Costa Rica se dejó el último boleto disponible para el Mundial de Qatar 2022 en el que se medirá con dos potencias futbolísticas excampeonas del mundo –España y Alemania– y con un ágil conjunto asiático que ya es un mundialista recurrente –Japón–, en el grupo E.
Será hasta noviembre cuando se podrá confrontar el nivel futbolístico de las cuatro selecciones que competirán por los dos cupos a octavos de final. Pero, fuera de la cancha, las comparaciones económicas esbozan un grupo con grandes diferencias.
El terreno económico
Un punto de empate entre los cuatro integrantes del grupo es que todos son miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Costa Rica es, de hecho, el último país en ingresar oficialmente a ese organismo multilateral el 25 de mayo del 2021.
Las similitudes llegan hasta ahí. Los otros tres países no solo son equipos con más palmarés futbolístico y con jugadores mucho más valorados por el mercado, sino que también son potencias económicas que golean a Costa Rica en casi absolutamente todos los ámbitos.
Alemania –la mayor economía de Europa– y Japón forman parte del G7, el club de los países más industrializados del mundo. Además pertenecen al G20, grupo en el que España está representada a través de la Unión Europea.
Las dos naciones europeas también son miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la entidad multilateral enfocada en defensa que le está plantando cara a Rusia a raíz del conflicto en Ucrania.
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Los tres países aplastan a Costa Rica en el tamaño de su población. España se acerca a los 48 millones de personas, Alemania supera los 80 millones y Japón ronda los 125 millones de habitantes. Costa Rica, con sus cinco millones, se queda muy lejos de esas cifras.
La producción nacional de Japón y de Alemania sobrepasa los $4 billones cada país y diferentes organismos los colocan entre las cinco economías más grandes del mundo. El producto interno bruto (PIB) de España, por su parte, llega a los $1,4 billones y ese no es un dato menor si se compara con el tico, al cual supera en casi 22 veces.
Esas diferencias se trasladan también al PIB per cápita, por supuesto. Este número se produce al dividir el PIB nacional entre la población del país y es generalmente usado como un indicador de riqueza. En esa estadística, el primer lugar del grupo lo obtiene Alemania con casi $51.000, mientras el país centroamericano se coloca en último lugar con $12.400.
Si el Mundial se jugara en términos de PIB per cápita: Alemania nos golearía 5 a 1, Japón 4 a 1 y España 3 a 1.
En materia de desempleo, Japón y Alemania salen mejor parados, con un 2,6% y 3,2%, respectivamente. En ese indicador tenemos un empate con los españoles, que registran un paro casi igual al más reciente que midió el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), que fue del 13,3% en Costa Rica.
En materia de deuda pública, Costa Rica cuenta con menores números que los ibéricos, los germanos y los nipones; pero eso no implica que la situación tica sea mejor en su manejo. Costa Rica tiene la calificación crediticia más baja de las cuatro selecciones, según la agencia Standard and Poor’s (S&P), para la deuda soberana de largo plazo.
S&P es una de varias entidades que califican la capacidad de un país para pagar su deuda y el riesgo que conlleva invertir en la misma, por lo que sirve de brújula a los inversionistas.
Costa Rica tiene una situación de deuda menos comprometida que hace un par de años y es evaluado con una B estable. Pero España y Japón cuentan con un sello de A estable y Alemania cuanta con una triple A (la mejor distinción posible).
El terreno ambiental
No todo es negativo para Costa Rica. Hay un indicador en el que el país saca los tres puntos frente a sus rivales del grupo mundialista. Se trata de las emisiones de carbono.
Según las estadísticas de la OCDE a 2017, Costa Rica emite 1,5 toneladas de dióxido de carbono (CO2) por habitante. El siguiente lugar lo ocupa España, que casi cuadruplica esa cifra; mientras que Alemania y Japón se alejan todavía más, pues su emisión per cápita se acerca a las 9 toneladas.
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Las emisiones de CO2 se relacionan directamente con la industrialización de la economía y la población del país: entre más industrializado y más poblado, más emisiones suele emitir.
Sin embargo, los cuatro países están ejecutando acciones de descarbonización y electrificación de sus economías, estrategias especialmente fuertes en la Unión Europea y Costa Rica.
El terreno fiscal
También con base en datos de la OCDE, EF realizó una comparación de cuánto recaudan los cuatro países por concepto de impuestos y cargas sociales en relación con su PIB. Este dato es importante para dimensionar el peso de los impuestos y otras tasas sobre la economía.
El indicador no solo muestra cuántos impuestos cobra un territorio, sino cuán bien los recauda y cuánta tolerancia tiene a la informalidad.
El resultado es que españoles, alemanes y japoneses poseen un porcentaje de recaudación mayor al de Costa Rica. Las tres naciones recogen impuestos y cargas que equivalen a más del 30% de sus respectivas producciones. Alemania alcanza la mayor cifra con el 38,3%.
Mientras tanto, en el caso costarricense ese número llega al 22,9%.
Aquí se incluyen el impuesto a la renta personal y empresarial, contribuciones a la seguridad social, impuesto a planillas, a la propiedad, a bienes y servicios, entre otros.
Costa Rica cobra la menor proporción proveniente de la renta personal, pero supera a Alemania en el porcentaje de recaudación del impuesto de renta a las empresas.
Además, mientras los dos países europeos no cobran tasas por concepto de un impuesto a las planillas y en Japón apenas roza el 0,50% del PIB, en la tierra del “pura vida” la recaudación de este tributo equivale al 1,5% de la producción.
En los tres terrenos hay empates, triunfos y derrotas para los cuatro países –depende de cómo se vea–. Pero el resultado que realmente importa en el Mundial, el futbolístico, solo se conocerá tras los seis encuentros en el terreno de juego que convocarán a los aficionados ticos, alemanes, españoles y japoneses en el excesivamente cálido Qatar.