En el Mundial del 2010 Luis Felipe Escolari sentaba cátedra con sus previas usando frases del famoso “El Arte de la Guerra” de Sun Tzu. En el Mundial de Korea Japón le enviaba a sus jugadores breves videos inspiradores que contenían escenas de los aficionados en Brasil, con sus ansias y sueños sobre el triunfo de una Copa mas, como decoraban las calles y las casas, vestían las camisetas, cantaban por el equipo. Así los hacía sentir el apremio y la responsabilidad de responderle a esa afición, les aumentaba el sentido de compromiso con el jugador número 12: el hincha brasileño que en este mundial mas que nunca cuenta. Mucho de esto lo publicó en su libro Los Secretos del Penta.
En este Mundial 2014 que sucede en el propio Brasil, Escolari nuevamente insiste en la preparación innovadora, pero ahora va cambiando las tácticas motivacionales. En este mundial el famoso Felipao va con un equipo de tres psicólogas, liderado por la Psicóloga Regina Brandao que trabaja con Scolari desde el '98. Ella se encarga de asesorar al entrenador en el trato con los jugadores y de elaborar perfiles psicológicos de cada uno de ellos. Según informes, las dos psicólogas adicionales se han contratado para poder profundizar en los perfiles, ahondar en las motivaciones e inquietudes de los jugadores y mantener un seguimiento mas cercano. De esa manera Scolari podrá optimizar su trato con ellos y por ende su rendimiento en el terreno de juego, se espera. Por ejemplo, uno de sus descubrimientos es que los jugadores estaban mas tranquilos cuando conocían la alineación con tiempo. Por eso es que Escolari, siempre la anuncia con toda tranquilidad.
Otra de las recomendaciones de las psicológas es dar una imagen de alegria hacia el exterior y mostrar tranquilidad. Mas aún, Felipao no ha prohibido las redes sociales para sus jugadores, como han hecho muchos equipos. El considera que dentro de ciertos lineamientos, estar en contacto es muy favorable.
También han compuesto una samba especial para ellos, cuyo estribillo dice “nadie puede parar a los que nacieron para vencer".
La estrategia de Scolari en estos días previos es recibir visitas de diversos motivadores. Así por ejemplo, ya recibieron a Rubens Minelli, famoso entrenador de la década de los 70, hoy ya de 85 años, uno de los grandes innovadores en técnicos de equipos en Brasil. Según Escolari “Rubens les dijo a mis jugadores que serán poco más de 30 días de sacrificios, pero que si somos campeones lo disfrutaremos los 1.430 días que faltarán para el siguiente Mundial
Y siempre es así…un triunfo se disfruta hasta que se hace necesario el siguiente. Claro en el caso de una selección nacional tiene un período de reposición de 4 años lo cual es muy superior a lo que enfrenta cualquier empresa. Esos triunfos raras vez se pueden lograr sin pasión. La pasión es lo que lo hace uno hacer lo impensable, a dar mucho mas del 100%, a que el cuerpo y la mente aguanten en contra de cualquier predicción. Es por eso que para el Sargentao la pasión es tan importante como la capacidad y el talento.
El empresario Carlos Alberto Julio, egresado de Harvard, les llamó la atención sobre las individualidades, dándoles un acertado mensaje: “el talento individual solo es superado por el talento colectivo”.
La individualidad nociva, que afecta a los equipos llenos de estrellas, o peor aún dependientes de una sola estrella, tanto en el fútbol como en cualquier otro campo, cuando éstas solo juegan por y para sí mismas y dificultan el flujo de todo el equipo. Es bueno tener estrellas, pero solo estrellas que agregan como individuos a la totalidad del equipo. Las estrellas solitarias frecuentemente son estrellas fugaces. Esa es tal vez la gran preocupación que hay con Neymar, aunque los jugadores son prontos a declarar que no hay una depencia sobre el astro. El propio Neymar ya se ha pronunciado: "No quiero ser el mejor, ni el goleador, quiero el título".
Solari también ha tratado de atacar la ansiedad del estreno sin dejar de recalcar la importancia del mismo. Para ello ha recurrido a Marcos, quien fue portero del Brasil campeón del mundo en 2002. Curiosamente, el exportero considera que lo mas difícil es la arrancada: “Para mí fue más difícil el debut en Corea que la propia final, a la que llegué mucho más relajado que al primer partido”.
Este es un tema con el que prosigue el propio entrenador cuando le preguntan a que equipo teme y dice: “Le temo al primero. Después el segundo. Y luego el tercero, el desempate. No se puede pensar en el último partido".
"¿Una final contra…? Depende de lo que suceda en los enfrentamientos. No sueño con un oponente. Lo que me preocupa es mi equipo. El otro lado no importa. La preocupación es llegar a la final". "Saben cuánto vale ganar el primer partido de la Copa del Mundo? Es el 50% de la clasificación para los octavos de final".
Y así es también en nuestra rutina, no hay que cruzar el puente hasta que se llegue al río. Una cosa es prever pero otra muy distinta es perder la visión de los riesgos inmediatos por estarse enfocando nada mas en el futuro lejano. Mas aún, por estar pensando solo en la reacción del otro, olvidarnos de revisar y vigilar nuestras propias acciones. Este es el problema muchas veces de los líderes visionarios, se enfocan en la visión y se olvidan de la ejecución. La ejecución se lucha día a día y solo así se pueden unir y alinear, la visión con el éxito.
En resúmen es una fórmula perfectamente aplicable a cualquier equipo. Escolari trabaja lo funcional y lo emocional, el individuo y el equipo, la técnica y la motivación, la pasión y el talento. Así espera llegar ser el hexa.