El programa de certificación de Empresas Familiarmente Responsables (EFR), que ya se desarrolla con fuerza en países como España, Chile y México, será lanzado en Costa Rica por Grupo Dehvi (Desarrollo Humano Vital) durante el segundo semestre de 2014.
El EFR consiste en desarrollar una serie de medidas compensatorias para que los trabajadores disfruten mayor equilibrio entre su trabajo y su vida familiar, con el requisito de que estas medidas se adapten a las necesidades de la empresa y que sus aportes a los resultados de negocio sean cuantificables, medibles, sostenibles y replicables en el tiempo. Todo esto sin generar impactos severos en los costos operativos.
Dehvi cerró negociaciones con la fundación española Másfamilia, propietaria del certificado y de la norma, y desde marzo es su representante oficial para Costa Rica y Centroamérica. La organización local aún está en proceso de acercamiento con empresas, por lo que no ha puesto en marcha las asesorías y consultorías relacionadas con EFR.
"Sin embargo, si se nos acerca una empresa interesada en el proceso, podemos comenzar con la etapa de diagnóstico y estarían en los primeros lugares de la lista, una vez que lancemos el servicio", explica Adriana Alfaro, directora ejecutiva de Dehvi.
De acuerdo con Marcela Barboza, directora de EFR en Dehvi, este diagnósitco permite encontrar las medidas que las empresas ya están tomando y que aportan al equilibrio trabajo - familia (conocidas como medidas de conciliación) y detectar cuáles más se pueden aplicar, para agruparlas en un paquete de beneficios visible y atractivo, que permita la atracción de talento y mejore la productividad de los colaboradores. Además, detecta las áreas donde se pueden tomar medidas adicionales, para cumplir el perfil EFR.
"La norma abarca puntos básicos que deben ser cubiertos por las empresas, para optar por la certificación, como la calidad del empleo, el desarrollo profesional, el estilo de liderazgo, el apoyo a la familia, la igualdad y temas similares", explica Barboza.
Ambas consultoras aseguran que la selección de las empresas en una primera etapa dependerá casi por completo del grado de convencimiento de la alta gerencia, pues este factor es indispensable para que la certificación tenga éxito.
Cuando el trabajo de Dehvi concluye (en promedio entre 9 y 12 meses a partir del diagnóstico), la empresa pasará a la etapa de auditoría y obtendrá la certificación.
"Esta certificación hace más atractiva a la empresa y mejora indicadores como ausentismo, atracción de talento, balance, productividad, rotación y fidelidad, porque el paquete de beneficios va más allá del salario", asegora Alfaro.
Las certificaciones EFR comenzaron en España en 2004 y se han extendido a más de 20 países.