Blíndese contra los errores al emprender

Desinformación, resistencia al cambio y falta de innovación matan a los proyectos

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Para echar a andar en el camino del emprendimiento sobran las ganas pero falta efectividad.

Esta realidad se ve reflejada en la cantidad de proyectos que intentaron ingresar a la incubadora Auge, de la Universidad de Costa Rica (UCR), y a la aceleradora Carao Ventures y no lo lograron.

Falta de claridad en las metas, la resistencia al cambio y el desarrollo de un producto o servicio que ya existe en el mercado y que no representa mayor innovación, son parte de los pecados que cometen los emprendedores.

A esto se le suma la particularidad que enfrentan los desarrolladores tecnológicos, que es hacer tangible la solución para los clientes. Vender un software no se logra a través de tecnicismos, sino de beneficios concretos para el comprador.

Hay personas que han logrado superar las barreras y están haciendo productos innovadores.

Así fue como nacieron ideas que están cambiando la forma en la que cancelamos un parquímetro (Parso), cómo interactuamos dentro de un comercio (Biin) o de cómo pagamos el pasaje de un autobús (Go Pass).

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En busca de capital

La desinformación acerca de a cuál lugar acudir y cuándo hacerlo, falta de claridad en los pasos a seguir y la falta de tiempo son factores que frenan los proyectos a la hora de tocar las puertas en busca de apoyo.

En el caso de Caro Ventures, Luis Diego Rojas, jefe de operaciones, afirmó que en el último año recibieron 400 solicitudes de ingreso, de las cuales solo aceptaron cuatro.

“No se trata de que nosotros seamos malos o no queramos ayudar, sino que las personas piensan que con solo una idea pueden optar por la inversión. Nosotros necesitamos más que eso, por lo menos un prototipo, clientes, ventas...”, detalló Rojas.

Actualmente, 11 empresas componen el portafolio de Carao, de las cuales nueve son de base tecnológica.

Una situación muy similar vive la Agencia Universitaria para la Gestión del Emprendimiento (Auge) de la UCR.

Luis Hernández, gestor de Auge, dijo que desde el 2012, cuando nació la incubadora, han capacitado a 280 personas.

De esta cantidad de participantes se formaron tan solo 36 proyectos, de los cuales 21 se mantienen activos.

“No consideramos que sea un fracaso que de las 280 personas se formaran 36 proyectos, ya que se trata de gente que se dio cuenta de que no tenía el tiempo o no se vieron desarrollando el negocio. Se trata de cultura emprendedora”, aclaró Hernández.

Los 21 proyectos se encuentran ejecutando acciones para cumplir con los criterios de éxito de la agencia: la consolidación de una estrategia de ingresos, una base de clientes, ventas recurrentes y la generación de empleo.

Mapeo de errores

Son muchas las ideas que mueren en el camino.

Quienes están detrás del recibimiento de las solicitudes dijeron a EF cuáles son las piedras en el camino de los emprendedores y que no se trata necesariamente de falta de capital.

El primer error y que no depende de factores externos es el poco autoconocimiento.

Existe una escasa claridad en quién soy y en qué contexto estoy. Estas dos variables son críticas para un proyecto a la hora de buscar complementar el equipo de socios o capital humano.

Max Golberg, CEO de Parso, compañía que desarrolló una aplicación móvil para pagar el parquímetro en lugares públicos, recomendó que antes de arrancar un proyecto, el emprendedor tenga un autoconocimiento profundo para lograr el equilibrio entre la persona y la empresa.

“Se debe aprender a migrar de ser jefe a líder, el emprendimiento requiere de un tema motivacional para que los demás también crean en el proyecto”, dijo.

La indisposición al cambio es otro error frecuente.

Las condiciones del mercado y del consumidor son cambiantes, por eso es importante no aferrarse a una idea inicial cuando el producto no está generando las ganancias esperadas.

Un rasgo de los emprendimientos exitosos es su habilidad para evolucionar con el cambio y así lo explicó Leandro Camacho, uno de los líderes de Go Pass, empresa que desarrolló un sistema de pago electrónico para buses.

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“No es lo que usted quiera, sino lo que el cliente esté dispuesto a pagar y para entender esto se debe tener flexibilidad”, acotó.

Para lograr adaptarse, se debe pivotar, entender la realidad del mercado y estar dispuesto a cambiar de ruta inmediatamente.

Para los tecnólogos, un problema es promocionar su idea con tecnicismos que para los clientes no son relevantes, lo fundamental es lo que la herramienta hace.

“No importa lo que usted anime o programe. Para hacer tangible el producto venda la solución”, señaló Hernández, quien también tiene la empresa Notts, dedicada al desarrollo de contenido multimedia.

Otra falla recurrente es que el producto o servicio que se quiere ofrecer ya existe.

Hansel Chavarría, asesor de Parso, recomendó mantenerse actualizado y monitoreando lo que sucede en el nicho al que pertenece el proyecto.

“La clave es el valor agregado, que resuelva la problemática al sector. Pequeñas soluciones pero que sean útiles”, dijo Camacho.

Para engranar todas las piezas, forme un equipo comprometido y dispuesto a sacar adelante el proyecto.