Por la libre

Nos enseñan a ser empleados, no empresarios

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Cuando José Figueres Ferrer, a quienes muchos tienen en un pedestal como el gran prócer del siglo XX, dijo que Costa Rica era un país de domesticados, lo que en realidad manifestó era un anhelo. Y para materializarlo echó mano de la herramienta más poderosa de ingienería social: el sistema educativo público. Hoy los resultados están a la vista con un titular que debería ser motivo de debate nacional: solo 2 de cada 10 ticos aspira a ser empresario.








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