América Latina experimentó una caída de 3,6% en la Inversión Extranjera Directa (IED) durante el 2017, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). La disminución se explica por la caída en el precio de los commodities que impactó los flujos globales.
A pesar de la contracción, la región es heterogénea. Por un lado América del Sur experimentó una mayor desaceleración en la atracción de IED, mientras que la llegada de transnacionales a Centroamérica ha crecido durante ocho años consecutivos y en 2017 dejó divisas por $13.000 millones.
En el dinamismo del Istmo contribuyó el crecimiento de la IED en Panamá, que representó $6.066 millones en 2017.
En el caso del cono sur la caída se dio en Brasil (que representa el 40% del total de ingresión en la región) donde cayó 9,7% y Chile que mostró un comportamiento atípico, ahí la disminución de IED se contabilizó en 48,1%. Como la región no es homogénea, naciones como Colombia y Argentina sí mostraron dinamismos.
La contracción de la IED en la región, también se ve impactada por la incertidumbre del entorno internacional.
China experimenta un dinamismo que preocupa a las economías de Estados Unidos y la Unión Europea.
El agitado entorno internacional produce que las economías más poderosas vean cada vez más hacia adentro y piensen dos veces en llevar inversión fuera de las fronteras.
Aunado a esto la digitalización podría reducir los flujos mundiales de IED. “Esto está vinculado con el cambio tecnológico, habilidades que desarrollan las empresas, quien las usa mejor”, afirmó Cecilia Poitier de la Cepal.
La región crecerá 1,5% durante el 2018 y la IED se mantendrá en niveles similares, según la Cepal. El organismo prevé que ante la incertidumbre del entorno internacional, las economías más poderosas se enfocarán en inversiones domésticas.
Por lo que Latinoamérica debe concentrarse en las lecciones aprendidas para lograr IED que genere capacidades, innovación y empleo.
¿Quién invierte en América Latina?
La Unión Europea es el mayor inversor de la región, seguido de Estados Unidos, empresas latinoamericanas, Canadá y Japón, según la Cepal.
Si se analiza por perfil geográfico la Unión Europea tiene una mayor participación en América del Sur, mientras que Estados Unidos lo hace mayoritariamente en Centroamérica y México.
Alrededor del 41% de los activos acumulados de IED en América Latina son de empresas europeas. En la región los países más destacados son España (29%), Alemania (16%), Reino Unido (13%), Italia (12%) y Francia (11%).
Las empresas europeas ejecutan dos tercios de los proyectos en energías renovables y el 43% de telecomunicaciones.
China no se queda atrás y lideró fusiones y adquisiciones en Latinoamérica durante el año anterior. La potencia asiática realizó el 73% de sus inversiones en el cono sur (Brasil y Argentina), en los sectores de energía, agropecuario y minería; seguida de México 8% donde se enfocó en la industria de alimentos.