Los pasajeros cuentan con la protección de tratados internacionales mientras circulan por el espacio aéreo. Por esta razón, la reciente detención del periodista bielorruso Roman Protasevich y su pareja Sofia Sapega, quienes se vieron obligados a bajar de una aeronave de la aerolínea Ryanair, se califica como un caso de “piratería” moderna y es excepcional.

Este episodio desató tensiones geopolíticas y abrió un escenario jurídico complejo para la aviación civil, por lo que es importante hacer un recuento de lo sucedido.

Las alertas de alarma de la comunidad internacional comenzaron a sonar luego de que el régimen bielorruso de Alexander Lukashenko desvió la aeronave mediante el uso de un avión caza el pasado domingo 23 de mayo .

Aparentemente existía una amenaza de bomba, por lo que la aeronave de Ryanair se vio forzada a aterrizar en Minsk. El bajonazo desencadenó en la detención del periodista independiente y su acompañante.

Protasevich es un periodista independiente que comenzó a ser activista desde que era adolescente, cuando mostró posiciones en contra del presidente Alexander Lukashenko. Por lo que estaba en la mira de las autoridades bielorrusas.

En 2019 había abandonado Bielorrusia para trabajar en el canal opositor de Telegram, Nexta. Posteriormente se convirtió en redactor jefe del medio, el cual tuvo un papel importante en la organización de las protestas en contra de Lukashenko.

En noviembre las autoridades bielorrusas emitieron una orden de detención contra Protasevich por su trabajo en Nexta, ya se le acusaba de que estaba “involucrado en actividades terroristas”, indica la agencia AFP.

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Las reglas del juego

“El problema que tenemos es que estamos ante un caso de piratería de Estado, de secuestro de Estado y las normas que regulan la aviación civil realmente no están diseñadas para este tipo de agresiones”, afirmó Abraham Stern, abogado especialista en transporte.

A pesar de que el derecho internacional no regula este tipo de incidentes sí existen reglas generales que deben respetarse.

Para comenzar cuando una aeronave sobrevuela los territorios debe respetar la soberanía de cada nación. No obstante, eso no significa que los territorios pueden actuar de forma indiscriminada, según Stern.

Aquí es donde entran a jugar los tratados internacionales como el Convenio sobre Aviación Civil Internacional, redactado en 1944 por 54 naciones, y que popularmente se conoce como el Convenio de Chicago.

El pacto establece los principios básicos del transporte aéreo internacional y fue el germen de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). Este organismo se financia con el aporte de 193 gobiernos (entre los cuales está Bielorrusia) y el objetivo es promover la vía diplomática y la cooperación en el transporte aéreo.

El Convenio de Chicago aplica para aeronaves civiles y no para aviones del Estado (que se utilizan en servicios militares, de aduanas o de policía).

“Costa Rica tiene soberanía sobre el espacio aéreo de Costa Rica y es absoluta y exclusiva. Lo que pasa es que cuando una aerolínea sobrevuela Costa Rica lo hace con la autorización previa de las autoridades aeronáuticas (...) y tiene un paso seguro a través del territorio”, dijo Stern.

En este caso las autoridades nacionales no pueden intervenir un vuelo a menos de que exista una situación de emergencia o una situación peligrosa que amerite la protección; pues los estados tienen soberanía plena.

Ahora bien, el tratado de Chicago estipula en su artículo 3 bis que no se puede poner en riesgo la vida y la seguridad de los ocupantes.

“Los Estados contratantes reconocen que todo Estado debe abstenerse de recurrir al uso de las armas en contra de las aeronaves civiles en vuelo y que, en caso de interceptación, no debe ponerse en peligro la vida de los ocupantes de las aeronaves ni la seguridad de estas. La presente disposición no se interpretará en el sentido de que modifica en modo alguno los derechos y las obligaciones de los Estados estipulados en la Carta de las Naciones Unidas”.

Otra consideración es que dentro de los aviones rige la ley de la nacionalidad a la que pertenecen la matrícula y la bandera de la aeronave, aseguró Stern.

Por ejemplo, si una aerolínea sobrevuela sobre países donde no se permite el consumo de alcohol, como Jordania o Dubái, eso no significa que esté prohibido servir bebidas alcohólicas mientras se sobrevuele sobre esos territorios.

Para tomar en cuenta

Los pasajeros deben tener consideraciones a la hora de tomar vuelos. La primera: evitar volar sobre territorios donde puedan ser objeto de persecución.

Se deben evitar las zonas donde existan conflictos, ya que existe el antecedente de aviones que han sido interceptados por misiles de manera accidental. Tal es el caso del vuelo de Ukraine International Airlines que cayó poco después de despegar de la capital iraní rumbo a Kiev, tras ser interceptado por un misil iraní en enero de 2020.

En ese momento el ejército iraní había atacado bases estadounidenses en Irak tras la muerte del general iraní Qasem Soleimani.

“Han habido casos de misiles que se traen abajo aviones de pasajeros o aviones que desaparecen de la nada en el mar y no se sabe qué pasó, extrañamente estas circunstancias suceden cuando se está sobrevolando con lugares con algún tipo de problema”.