Consumidores en Costa Rica lidian con el aumento de los alimentos más alto de los últimos 13 años

Los factores internacionales que han disparado los precios caen directamente sobre el valor de la comida, que en abril registró un aumento de 11,89%, mientras que la medición general del IPC fue de 7,15%

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La inflación de los alimentos y bebidas no alcohólicas en Costa Rica tuvo una variación interanual de 11,89% en abril de 2022. Esta cifra es la más alta que se ha registrado en el país desde abril de 2009, cuando dicho indicador fue de 14,70%.

Estos datos se desprenden de la publicación que hace el Banco Central de Costa Rica (BCCR) con base en cifras del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que calcula el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

De las 13 divisiones que integran este Índice solo la de transporte, y alimentos y bebidas no alcohólicas registraron las variaciones interanuales más altas en abril de 2022 (17,25% y 11,89%, respectivamente), y además fueron las únicas que sobrepasaron el IPC general, que en abril pasado fue de 7,15%.

Según economistas consultados por EF, factores como el aumento en los precios de bienes de consumo y materias primas que Costa Rica importa, y el incremento del tipo de cambio justifican el crecimiento en la inflación de los alimentos en el país.

E incluso, en Acobo Puesto de Bolsa consideran que las presiones sobre los precios seguirán robustas durante este 2022 y parte de 2023, con promedios para los alimentos por encima de los observados para el IPC en general.

Ante esto, ¿qué se puede hacer entonces para paliar las consecuencias de la elevada inflación de los alimentos? Ideas como hacer transferencias sociales a los hogares más afectados por los aumentos, crear empleo y procurar que la economía costarricense siga creciendo están dentro de las medidas que puede tomar el país.

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Mayor inflación de los alimentos

De acuerdo con Rodney Luna, economista del Colegio de Ciencias Económicas, el mayor crecimiento en los precios de la división alimentos y bebidas no alcohólicas, en comparación con el IPC general, responde al aumento en los precios de bienes de consumo y materias primas que Costa Rica importa. “Es decir, mayoritariamente, se debe a una inflación importada”, agregó.

De hecho, mencionó que los datos del Índice de Precios al Consumidor de abril del año en curso mostraron que los alimentos importados, ya sea para el consumo final o para la producción de otros alimentos, son los que más han incrementado su precio.

El economista Fernando Rodríguez coincidió en que una parte importante de los alimentos que son consumidos en el país son importados. “Muchos alimentos preparados, en otros casos insumos para producción de alimentos o en otros casos alimentos básicos y se ven afectados en términos de costo por el tipo de cambio. Entonces, el tipo de cambio es otro de los factores que estaría detrás de la explicación del aumento en la inflación de los alimentos”, detalló.

Precisamente, la economista Roxana Morales destacó que aunado al mayor costo de los productos en el mercado internacional, está el incremento del tipo de cambio, lo que genera un doble golpe en el bolsillo de los costarricenses: los precios suben en el mercado internacional (más dólares) y, además, “cada vez tenemos que dar más colones por cada dólar importado”.

Por otro lado, la gerente general de Acobo Puesto de Bolsa y economista, Adriana Rodríguez, explicó dos factores que están detrás de las mayores presiones sobre los costos de los alimentos.

A su criterio, el primero es que, “postpandemia”, son los bienes y no los servicios los que han experimentado un incremento “significativo” en sus costos, pues estos son los afectados por las interrupciones en las cadenas de suministros, su consumo subió con el confinamiento por la pandemia de la COVID-19 y parte de sus componentes fueron perjudicados por cierres de fábricas o alteraciones logísticas.

“Recordemos que los alimentos demandan el uso intensivo de envases y plásticos, cuyo precio se elevó materialmente en los mercados internacionales, químicos, transporte que sufrió de precios más altos del combustible o inclusive retrasos en sus movimientos”, mencionó la gerente general de Acobo Puesto de Bolsa.

Mientras que el segundo factor que ha presionado el precio de los alimentos fue la decisión de que tomó Rusia de invadir a Ucrania, debido a que alteró la producción de bienes agrícolas, provocando un efecto dominó en otros países productores y exportadores, sobre los importantes mercados no solo de granos básicos sino también de fertilizantes importantes para las cosechas.

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Aunado a todo lo anterior, el economista Rodríguez consideró que el aumento en los precios de los combustibles ha generado un “efecto cascada” sobre otros insumos para la producción y que también toca “sensiblemente” a los alimentos.

“Afecta el transporte, afecta la producción de algunos fertilizantes, afecta la producción de plásticos (...) entonces genera un impacto en términos de insumos que desgraciadamente los alimentos lo sufren de manera directa”, indicó Fernando Rodríguez.

Por lo que Luna resumió que en el caso de Costa Rica la transmisión del proceso inflacionario se da por cuatro vías principales: mayores precios de los bienes y servicios de consumo final importados; incrementos en los costos de materias primas que encarecen la producción de bienes y servicios en el país; aumentos en los precios de transporte y producción, debido a los mayores costos de los hidrocarburos; y una tendencia alcista del tipo de cambio.

Adicionalmente, “No nos hemos tomado muy en serio el tema climático como una emergencia que afecta los precios de los productos alimentarios”, añadió Fernando Rodríguez

Los precios de los alimentos

De acuerdo con el Índice de Precios al Consumidor, el artículo de la división alimentos y bebidas no alcohólicas que más subió de precio, entre abril de 2021 y abril de 2022, fue el aceite, pues el crecimiento fue de 64,13%.

El segundo producto que experimentó un aumento significativo en su precio fue el café, debido a un incremento interanual de 50,14%.

Asimismo, en orden descendente, otros alimentos que mostraron crecimientos interanuales en sus costos, superiores al 20%, fueron: pechuga de pollo, harina de trigo, harina de maíz, mantequilla, huevos y plátano.

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Por su parte, el artículo de la división alimentos y bebidas no alcohólicas que tuvo la mayor caída en su precio, entre abril de 2021 y abril de 2022, fue la cebolla, debido a que registró una merma de 44,36%.

Además, la zanahoria, la papa, el pepino y el banano mostraron una disminución interanual en sus precios de 16,11%, 7,78%, 6,63% y 5,84%; respectivamente.

Senda de la inflación de los alimentos

Las presiones sobre los precios seguirán robustas durante este 2022 y parte de 2023, con promedios para los alimentos por encima de los observados para el IPC en general; según consideran en Acobo Puesto de Bolsa.

El economista del Colegio de Ciencias Económicas explicó que es de esperar que los precios de los alimentos, y en general de los bienes y servicios que se consumen en Costa Rica, mantengan la tendencia alcista, como resultado de la crisis geopolítica mundial “(la pandemia y el confinamiento que produjeron la interrupción de las cadenas de suministros; la invasión de Rusia a Ucrania que provocó la escalada en los precios de hidrocarburos, cereales y agroquímicos; y el retorno al confinamiento en China)”.

Luna enfatizó en que no se vislumbra que los factores mencionados tengan solución en el 2022. Incluso, el economista Rodríguez detalló que con la prolongación de la guerra en Ucrania, la reacción que empiecen a tomar los países puede provocar que los alimentos se encarezcan aún más.

“Vea la decisión de la India de prohibir las exportaciones de trigo (...) Entonces si estas reacciones empiezan a multiplicarse pues eso podría encarecer aún más algunos de estos bienes”, consideró Fernando Rodríguez.

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Por otro lado, Roxana Morales explicó que a nivel internacional persisten problemas en las cadenas de suministros y los costos de producción siguen creciendo, lo cual se traduce en aumentos en los precios de los bienes y servicios que importa Costa Rica.

Según el Índice de Precios al Productor de la Manufactura (IPP-MAN) –un indicador que en el país se utiliza como referente para proyectar la inflación de los siguientes meses, de acuerdo con Morales–, los costos de producción se han venido incrementando constantemente en el último año, llegando a aumentar un 15,52% en abril de 2022, con respecto al mismo mes de 2021.

La economista Morales destacó que este mayor costo de producción se traducirá en los próximos meses en un mayor precio de los bienes y servicios que consumen los hogares en el país. “¿Cuánto se incrementarán los costos? Dependerá de cuánto trasladen los productores ese mayor costo de producción a los consumidores. Lo que pareciera claro es que la tendencia al alza en los precios aún se mantiene”, expuso.

Posiblemente habrá un aumento en la cantidad de hogares pobres este año, precisamente por el mayor costo de los alimentos y los problemas que persisten en el mercado laboral (desempleo, subempleo, informalidad).

— Roxana Morales, economista

Además, Morales indicó que también la clase media tendrá un impacto significativo en su capacidad de consumo, “ya que muchos hogares han perdido ingresos y en muchos otros casos los salarios se han mantenido congelados desde hace varios años”.

Medidas para mitigar la inflación

En una entrevista con EF, el pasado 2 de mayo, Rodrigo Cubero, expresidente del Banco Central de Costa Rica, mencionó que desde la perspectiva económica, la respuesta fiscal “más efectiva, más eficiente y posiblemente más relevante” que pueda tomar un país para mitigar los efectos de la elevada inflación es la de aumentar las transferencias sociales a los hogares más afectados.

“Desafortunadamente, el fenómeno de inflación global que estamos experimentando es un fenómeno que es particularmente regresivo porque si vemos la composición de la inflación es, sobre todo, una inflación de bienes, no es una inflación de servicios. Los hogares más pobres del país consumen más intensivamente bienes que servicios y de esos bienes lo que más consumen es comida y la inflación de los alimentos está más alta que la global”, indicó Cubero.

Por lo que el expresidente del Banco Central consideró que los más golpeados son los hogares más vulnerables de Costa Rica, con los ingresos más bajos.

Incluso, el presidente del Banco Mundial, David Malpass, también manifestó que “el alza de los precios de los alimentos está teniendo efectos devastadores en los más pobres y vulnerables”, según relató el 18 de mayo la agencia de noticias francesa AFP.

“Eso me parece que llama al país a la necesidad de enriquecer y fortalecer las transferencias sociales a los hogares más pobres”, agregó el exjerarca del BCCR.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) de 2021, efectuada por el INEC en julio de 2021 y publicada en octubre de ese mismo año, el nivel de pobreza en Costa Rica alcanzó un 23%, lo cual equivale a 383.500 hogares.

Esa es la respuesta eficiente que debe darse, las demás no, porque otras respuestas como subsidiar los combustibles directa o indirectamente son medidas tremendamente regresivas. Los hogares más ricos son los que consumen proporcionalmente más combustibles, entonces hacer un subsidio a los combustibles si bien es cierto baja la presión de inflación en todas las estructura productiva nacional, porque básicamente todos los bienes y muchos de los servicios requieren transporte, eso en el neto tiene un impacto proporcionalmente más alto para los hogares más ricos y eso es una medida que no debería tomarse cuando los recursos son tan escasos.

— Rodrigo Cubero, expresidente del BCCR

El economista Fernando Rodríguez manifestó, que en el corto plazo, la idea planteada por Cubero es el “espacio que hay”, pues a su criterio se debe buscar una forma de subsidiar a los hogares más pobres del país, para que puedan afrontar los aumentos en los precios de los alimentos.

“Habría que ver esto cómo se financia o cómo se estructura, pero creo que en el corto plazo es la única respuesta”, dijo.

No obstante, para Adriana Rodríguez lo que se está observando son presiones desde el plano internacional que son difíciles de mitigar a lo interno del país.

“Las transferencias son una alternativa, pero la puesta en ejecución de tales planes ha demostrado ser poco efectiva en llegar a quienes lo necesitan, dejando importantes recursos en el proceso”, enfatizó la gerente general de Acobo Puesto de Bolsa.

De esa manera, un camino para la solución es mejorar las condiciones internas para la creación de empleo y el crecimiento económico para ayudar a los hogares en pobreza; apoyando la creación de Zonas Francas rurales, trabajando sobre los costos incorporados en la seguridad social que puedan ser removidos, entre otros.

Hacia el mediano y largo plazo mejorar la eficiencia interna en logística, en puertos y movilización de carga puede tener un impacto material sobre los costos de productores y vendedores.

— Adriana Rodríguez, gerente general de Acobo Puesto de Bolsa y economista

Por su parte, Rodney Luna comentó que, “sin lugar a dudas”, Costa Rica tiene que tomar acciones para contrarrestar los efectos adversos de los aumentos en los precios de los bienes y servicios que consumen los hogares, incluidos los alimentos.

Entre estas acciones, Luna destacó tres:

  • Un preciso manejo de la política monetaria, que contribuya a contener la inflación (por ejemplo: incrementos graduales en la tasa de política monetaria y mitigar la excesiva volatilidad al alza en el tipo de cambio).
  • Procurar que la economía nacional siga creciendo. “El mejor mecanismo para contener los efectos adversos en las familias es generar más empleos e ingresos que les permitan cubrir el alza en el costo de la vida”.
  • Mejor focalización de programas sociales, con énfasis en los fondos destinados al desarrollo del capital humano, autoempleo y desarrollo MiPymes, para propiciar a su vez su sostenibilidad en un entorno fiscal complejo.

La situación actual es muy complicada y se tendrá que revisar de forma urgente el mecanismo de aplicación de la regla fiscal, para generar cierta flexibilidad en algunos gastos del sector público y de esta forma poder atender a los hogares en condición de vulnerabilidad, pobreza y pobreza extrema; esto mientras se implementan medidas que permitan mitigar los efectos que está generando el conflicto de Ucrania y Rusia en el país, y los que ha provocado la pandemia. Si no se modifica la regla fiscal, la política pública no podrá atender a la población que está siendo afectada por esta coyuntura.

— Roxana Morales, economista

Por otro lado, la ministra de Desarrollo Humano e Inclusión Social y presidenta ejecutiva del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), Yorleni León, comunicó a EF que, en lo que le corresponde, la institución realiza una atención sostenida a los hogares más vulnerables en Costa Rica, “no solo ante el aumento de la inflación, (pues) la necesidad de muchas familias en el país no inició en el presente año”.

El IMAS detalló que en 2020 atendió a un total de 365.750 hogares mediante los distintos beneficios individuales que ejecuta la institución, y en 2021 atendió a 326.610 hogares.

“... el compromiso de erradicar la pobreza no corresponde únicamente al IMAS, es un compromiso país que compartimos todas y todos. Un reto de esta magnitud no puede ser asumido exclusivamente por el Estado, el papel de las alianzas público-privadas, público-público y público-ciudadanos es fundamental”, informó la jerarca.

El mandatario de Costa Rica, Rodrigo Chaves, se había referido sobre las medidas tomaría para combatir la pobreza en el país cuando aún era candidato presidencial: “La vamos a aliviar desde el primer día de gobierno. Voy a bajar el costo de vida al quitar monopolios privados a empresarios que hacen que su arroz, por ejemplo, sea carísimo. Segundo, el mejor programa social es el trabajo, la confianza, la reducción de tasas, la inversión para generar trabajos”; según recopiló en marzo pasado La Nación.

Precisamente, el pasado 18 de mayo, el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC) informó, por medio de un comunicado de prensa, que el decreto que elimina el precio mínimo de todas las calidades de arroz para el consumidor final salió a consulta pública ese mismo miércoles. Este decreto tiene como fin promover una mayor competencia en el mercado, de manera tal que las empresas compitan por ofrecer mejores precios y así brindarle al consumidor un producto de mayor calidad a mejor precio.

Asimismo, el pasado 8 de mayo, Chaves expresó en su discurso que el pueblo de Costa Rica conoce “tan bien” como él que existe una necesidad de más empleo y de bajar el costo de la vida.