de personas trabajan en la informalidad en el país, de las cuales 596.000 son hombres y 404.000 son mujeres.

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Dentro de la población ocupada existen 485.000 dependientes (que trabajan para un empleados, empresa o institución) que se encuentran en condición informal, lo que representa el 30,1% del total de los dependientes del país.

Cerca de 515.000 ocupados independientes (trabajan por cuenta propia y son empleadores) realizan actividades económicas que se clasifican como informales.

Sobre las personas son subempleo, la ECE estimó la tasa en un 11,6% lo que respresenta un aumento de 2,2 puntos porcentuales con respecto a uno año atrás.

El subempleo aplica para quienes trabajan menos de 40 horas semanales pero quieren tener más tiempo o están disponibles para ampliar su jornada laboral porque su ocupación actual se los permite.

En la zona urbana se registró un aumento estadísticamente significativo de este indicador que pasó del 8,1% en el tercer trimestre del 2018 a 10,8% un año después.

Las mujeres son quienes tienen mayores niveles de subempleo (14,5%) con respecto a los hombres (9,7%). En el caso del segundo grupo se registró un incremento interanual significativo del 2,5 puntos porcentuales.