Si una familia tiene un hijo que ingresó a séptimo en 2022 y otro que lo hará en 2026 en el mismo colegio —que figura entre los mejores promedios de admisión de la UCR—, notará que la mensualidad de ese nivel puede aumentar entre un 9% y un 36%, sin considerar la inflación.
Un grupo de 20 centros educativos privados y subvencionados se posicionó de manera constante entre los colegios con mejores promedios en la Prueba de Aptitud Académica (PAA) de la UCR, según el Especial de Colegios de EF en sus ediciones desde 2022 hasta la más reciente. El análisis del comportamiento de los precios en el tiempo se centra en los montos establecidos por esas instituciones.
El Liceo Experimental Bilingüe José Figueres Ferrer de Cartago es un ejemplo claro. Además de figurar entre los primeros lugares en promedio de admisión durante todo el periodo analizado, su mensualidad de sétimo experimentó una variación relativa de 36,8% entre el ciclo lectivo 2022 y 2026. Aunque se trata del ajuste porcentual más alto, en términos absolutos la diferencia fue de ¢17.500; una de las más bajas entre los colegios destacados.
En este centro educativo las mensualidades oscilaron entre ¢47.500 y ¢65.000. Gerardo Montero, director del centro educativo, explicó que el colegio logra mantener precios más bajos porque trabaja bajo la modalidad de subvención, lo cual evita trasladar la totalidad de los costos operativos a los padres de familia.
De acuerdo con datos del Índice de Precios al Consumidor (IPC), el costo de la educación secundaria sufrió una variación interanual de 2,86% en agosto del presente año.
En el caso específico de sétimo año, los aumentos interanuales ya proyectados por las instituciones con mejores promedios de admisión van desde un 1,6% hasta un 8% para el curso lectivo 2026, lo que confirma que, además del reto académico, las familias deben preparar su presupuesto para un esfuerzo económico adicional.
Los 20 colegios
EF identificó los colegios que aparecen desde la publicación del 2022 hasta la actualidad en el listado de los centros educativos con mejores promedios obtenidos en la PAA que realiza la UCR como parte de sus filtros de admisión.
Un total de 18 instituciones privadas y dos subvencionadas integran el grupo de colegios que han aparecido sin interrupción en los últimos cuatro listados del Especial de Colegios. A través de los centros educativos y padres de familia se obtuvieron cada año los precios de mensualidad desde el 2022 y los que se cobrarán en 2026.
El Centro Educativo Pindeco, en Puntarenas, experimentó la menor variación de precios en el periodo analizado: 9%. A media tabla se ubica el Centro Educativo Bilingüe New Hope, en Heredia, con un ajuste de 16,7% en la cuota de séptimo año, equivalente a ¢43.000 más entre el 2022 y el 2026.
Jeannette Cortés, indicó que el aumento en el costo de la mensualidad lo utilizan para continuar con programas de capacitación para el personal, dar mantenimiento a la infraestructura y garantizar la sostenibilidad de la operación.
El Colegio Claretiano, también en Heredia, se posiciona como el único que no varió el costo de la mensualidad del 2025 al 2026 entre este grupo de instituciones.
La distribución territorial también deja particularidades: Limón es la única provincia que no ha contado con colegios que se mantengan en el listado a lo largo del periodo revisado, lo que la convierte en la única región del país sin representación en este análisis.
Por otra parte, si se analiza el comportamiento de precios establecidos para el periodo 2026 entre los 50 colegios con mejores promedios obtenidos en el examen de admisión de la UCR, se evidencia que seis colegios más, además del Claretiano, no ajustaron el monto de la mensualidad. Jorge Debravo, Los Ángeles, Nuestra Señora del Sion (en San José), Saint Gabriel y Ciudad Blanca son las instituciones con una variación igual a cero.
¿Quiénes pueden pagar esos montos?
El colegio Blue Valley cuenta con la matrícula más elevada en el periodo 2025-2026 (calendario internacional). La institución fijó un precio de ¢866.600 por mes, lo que suma ¢8.666.600 en el año escolar, ya que se cobran 10 meses.
El monto al que equivale dicha cuota mensual es superior al salario bruto que devenga el 69,8% de los trabajadores formales en el país, según datos del Sistema Centralizado de Recaudación (Sicere) de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), con corte a febrero de este año.
En contraste, instituciones como el Claretiano y el Experimental Bilingüe José Figueres Ferrer mantienen mensualidades por debajo de ¢100.000, cifra inferior al salario bruto que recibe el 90% de los asalariados.
De acuerdo con Diego Benítez, asesor financiero en Empodérate, lo recomendable es destinar un máximo de 20% del ingreso disponible del hogar —después de aplicar las deducciones de ley— al pago de educación.
El monto que representa ese 20% se reduce si parte del salario se destina al pago de deudas. Por ello, el cálculo adecuado es: descontar del salario el monto destinado a créditos (hipoteca, préstamos prendarios, entre otros) y, sobre el saldo, aplicar el porcentaje de educación.
Es decir, un asalariado sin deudas y con ingresos de ¢300.000 apenas podría cubrir la mensualidad del Claretiano tomando en cuenta el 20% máximo para invertir en educación. En cambio, para optar por el Blue Valley, el responsable del pago deberá percibir más de ¢4.300.000 sin compromisos crediticios; pero esta carga se vuelve más llevadera si el pago se divide entre dos personas.
Los datos revelan un panorama desigual: mientras algunos colegios han incrementado sus mensualidades en hasta ¢100.000 entre 2022 y 2026, otros apenas registran aumentos mínimos. Esta brecha deja en evidencia la disparidad de costos que enfrentan las familias al matricular a sus hijos en los centros privados que lideran los resultados de admisión en la UCR.