Para poder graduarse como técnico medio, en metalmecánica, Leonardo Alvarado debió realizar una práctica supervisada que demostrara su formación y que le permitiera ganar experiencia directa en su rama.
La firma Sema Industrial fue elegida por los coordinadores de empresa del Colegio Técnico Mario Quirós Sasso. Ahí Alvarado cosechó su primer y único trabajo. Hoy cumple diez años años como empleado de planta de esa compañía.
Pero la suerte de Alvarado no llegó para 154.122 jóvenes en edades entre 15 y 34 años que durante el 2014 formaron parte de la estadística de desempleo en el país, según cifras de la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC).
A nivel mundial, un modelo de educación conocido como formación dual se ha constituido en una herramienta para enfrentar el desajuste entre la oferta y la demanda laboral.
El esquema tiene como objetivo dotar al mercado con mano de obra calificada, con la capacitación y experiencia que los sectores más dinámicos de la economía demandan.
Para esto, la formación dual combina la instrucción académica en los centros educativos con la formación práctica en las empresas.
“El modelo gira en torno a que la mano de obra logre un mayor grado de empleabilidad. Una alta proporción de mano de obra joven desempleada conlleva una pérdida de capital humano valioso para el país”, aseguró Carlos Umaña, uno de los autores del informe “La formación dual como opción al desempleo” de la Academia de Centroamérica.
En Costa Rica, los colegios de educación secundaria vocacional o técnica están entre los ejemplos más cercanos al sistema de formación dual; pues existen diferencias que lo alejan del modelo original.
Por ejemplo, en un modelo de formación dual, y dependiendo del marco definido por el Gobierno, un estudiante destinaría dos terceras partes del tiempo de aprendizaje a la práctica.
Además, en estos esquemas se define con claridad en la relación entre el estudiante y la empresa, un aspecto que en Costa Rica sigue sujeto a interpretaciones.
Junto a los colegios técnicos, existen alianzas público-privadas que han replicado el esquema educativo y se enlistan como referentes en su implementación nacional. .
Sin embargo, aquí también los esfuerzos topan con la inexistencia de un marco legal que los ampare y les defina los lineamientos por seguir.
“No tenemos una legislación que nos indique que un patrono del sector privado pueda utilizar contratos de aprendizaje con sus trabajadores”, detalló Ronald Gutiérrez, abogado especialista en derecho laboral de la firma BDS Asesores Jurídicos.
Dos proyectos de ley (19.019 y 19.378) pretenden dotar al país de un esquema de formación dual, pero ninguno reporta grandes avances. Además, a criterio de la Academia, tienen falencias que deberán ser solventadas para aprovechar todos los beneficios reportados por otros países.
“Es un tema de interés para este gobierno; está incluido en nuestra estrategia nacional de empleo. Esperamos este año tener un proyecto de ley aprobado en esta materia”, comentó Víctor Morales Mora, ministro de Trabajo y Seguridad Social.
Relación ganar-ganar
Las ventajas para los actores involucrados saltan a la luz de las estadísticas.
Para una empresa, el modelo se convierte en una forma de reclutamiento, y en la oportunidad de elegir a candidatos entrenados para sus propias necesidades.
El estudio “La escasez de talento continúa”, realizado por la firma Manpower Group reveló que un 51% de 620 empleadores costarricenses consultados en 2014, expresó dificultades para conseguir personal idóneo para realizar las tareas en sus empresas.
La falta de competencias técnicas, inopia de candidatos disponibles y con experiencia, fueron las principales razones detrás de la dificultad para encontrar la mano de obra requerida.
Por su parte, el joven estudiante se beneficia de un proceso que le abre las puertas para ingresar al mercado laboral o, al menos, ganar experiencia.
Guiselle Espinoza, coordinadora con la empresa del Colegio Técnico Profesional de Santa Ana, explicó que en un proceso de prácticas como el que se lleva a cabo en el centro educativo, alrededor del 80% de los estudiantes logran colocarse en las empresas positivamente.
Para este 2015, alrededor de 105 estudiantes entre todas las especialidades del centro académico (contabilidad y finanzas, informática en redes y ejecutivos para centros de servicio), deberán cumplir con el requisito práctico.
“Tenemos alianzas con empresas cercanas al colegio. Un estudiante debe, en la mayoría de los casos, pasar por todos los filtros como si fuera un trabajador nuevo. En la mayoría de estos casos, cuando los cumplen, de una vez firman contrato”, comentó Espinoza.
Iniciativas privadas
Pocas han sido las iniciativas bajo el esquema de asociaciones público-privadas que han implementado la formación dual en el país. Pese a ello, las empresas que lo desarrollan dan fe de sus beneficios.
Florida Ice and Farm Co. es una de ellas. Desde inicios del 2014 lanzó un programa de educación dual en una alianza conformada por Reserva Conchal y The Westin Golf Resort & Spa Playa Conchal, el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y la Cámara de Comercio e Industria Costarricense Alemana (AHK).
El proyecto ya cuenta con 80 jóvenes graduados en puestos de cocina, saloneros, bartender y camareras de hotel.
“Buscamos aportar bajo una alianza público-privada una forma innovadora de reducir el desempleo en jóvenes y la pobreza. Adicionalmente, podemos canalizar inversión social estratégica en un tema clave para la empresa, como lo es contar con personal técnico profesional calificado procedente de comunidades guanacastecas”, detalló Gisela Sánchez, directora de Relaciones Corporativas de Florida.
Otro caso de formación dual es el programa iniciado en 1995 entre el Colegio Vocacional Monseñor Sanabria, el INA y la Asociación de Propietarios de Talleres de Mantenimiento Industrial en la carrera técnica de mecánica automotriz.
Legislación a medias
Actualmente los convenios que utilizan los modelos de formación dual en el país se amparan en la Ley de Aprendizaje que data de 1971.
Si bien la legislación contempla la utilización de contratos de aprendizaje para el inicio de una relación entre el estudiante y la empresa, este se da bajo ciertas limitaciones.
En primera instancia, solo se permite el mecanismo para jóvenes no menores de 15 años ni mayores de 20.
A su vez, la ley solamente otorga al INA la potestad de hacer este tipo de convenios con empresas productivas.
“La ley no contempla la posibilidad de que, por iniciativa privada, existan contratos de aprendizaje para capacitar y enseñar una cierta profesión”, detalló el abogado Marco Durante.
La Sala Segunda de la Corte Suprema de Justicia ha avalado el uso de este tipo de contratación, siempre que no estén por encima de los los derechos laborales de los colaboradores, así, tendrían entonces los mismos derechos que un trabajador común (como salario mínimo, aguinaldo o pago de cargas sociales).
“Esta postura es lo que genera cierta resistencia y temor en los empresarios. La idea es que los sectores involucrados puedan adoptar la figura sin temor a la interpretaciones”, subrayó Gutiérrez.
Entonces surge la necesidad de reformar la actual legislación y dar seguridad jurídica a todas las partes involucradas. Primero, convirtiendo los contratos de aprendizaje en figuras de índole civil, no laboral.
“Ese es el punto que más genera controversia. Pero nuestro proyecto también busca establecer una edad mínima de 15 años y un 6to grado de educación básica como requisitos para participar de ese proceso, por ejemplo”, mencionó el diputado Otto Guevara, impulsor de uno de los proyectos sobre educación dual (19.378).
Se espera que con una nueva ley, el sector empresarial y el Gobierno, lleguen a dar claridad en cuanto a reglas como la población beneficiaria y retribuciones.
Esto permitiría que más jóvenes costarricenses compartan las oportunidades que supo aprovechar Leonardo Alvarado .
Comparación de mejores prácticas internacionales y los proyectos en la Asamblea Legislativa.
Pilar | Mejores prácticas en el modelo de referencia | Proyecto 19.019 | Proyecto 19.378 |
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Enfoque guiado por la demanda | Gremios productores lideran el proceso | No se define | No se define |
Clara definición del perfil del beneficiario directo | Jóvenes que incian curva de aprendizaje, con perfil definido | Estudiante (*) | Aprendiz (*) |
Sistema de remuneración para el beneficiario directo | Ingreso con ajustes graduales conforme a contribución a la productividad de la empresa | Becas, subsidios | Ingreso como porcentaje del salario regular; becas, subsidios |
Institucionalidad y rectoría claramente establecidos | Rectoría del Estado, empresas y centros académicos siguen directrices generales | Comisión interinstitucional, rectoría en INA | Comisión interinstitucional, rectoría en INA |
Proceso de formación en la empresa: alcance y relación con la población objetivo | Enfoque de flujos y formación general | No se define | No se define |
Esquema de distribución de los costos claramente definido | Estado: formación académica, subsidios Empresa: formación práctica | No se define | No se define |
Mecanismos de control de calidad implementados. | Estado y gremios productores | Centros educativos | Centros educativos |