Carlos Alvarado queda en deuda con acciones para recuperar la economía de Costa Rica tras el golpe del coronavirus

Mandatario pidió al Congreso aprobar 10 proyectos de ley, se rebajó el salario 10% y anunció que el Gobierno presentará medidas en el transcurso de la semana

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El presidente de la República Carlos Alvarado quedó en deuda con la presentación de acciones concretas para promover la recuperación de la economía de Costa Rica tras el impacto provocado por las restricciones y medidas de aislamiento social que pretenden mitigar el contagio del coronavirus.

El mandatario presentó su discurso de informe de labores del segundo año de Gobierno, la tarde de este lunes, ante el plenario legislativo que sesiona temporalmente en el Auditorio Nacional del Museo de los Niños.

Alvarado pidió a la Asamblea Legislativa aprobar diez proyectos de ley, anunció un recorte del 10% en su salario para hacer una contribución “solidaria” y dijo que diferentes miembros de su Gabinete presentarán, durante esta semana, un conjunto de medidas concretas para reactivar la economía.

“Enfrentaremos tiempos muy difíciles en los meses por venir. El Banco Central dijo que en vez de crecer este año un 2,5% del producto interno bruto (PIB) como se esperaba, ahora por causa de la pandemia nuestra economía caerá 3,6% del PIB. Y Hacienda indicó que eso incrementará en un 2,4% nuestro déficit fiscal, lo cual equivale a un faltante adicional de más de ¢701.000 millones”, señaló el mandatario.

Entre las escasas propuestas que mencionó el presidente para iniciar el proceso de reconstrucción económica, destacan los siguientes puntos:

  • Solucionar la informalidad y facilitar el aseguramiento independiente, agilizar el Estado, recortar trámites y concluir la mejora regulatoria.
  • Innovar con la atracción de Inversión Extranjera Directa (IED).
  • Apostar a que jubilados extranjeros “de buenas credenciales” vengan al país a retirarse.
  • Impulsar el cultivo de cáñamo para reactivar el sector productivo, “con todas las garantías y seguridad del caso”.
  • Proyectar el “prestigio de Costa Rica” en ciencias de la vida y turismo para generar ingresos en las diferentes regiones del país.
  • Impulsar la construcción de proyectos de infraestructura, en el que destaca el tren eléctrico de pasajeros, para lo cual ya envió un proyecto de ley al Congreso.

El gobernante pidió a los diputados aprobar diez proyectos de ley que considera claves para la agenda económica.

  1. Empleo público.
  2. Ordenamiento y cierre de algunos órganos desconcentrados.
  3. Nuevas modalidades de jornadas laborales.
  4. Cierre del Fondo Nacional de Becas (Fonabe).
  5. Reforma al Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) para que responda a las nuevas tendencias y a la empleabilidad. 
  6. Modernizar el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA). 
  7. Una nueva Ley del Recurso Hídrico.
  8. Aprobación de la reforma al artículo 50 de la Constitución Política para reconocer el derecho humano de acceso al agua. 
  9. Aprobación de la reforma al artículo 116 de la Constitución Política para modificar los periodos de sesiones ordinarias y extraordinarias de esta Asamblea. 
  10. Prohibir la exploración y explotación petrolera.

Presiones fiscales

En su discurso, el presidente señaló que la situación fiscal de Costa Rica es apremiante, pero recalcó que las instituciones públicas deben mantener su operación normal.

“La educación debe seguir funcionando, igual que la policía y que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), entre otras instituciones”, agregó.

De acuerdo con Alvarado reducir el impacto fiscal provocado por la pandemia “demandará combinar la austeridad en el gasto público, seguir zocando la faja inteligentemente, con generación de ingresos sanos y temporales, así como redireccionar ingresos que tenían otro destino”.

Los ¢701.000 millones del déficit financiero −proyectados por Hacienda para este año− deben obtenerse, a criterio del mandatario, “con una combinación balanceada y temporal del cargas”, aunque no detalló a qué se refiere específicamente con esta afirmación.

“Nuestra meta es lograr reducir ese impacto en aproximadamente 2% del PIB, para devolver al país a la ruta de saneamiento fiscal que había emprendido antes de la pandemia. Esta es una forma de proteger a la nación de una crisis, pero de tipo económica. He instruido al equipo económico para que esta semana también presente el conjunto de medidas que permitirían lograr ese objetivo. Tampoco será fácil, pero es por el bienestar de toda la familia costarricense”, apuntó el gobernante.

Otro de los anuncios fue la reducción de su salario de presidente en un 10% como muestra de la contribución “solidaria” que se debe adoptar frente a esta coyuntura económica. Reafirmó su renuncia a recibir pensión como exmandatario una vez que concluya su periodo.

El cúmulo de peticiones a la Asamblea también incluye la aprobación de los préstamos internacionales negociados recientemente como, por ejemplo, el del $505 millones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) ligado a un desembolso de $292 millones con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Antes del coronavirus

“Los resultados que venían generándose antes de la pandemia mostraban que avanzábamos por buen camino”. Así resumió el presidente los logros de su gobierno previo a la llegada del COVID-19.

Enumeró una serie de alcances en materia fiscal, IED, el ingreso a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la aprobación de distintas leyes como educación dual y teletrabajo.

A marzo del 2020 el déficit fiscal primario del país fue el más bajo de los últimos diez años. Apenas de un 0,12% de la producción nacional.

Esta disminución es consecuencia de un aumento en la recaudación tributaria, que creció en 17,02% en relación con el mismo período del 2019, producto de la entrada en vigor de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas (9.635). Además de la reducción en el gasto corriente sin intereses, que, según el presidente, alcanzó el nivel más bajo en la última década.

En el área de exportaciones, el país logró cifras importantes el año pasado. En total se reportaron $21.000 millones más; el doble de lo registrado una década atrás. La IED creció 13,4%. En detalle, este rubro superó los $2.500 millones.

El gobernante destacó la baja en las tasas de interés que se pagaron por los préstamos a partir del segundo semestre del 2019. Esta disminución se logró con la reducción de 4,5 puntos porcentuales (pp) en la Tasa de Política Monetaria (TPM), que pasó de 5,75% a 1,25%. Además de una baja en la tasa del encaje mínimo legal.

En la misma línea, mencionó la importancia de la implementación del plan de salvamento para personas sobreendeudadas. Como parte de este programa, los dos bancos comerciales del Estado y el Banco Popular, asignaron en conjunto ¢26.017 millones, hasta el primer trimestre del 2020.

El presidente Alvarado además agradeció al Congreso por la aprobación de una serie de leyes, pre-pandemia, que contribuyeron con una mejora del país. Por ejemplo, la Ley para regular las comisiones máximas del sistema de tarjetas, o uso de datáfonos (9.831) y la aprobación en primer debate del proyecto de ley contra las tasas de usura.

También aplaudió la aprobación de la Ley de Educación y Formación Dual (9.728), la reducción de las pensiones de lujo (9.796), Ley de seguridad jurídica sobre la huelga (9.808) y legislación de teletrabajo (9.738).

El mandatario repasó aspectos en salud y reducción del aparato estatal, con los cambios en para recortar el personal en la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica de Costa Rica (Japdeva).

En cuanto educación, detalló el avance para lograr la conectividad a través de banda ancha de todos los centros educativos del país, de los cuales, 754 ya tienen este tipo de conexión y la inversión en infraestructura educativa con la construcción de 45 centros, entre nuevas escuelas y remodelaciones.