
De los vendavales que han azotado al actual Gobierno, no solo ha sobrevivido la propia presidenta Laura Chinchilla, sino que cuatro de sus ministros más cercanos, a los que ha defendido a capa y espada, a pesar de las polémicas que los han azotado.
Son los ministros blindados, resistentes a cualquier crítica: el ministro de Ambiente y Energía, René Castro; el de Educación, Leonardo Garnier; el de la Presidencia, Carlos Ricardo Benavides, y desde octubre del 2012, Pedro Castro, en Transportes.
En mayor o menor medida, los cuatro han enfrentado momentos a lo largo de esta administración en los que los diputados de oposición, diversos sectores o la sociedad civil han pedido sus cabezas en forma enérgica.
Las críticas contra Castro estuvieron relacionadas con el periodo en que fungió como canciller, con el tema de isla Calero, el nombramiento de 40 funcionarios en el servicio exterior y ahora en Ambiente, con la refinería que se pretende construir en Limón.
El calvario de Garnier se centró en una carta que hizo en favor de la empresa de la exasesora de la Presidencia, Flor Isabel Rodríguez, el de Benavides incluyó un 1° mayo ganado por la oposición y la denuncia de la diputada libertaria Patricia Pérez relacionada con la llamada en la que habría solicitado votar contra la reelección del magistrado Fernando Cruz. Y Castro enfrentó el vendaval por la concesión de San Ramón que defendió.
Por los cuatro, la presidenta Chinchilla ha levantado la voz e incluso ha dicho que tienen su confianza. Mientras tanto, hay otros ministros que no gozaron de una defensa tan firme.
Ese es el caso del exministro de Comunicación, Francisco Chacón; el de Transportes, Francisco Jiménez; el de Hacienda, Fernando Herrero; el de Seguridad, José María Tijerino, y la de Deportes, Giselle Goyenaga.
Cercanos a la mandataria
Para el politólogo Francisco Barahona, es normal que se desarrollen relaciones cercanas de la Presidenta por amistad, ayuda o compañerismo universitario.
Esto convierte a algunos ministros en consejeros que se van a mantener hasta el final.
“Salvo crisis muy profundas es normal que se mantengan. Tres de ellos, excepto Pedro Castro, la han acompañado todo el periodo. Probablemente al que le ha ido peor es a René Castro y sí se ve una cercanía de amistad muy fuerte que lo ha salvado”.
El politólogo Fernando Zeledón explica el fenómeno por la confianza en ambas vías.
“Puede ser que han estado cerca desde que era la candidata. Son redes de amigos que se tejen, como el caso de Leonardo y René. Ellos junto a Carlos Ricardo, son muy cercanos a ella”, dijo.
Las relaciones de lealtades juegan en la política para crear intocables y protegidos. La mandataria tiene los suyos.