La cosecha de café, que calienta hacia el final del año, se contagiará del frío de los vientos navideños y disminuirá en un 6% con respecto a las 2,38 millones de fanegas recolectadas en el periodo 2011-2012.
Al final del proceso de recolección, la producción nacional de café ascendería a 2,24 millones de fanegas (medida de capacidad equivalente a 55,5 litros), según estimaciones del Instituto del Café de Costa Rica (Icafé).
La merma se presenta después de un poderoso repunte de la producción experimentado en la cosecha de anterior. En ese periodo se registró un crecimiento del 13,2% con respecto a las 2,10 millones de fanegas de 2010-2011.
“El café es una planta bianual. Después de una buena cosecha baja el crecimiento. Ese uno de los factores que explican las proyecciones”, comento Rónald Peters, director ejecutivo del Icafé.
Al comportamiento natural de los cafetales, se suma el desestímulo que representan precios internacionales menores a los alcanzados en el periodo anterior. Desde enero de este año, la cotización de los contratos futuros de café ha caído un 37%, de $228,60 a $144,35 por quintal en diciembre.
Sin espacio
Las esperanzas para los productores de café en fruta se centran en un aumento de la productividad por hectárea sembrada y de la especialización en los nichos de mercado gourmet . Esto debido a que la tierra para plantar escasea.
En los últimos 10 años, la urbanización en zonas tradicionalmente cafetaleras, como Heredia, reclamó unas 20 hectáreas a los cafetales del país.
El área sembrada tiene al menos cuatro años de haberse estancado en 98.681 hectáreas, según datos de Infoagro, compendio estadístico elaborado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
Algo del área cultivada perdida se trasladó con éxito a zonas como Pérez Zeledón y Los Santos. Sin embargo, no alcanza para compensar la caída.
Perder terreno no se ha traducido en una pérdida de bríos en el sector cafetalero.
“Trabajamos en recuperar la productividad con programas como la renovación cafetalera. Esta es la forma en que aseguraremos la rentabilidad”, aseguró Peters.
El grano de oro retiene su peso, especialmente por la gran cantidad de pequeños productores que conforman la cadena de producción del cultivo. En 60 de los 81 cantones se cultiva café, y más de 50.000 familias están involucradas en esta actividad.
Demanda fuerte
Pese a sus dificultades, los productores de café están seguros de que su producto tendrá salida. La demanda mundial de café crece de manera sostenida, conforme la bebida se introduce en mercados no tradicionales.
Las autoridades del Icafé estiman que la demanda mundial podría presentar un crecimiento cercano al 2,5%.
“Mercados como Australia y Corea pueden presentar oportunidades interesantes para los productores locales”, estimó Peters.
Las exportaciones de café oro reportaron una recuperación importante en el 2011. En ese año, las ventas al exterior del grano de oro tuvieron un valor de $373 millones., un 45% más que durante 2010.
Consumo local
En el frente local, los tostadores y distribuidores de café buscarán reproducir la estrategia de explotar nichos del mercado con productos gourmet implementada por los exportadores.
El camino ha rendido frutos. Recientemente Starbucks comenzó a ofrecer café de la local Finca Palmilera en $7 por taza, su producto más costoso.
El mercado local tiene un nivel de consumo importante en comparación con otros países productores.
“Honduras produce alrededor de 6 millones de sacos, pero para consumo interno apenas se quedan 200.000 quintales. Es decir producen el doble y consumen la mitad de lo que consumimos en Costa Rica”, detalló José Manuel Hernando, presidente de Distribuidora Café Montaña.
Satisfacer esa demanda con productos diferenciados por zona y de una mayor calidad es una de las rutas de crecimiento ante un segmento popular dependiente de las promociones y ofertas para asegurar el dinamismo.
“Nuevas mezclas, nuevas formas de ofrecer el café pueden atraer a las nuevas generaciones que consideran aburrida la bebida”, comentó Hernando.
La sofisticación del consumo local está en camino, y si logra replicar el éxito del café de exportación las previsiones apuntarán a mejores tiempos para el grano de oro.